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Coronavirus

27 de Mayo de 2021

El boom de la vacunación: Experta analiza posible efecto provocado por el Pase de Movilidad

Fila para vacunarse. Foto: Agencia UNO

Buscando mayor libertad de desplazamiento, las personas han comenzado a responder masivamente a la campaña de vacunación. The Clinic conversó con la infectóloga Stephania Passalacqua para ahondar en el "efecto positivo" que habría tenido esta medida resistida por la comunidad científica.

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Durante el pasado fin de semana, el Gobierno confirmó que las personas que han completado su vacunación, es decir, ya recibieron ambas dosis y cumplieron los 14 días de espera, podrán tener acceso al famoso Pase de Movilidad, documento que le permite a los inmunizados tener mayor libertad de circulación entre regiones e incluso por comunas que se encuentran en cuarentena.

La medida ha sido resistida por la comunidad científica, debido al actual momento epidemiológico que atraviesa el país, donde se ha constatado una reactivación de los contagios, un aumento de la incidencia del virus en la población y una nueva ola que amenaza con volver a estresar la red de salud.

Sin embargo, su efecto tuvo un efecto colateral. De acuerdo a los datos reportados por el Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), esta semana se registró un aumento importante de personas que están asistiendo a los centros de vacunación.

El número se disparó particularmente en pacientes que reciben su primera dosis. En un mes, la cifra se cuadruplicó, pasando de casi 43 mil personas el lunes 26 de abril a más de 173 mil el lunes 24 de mayo. De hecho, el martes 25 de este mes se reportó el récord de personas inoculadas con la primera dosis (177.922), la cifra más alta desde febrero.

Las estadísticas coinciden con lo que se ha visto desde el fin de semana pasado, cuando los rezagados menores de 30 años coparon los vacunatorios móviles, provocando congestión en algunos puntos de la capital. Además, durante esta semana ya se ha observado agotamiento del stock de vacunas en algunas comunas, como La Pintana.

El miércoles 26 de mayo, el ministro de Salud, Enrique Paris, confirmó las sospechas y entregó las primeras luces del fenómeno: “Se ha observado un aumento importante en el número de vacunados con primeras dosis, siendo esto un efecto secundario importante de este Pase de Movilidad”.

Largas columnas de personas para ingresar al centro de Vacunación del Parque Juan Pablo II en la comuna de Las Condes. Foto: Diego Martin /Agencia UNO

¿Es esto una buena noticia?

The Clinic conversó con la dra. Stephania Passalacqua, infectóloga del Hospital Base de Osorno, académica de la U. Austral e integrante del Consejo asesor científico Vacuna Covid-19, quien valora esta reactivación del proceso de vacunación y lo califica como un “efecto positivo”, ya que convoca principalmente a la población más joven, que ha demostrado ser “más complicada y más difícil de convencer”.

Asimismo, para ella esto no fue una consecuencia inesperada o un “efecto secundario”, como lo llamó el ministro. “Me imagino que ellos pensaban que iba a tener un efecto favorable, porque si analizas a las personas que no se han vacunado, generalmente no es porque no confíen o tengan sentimientos antivacunas. Habitualmente son personas que se encuentran en situación de incertidumbre, y esta incertidumbre fue modificada por la posibilidad de un retorno a la normalidad”.

Además, señala que “si hacemos el cálculo, estas personas van a tener su segunda dosis bien establecida en un mes y medio más. Por lo tanto, todas esas personas que tienen ganas de obtener el Pase de Movilidad, van a tener que esperar”. Sin embargo, eso no ha quedado patente en el mensaje enviado por el Gobierno.

Para ella, esta iniciativa “es una buena idea, pero que llegó en un mal momento y no ha sido correctamente transmitida a la población. Epidemiológicamente, no necesitamos que salga más gente a movilizarse, sobre todo de una región a otra. Además, entorpece la trazabilidad y puede contribuir a que ciudades que están logrando bajar sus números, los vuelvan a aumentar”.

“Creo que se podría haber usado esta idea como un incentivo de vacunación, como se está logrando ahora, y así en un mes y medio más vamos a tener una mayor población protegida. Pero a partir de ese momento, se podrían implementar el carnet, no ahora. Hacerlo tan acelerado no es un buen mensaje, sobre todo con los índices de positividad y camas ocupadas que tenemos en estos momentos”, subraya.

Sigue el asedio a las camas UCI

Pese a que van más de 10 millones de personas vacunadas contra el Covid-19, su impacto aún no se refleja en una descongestión de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). De hecho, durante toda esta semana, el nivel de ocupación de camas críticas se ha mantenido sobre el 95%.

No obstante, desde la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) afirmaron que el 90% o 95% de las pacientes que se encuentran hospitalizados, son personas que “no están vacunadas”. Su vocero Eduardo Tobar aclaró que “para que las vacunas tengan un efecto significativo, uno tiene que tener por lo menos un 70% u 80% de la comunidad vacunada” con ambas dosis. Actualmente, apenas se supera el 50%.

La dra. Passalacqua concuerda con esta mirada y complementa que los plazos de Covid son extensos. Habitualmente, explica, el deterioro de los pacientes se produce durante la segunda semana después de haber contraído la infección. De ellos, algunos terminarán hospitalizados.

“Hay que entender que en este momento en el que nos encontramos con la etapa de vacunación, seguimos teniendo un efecto solamente personal. Es decir, la persona vacunada correctamente está protegida, pero no protege a su entorno. El efecto no es poblacional todavía, y eso requiere de varias semanas”, subraya.

También recalca que las salas UCI actualmente están siendo ocupadas por pacientes Covid-19 y también por otros que padecen “muchas otras patologías que requieren de atención y que van a ser motivo de preocupación en los siguientes meses”.

Finalmente, hace un llamado a pensar en el proceso de revacunación para el próximo año, ya que se estima que la inmunidad producida por la vacuna dura 12 meses, aproximadamente. “Necesitamos que la gente se vacune al corto plazo y que no lo extendamos durante todo el año”, concluye.

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