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La Convención

8 de Julio de 2021

Logan lo quiere todo: La fórmula del único constituyente electo independiente y fuera de listas

Hasta 2019, Rodrigo Logan era un personaje desconocido; pero su rol como abogado televisivo en "Mentiras Verdaderas" y "Mucho Gusto" lo terminó convirtiendo en una figura mediática y, luego, en el único de los 155 constituyentes que resultó electo de manera independiente y fuera de listas. Cercano a Franco Parisi y a Gino Lorenzini, aquí el denominado “abogado del pueblo” habla de su vida, de sus sueños ambiciosos, de su postulación a concejal por cupo RN en 2016. No oculta su deseo de algún día ser Presidente. “¿Y por qué no?", interroga.

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Rodrigo Logan (41) dice que desde muy niño persigue dos sueños. Dice también que nunca tuvo problemas en expresarlos: el primero, era convertirse en un hombre millonario; y el segundo, ser Presidente de la República. 

Nacido en Quinta Normal en 1980, hijo de Enzo Logan, un vendedor de zapatos y Margarita Soto, una empleada de La Polar, creció en esa comuna hasta que tuvo cinco años. Luego sus padres lograron adquirir, mediante subsidio, una casa en Recoleta, comuna de la cual no se ha movido. 


“Recuerdo que llegué a los cinco años. Me acuerdo perfecto porque fue el día del terremoto del 85, ese mismo día llegué a Recoleta. Nos entregaron la casa, yo estaba en Quinta Normal con mi familia: los Soto, cuando mi mamá y papá estaban recibiendo la casa en Recoleta”, cuenta Logan.

El hogar estaba en la Villa Los Reyes, en Recoleta con Zapadores. Allí Logan comenzó a construir su vida. Estudió parte de su enseñanza básica en el Liceo Avenida Recoleta e hizo de los pasajes y callejones de la comuna su propio entorno, donde jugaba a la pelota y callejeaba con amigos. 

Cuando tenía nueve años -dice Logan- sus padres se separaron. Desde aquel momento comenzó a colaborar en la casa. “Trabajo desde muy niño, trabajé en las ferias en La Vega, cortando el pasto, barriendo calles, de todo. Había que ayudar en la casa. Yo siempre ayudo, soy de los que hago almuerzo, lavo, plancho, hago el aseo”, comenta.

Su estadía en el colegio de Recoleta fue breve: en quinto básico, sus padres decidieron matricularlo en el colegio José Victorino Lastarria. Allí sus dos sueños comenzaron a proyectarse. Entendió que una buena manera de poder conseguirlos era estudiando luego derecho en la Universidad de Chile. 

“Me gustaba la Universidad de Chile porque muchos Presidentes de la República salieron de ahí. En ese entonces eran como 19 de 26. Además me gustaba la visión pluralista y laica que tiene la Universidad de Chile”, señala Logan.

Cuando estaba en tercero medio, empezó a perseguir su sueño con obsesión. Comenzó a asistir de oyente a las cátedras que se daban en la Chile. “Les pedía permiso a los profesores para entrar. Asistí a muchas clases. Habían algunos que me echaban, otros que fueron buena onda, pero ése era el grado de compromiso que yo tenía para estudiar en la Chile”. 

Pese a sus anhelos de estudiar Derecho en la Chile, al salir de cuarto medio en 1997 estos no se cumplieron. No le alcanzó el puntaje. “Siempre dicen que para estudiar Derecho tienes que tener un 6 de promedio de NEM, y yo tenía un 5.1… El gran problema es que como aprendo rápido, me aburro rápido también. Soy hiperactivo, me pongo a conversar, entonces uf… me echaban siempre de clases”, cuenta.  

Pensó en irse a estudiar a Valparaíso, pero rápidamente desistió. “Fui con mi papá a Valparaíso a ver dónde me iba a quedar. Vi el ambiente y le dije que no, porque pensé que el carrete me podía pescar, cachai. Además pensé en la soledad, si soy súper mamón”. 

Rodrigo Logan finalmente optó por inscribirse en un preuniversitario y volver a intentar entrar a la universidad de sus sueños. Comenzó a trabajar en un minimarket en Recoleta, dice, para poder financiarlo.  “Me puse a trabajar más duro, me acuerdo que me compré una bicicleta para no gastar en micro y me iba al preuniversitario del Pedro de Valdivia ahí en Agustinas”.

Finalmente entró a Derecho en la Universidad de Chile.  “Di la prueba, me fue súper bien. Eran 325 cupos y yo quedé en el número 323”, recuerda Logan.

¿Entrar a la Chile te ayudó a acercarte a cumplir esos dos sueños?

