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Actualidad

16 de Marzo de 2020

Las medidas claves que ayudaron a reducir exponencialmente los contagios en Corea del Sur

El plan de acción puede servir de lección a países que ya están batallando plenamente con el coronavirus o que se están preparando para encararlo en las próximas semanas.

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En tres semanas Corea del Sur ha pasado de ser el segundo país con más contagios de coronavirus a frenar exponencialmente las infecciones gracias a una respuesta que combina transparencia, nuevas tecnologías y ante todo una actitud responsable de instituciones y ciudadanos.

Sin embargo, todo apunta a que gracias a sus programas de prevención y mitigación el país está en condiciones de suavizar el impacto de un repunte importante de casos, si se produjese uno.

RESPONSABILIDAD DE TODOS Y TODAS

Las autoridades surcoreanas prohibieron las grandes concentraciones, cerraron instituciones educativas y otros espacios públicos (parques, centros deportivos o centros de día) y cancelaron todas las grandes competiciones deportivas al poco de descubrirse el principal brote del país en torno a la ciudad de Daegu (sureste).

Por ejemplo, en Seúl, la mayor ciudad de Corea del Sur, con 9,7 millones de habitantes, se anunció el cierre de espacios públicos y se prohibieron manifestaciones en torno al 21 de febrero, cuando apenas se habían registrado poco más de 150 contagios en todo el país, que hoy suma más de 8.000.

“No se prohibió salir a la calle ni salir de la ciudad como en China, España o Italia”, cuenta a Efe una mujer que pide ser solo identificada por el apellido Kim y cuya familia al completo se encuentra en Daegu, una de las seis provincias Surcoreanas más grandes.

“La municipalidad pidió a la gente el 20 de febrero, cuando apenas se descubrió el brote, que solo salieran de casa si era estrictamente necesario y eso ha hecho y sigue haciendo la inmensa mayoría de ciudadanos desde hace casi un mes ya“, afirma orgullosa.

TRANSPARENCIA Y MUCHA COMUNICACIÓN

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades Contagiosas de Corea (KCDC) es ahora mismo una referencia gracias a la cantidad de información detallada que publica a diario con impecable puntualidad.

La gran cantidad de valiosos datos que ofrece ayudan a que los expertos y ciudadanos -que pueden sentirse así más reconfortados y menos desconcertados- puedan entender un poco mejor cada día cómo funciona este virus del que tantas cosas se desconocen aún.

Por su parte, el sistema de alertas nacionales para teléfonos móviles avisa a los habitantes de distritos o localidades cuando se ha detectado un caso en su zona y enlaza a información detallada sobre los últimos lugares por los que pasó el contagiado.

Esto no se hace para que la gente evite ir a esos sitios (que enseguida son exhaustivamente desinfectados) sino para que aquellos que los hayan visitado estén más alerta por si detectan síntomas.

Las instituciones en Corea del Sur también implementaron una concienciación muy temprana sobre prácticas higiénicas, el teletrabajo, la necesidad de quedarse en casa si se tienen síntomas o la de aplicar el distanciamiento social: son mensajes omnipresentes en calles, transporte público o medios de comunicación.

ANÁLISIS ESTRICTOS

Corea del Sur ha sido junto con Baréin el país que más test está realizando (más de 5.370 por cada millón de habitantes), aunque conviene señalar que más del 70 % de esos análisis se han hecho a miembros de la secta cristiana Shincheonji, que es el origen del foco de Daegu y constituye un grupo fácil de rastrear.

Además de la capacidad para testar, en Corea del Sur está resultando muy importante el trabajo destinado a determinar quién debe o no someterse a una prueba para no malgastar los kits de análisis disponibles.

En muchos sitios los test solo se podrán realizar sobre aquellos con síntomas graves, por lo que será absolutamente fundamental establecer un sistema (con agresivas campañas públicas de concienciación como las surcoreanas, por ejemplo) para asegurarse de que la gente que presente cuadros leves o no pertenezca a grupo de riesgo cumpla cuarentenas estrictas pese a no haber sido testado.

APOYO TECNOLÓGICO

El Gobierno surcoreano ha desarrollado dos aplicaciones para teléfonos para hacer un seguimiento de síntomas de gente que potencialmente podría estar infectada y podría propagar aún más el COVID-19.

Una es de uso obligatorio para aquellos que llegan a Corea del Sur de otras zonas de riesgo (actualmente, China, Hong Kong, Macao, Irán y prácticamente toda Europa), y obliga a responder un cuestionario diario sobre si hay o no síntomas; si los hay, se remite al usuario al sistema de atención telefónica que gestiona los test para que se haga uno.

La otra “app” simplemente alerta a funcionarios públicos cuando alguien que está en cuarentena por posible contagio sale de la zona de aislamiento, aunque la responsabilidad personal vuelve a ser fundamental en este caso, puesto que la descarga de esta aplicación no es obligatoria.

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