Demolición del ex Hospital San José: debate patrimonial enfrenta al Instituto Nacional del Cáncer y entidades que ocupaban antiguo recinto

En la comuna de Independencia, en el eje que comprende una zona de varios centros de salud, el Servicio Médico Legal y el Cementerio General, se ubica el ex Hospital San José. Construido en los años ‘20, esta parte del ex recinto de salud no está catalogada como monumento nacional, y actualmente se encuentra en medio de un tenso debate por su futuro.

Y es que en el sector donde está edificado se planea construir el nuevo Instituto Nacional del Cáncer, lo que ha generado malestar en las agrupaciones que al día de hoy brindan servicios dentro de este inmueble.

Nuevo Instituto Nacional del Cáncer

Actualmente, el Instituto Nacional del Cáncer (Incancer) se ubica a metros del ex Hospital San José, donde está planificado su nuevo edificio. En entrevista con The Clinic, la dra. Berta Cerda, directora del Incancer, señaló que para la elección del nuevo emplazamiento, este debía “estar cercano a la red hospitalaria y académica, ser accesible para personas de otras comunas y regiones, y que mantuviese su vinculación con el área norte de la Región Metropolitana, que concentra la mayor proporción de beneficiarios/as del establecimiento”.

En esta misma línea, la directora anunció que la mayor importancia del proyecto está en las altas tasas de muerte por cáncer en Chile. Así, este centro planea “un crecimiento de 81 a 249 camas, 13 pabellones de cirugía mayor, 28 sillones de quimioterapia, más 9 cupos de hospitalización diurna, (…) entre otros recursos que se pondrán al servicio de los usuarios/as de la red pública”, dijo.

El arquitecto a cargo del nuevo Incacer, Enrique Rivera, garantizó que “en el terreno existen muchas dependencias sin uso y con un alto nivel de deterioro de su infraestructura. Según el levantamiento de información del equipo técnico del SSMN, en el lote 1A, que corresponde a la zona no patrimonial y en la cual se edificará el edificio, el 59,4% de los comodatos tiene un uso medio-bajo o sin uso”.

Uso de los espacios

Alejandra Espinoza, miembro de la Comisión Revisora de Cuentas del Antiguo Hospital San José, señaló que el término del comodato “es lamentable para todas las instituciones que estamos ubicados actualmente en Antiguo Hospital San José. Todas realizamos una labor muy importante para la comunidad”. 

Entre las instituciones que actualmente ocupan el ex hospital están la Agrupación Aliviarte, la Escuela Latinoamericana de Medicina China, el Centro de Trastorno de Movimiento, la Corporación de Ayuda Hospital Roberto del Río, la Unidad de Patrimonio Cultural del Ministerio de Salud y la Agrupación Baldomero Lillo, entre otros.

Espinoza asegura que en mayo se enteraron del proyecto y en junio se les comunicó el fin del comodato. “Las cartas de desalojo comenzaron a ser distribuidas la primera semana de junio y todas tienen como plazo último para la devolución de los espacios este 31 de octubre. No respetaron tiempos de cuarentena”, señaló.

Lo que más preocupa a las instituciones que ocupan actualmente el inmueble, es que con el fin del comodato “nos obliga a cerrar por tiempo indefinido la entrega y el soporte en medicamentos, ayuda sicológica y social y tratamiento completos de terapias, esto sin contar con lo que significa, cerrar además, las casa hogares y viviendas para pacientes en riesgo social y con enfermedades terminales, cuya atención no la pueden recibir en sus hogares”. 

Zona patrimonial

Uno de los temas que se ha puesto constantemente en debate, es la calificación de patrimonio: por un lado, la zona a demoler no es patrimonio nacional, pero el inmueble colinda con el Cementerio General y la zona protegida del ex Hospital San José.

De parte del Incancer, la dra. Cerda aseguró que han tomado “los resguardos necesarios para preservar, restaurar y valorar las condiciones patrimoniales y de convivencia con su entorno. La infraestructura que se construirá en el área no patrimonial se emplazará en armonía con el contexto, respetando la tipología, escala del entorno y no será ajena al acontecer del barrio”.

Sin embargo, de parte de los Comuneros del ex hospital, Espinoza afirmó que “al demoler, el Servicio de Salud Metropolitano Norte, está destruyendo su propia historia y patrimonio cultural, acabará con el último de los hospitales del siglo XIX, de arquitectura pabellonaria, que está quedando en pie en el país y en uso”.