-Al menos uno; no me ha ido nada mal. 

Logan, el limón

Una vez que entró a la universidad, Rodrigo Logan, quien ya era conocido por algunos estudiantes por haber asistido de oyente, se hizo notar. Era uno de los pocos que iba a todas las clases de traje y corbata. También, asegura, era reacio a las fiestas, lo que provocaba las burlas de sus compañeros. 

“Yo iba de terno. Y siempre me molestaban por eso, me decían: ‘¿pero por qué venís de terno?’, y yo decía ‘porque quiero ser abogado y los abogados se visten como abogados, hablan como abogados, y parecen abogados. Si no, no son abogados”.

-¿Te palanqueaban mucho?

-No. Pero el palanqueo que me hacían a mí es que yo desde primero a quinto me gané el premio de limón.

-¿Y qué significa ese premio?

-El más ácido, po. Porque para mis compañeros yo siempre era el caga onda. Si alguien decía “ya, hoy día juega Chile”; yo le decía “oye, pero mañana hay prueba” ¿Cachai? Entonces me decían “vamos a carretear”; y yo decía “oye, si mañana hay prueba”. Como yo no me dejo llevar por la masa, si todos los demás dicen vamos yo digo que no. No voy no más. 

¿Y esa apatía por las celebraciones se mantuvo?

-Sí, yo soy muy apático para algunas cosas. Y en los temas que tienen que ver con control de masas, yo siempre me salgo. Todo lo que tenga que ser colectivo, en lo cual yo sienta que me están quitando libertad, yo me salgo. Siempre. Nunca vas a encontrar que yo haga cosas por efecto estadio. No. Entonces cuando dicen “oh, vamos a ver el partido de Chile”, más o menos como “dejemos todo botado”, yo me alejo. 

-¿No lo disfrutas?

-Yo no soy bueno para los partidos, ni para las festividades. Soy bien fome, no me invitan. Imagínate que yo hacía trabajar a mi gente en mi estudio jurídico para el Mundial. Me decían “oiga, pero hoy juega la selección”; y yo les decía “a mí me da igual, ¿cuál es el tema?, si estamos en horario de trabajo”. Me decían “¿Pero es que a usted no le gusta Chile?”; y yo les decía: “No es que no me guste, pero estamos trabajando”.

Rodrigo Logan terminó sus ramos de la Universidad en 2003, pero no juró como abogado hasta 2011. Las razones de esa demora, asegura, tienen que ver con una profunda decepción hacia los abogados, a quienes en su adolescencia consideraba ídolos.

“Había algo que me chocaba del mundo de los abogados y las abogadas. Me chocaba su egoísmo intelectual. Como dice la canción de Los Prisioneros, me chocaba su ‘Estrechez de corazón’”, explica. 

¿Por qué?

-Recuerda que para mí los abogados y abogadas eran súper importantes. Eran mis ídolos, eran los Avengers, entonces imagínate mirar una abogada y decir “cuánto sabe”. Son los profesionales más cultos del sistema, porque saben de todo, ¿cachai? Saben de economía, de filosofía, de antropología, de sociología. Saben de vinos, saben de quesos, de autos, de literatura, saben de todo.

-¿Entonces qué te decepcionó?

– Es que esa sabiduría no la comparten ¿Por qué no trabajan por los más necesitados? ¿Por qué no trabajan por los más débiles, por los más desposeídos, por los más vulnerables? Si se unieran todos los abogados y las abogadas, podrían hacer que este mundo fuera un lugar mejor para vivir, ¿cachai? Porque pueden, porque saben, porque tienen las herramientas. Entonces como no lo hacían, me chocaba y decía: “Yo ya no quiero pertenecer a ese mundo”. 

Estructura Robin Hood

Pese a que asegura “no haber querido pertenecer más a ese mundo del derecho”, Rodrigo Logan lo siguió haciendo. En 2005, recuerda, creó junto a su ex pareja y madre de dos de sus tres hijos, la empresa Del Pino-Logan & Asociados, una firma que asesoraba a comunidades de edificios y administraciones en temas legales y financieros.

En paralelo a la formación de su empresa familiar, Logan dice que continuó estudiando. Con orgullo enumera cada uno de aquellos estudios: “Te voy a hacer el esquema porque no tenís para qué saberlo. Yo estudié Derecho y estudié Ingeniería Civil Industrial en la misma Chile. También tengo un Master en Planificación Tributaria y tengo 12 diplomados entre los cuales están los de Dirección de Servicios en la Adolfo Ibáñez, tengo el Diplomado de Libre Competencia en la Chile, Medio Ambiente en la Chile, tengo el de Derechos Humanos, tengo el de Impuestos, tengo el de Protección a los Derechos del Consumidor. Después me fui para el lado de las finanzas y ahí me metí en el de finanzas corporativas, inversión de acciones, derivados financieros; eso lo estudié en la Adolfo Ibáñez” repasa. 

-Pero volviendo a tu empresa, ¿allí solamente asesorabas a administradoras de edificios? 

-No, nosotros teníamos área civil, penal, laboral, familia, impuestos y administrativos. Teníamos muchos administrativos, también abogados.

-Hay algo que no me cuadra. Si estabas tan decepcionado de la abogacía, ¿por qué estabas contratando abogados y ejerciendo lo que hace un abogado?

-Mi forma era generar la estructura del Robin Hood, que le llamo. Y hasta el día de hoy existe. En Logan Abogados, que es el estudio donde yo trabajo ahora, nosotros por estatutos establecimos que el 30% de nuestra clientela, o sea 3 de cada 10 clientes que vienen al estudio, son gratis; ¿cachai? 

-Pero eso fue después…

-Es que yo descubrí de muy joven que los honorarios de los abogados se basan en la especialización; mientras más especializado tú eres, más puedes cobrar. Entonces, me especializaba de tal manera de tener muy poquitos clientes y que esos clientes me pagaran mucho dinero. Yo con un cliente podía ganar lo que otro abogado ganaba con diez clientes. Entonces esto es lo que hacía: cuando me quedaba tiempo libre, y hasta el día de hoy lo hago, iba a las juntas de vecinos o a los clubes deportivos a escuchar a las personas. Les decía “ya, ¿quién tiene problemas?”, generalmente me salían temas de violencia intrafamiliar, pensiones de alimento, arriendo. Entonces yo tomaba esas causas y, no es que obligara, pero les decía a los abogados que trabajaban para mí que las tenían que tomar. Yo les revisaba los escritos, revisaba lo que hacían, lo que siempre me decían: “pero es que esto es gratis”. “Por lo mismo, porque es gratis tenís que hacerlo mejor que cualquier trabajo”, les respondía. Esa fue una manera en la cual yo sentía que le estaba devolviendo a la sociedad lo que muchos abogados les habían quitado… Aquí, con este sistema, los abogados tenían trabajo, yo también, y hacíamos un bien para la sociedad. 

-¿Y no crees que era más fácil hacerlo con el título en la mano?

-¿Sabís qué?, ahora que lo miro en perspectiva, no amigo. Y de verdad que no. Porque si yo me hubiese titulado en un principio, en los primeros años, yo creo que hubiese sido absorbido por la máquina.

La construcción del “abogado del pueblo

En 2011 Rodrigo Logan vivió una serie de cambios en su vida. Se separó de la madre de sus hijos mayores, se acercó a la iglesia evangélica y, finalmente, comenzó a prepararse para cumplir con las pruebas que le faltaban rendir para convertirse en abogado titulado. Una conversación con su padre y sus creencias religiosas, dice, lo llevaron a culminar sus estudios y dejar de lado su decepción con el derecho. 

“Yo tuve una conversación con mi papá, él me dijo que debía enseñarles a mis niños el valor del trabajo y de que las cosas se empiezan y se terminan, que no podía hacerlo si es que no había terminado mi carrera. Además toma en consideración que yo entré al cristianismo en el 2011, y una de las cosas que te enseñan es que todo camino se tiene que terminar. O sea, el hombre es constante en todos sus propósitos, lo dice la Biblia. Y por eso me dije: voy a cambiar el mundo desde donde yo sé están los talentos que el Señor me entregó, que es siendo abogado”, cuenta.

Por esos años, otro hito trascendió en su vida: como abogado ayudó a la formación de un incipiente grupo político en formación, llamado el Movimiento de la Gente. Él redactó sus estatutos.

El Partido de la Gente, según su propia página, “es una organización política que nace como una propuesta ciudadana. Adoptando una postura de centro y transversal, buscando como eje común los elementos que nos unen como ciudadanos, por sobre nuestras diferencias, respetando la institucionalidad y las leyes de nuestro país”. Actualmente es liderado por el ex candidato presidencial Franco Parisi y el creador de Felices y Forrados, Gino Lorenzini; personas de las cuales Logan es cercano. 

Pese a que a la Convención Constituyente postuló como independiente, sin formar parte de ninguna lista, Logan ha participado en más de una transmisión del Partido de la Gente, tildando a la agrupación “como su guagua” y asegurando que uno de los mayores orgullos de su vida es una carta de agradecimiento del partido destacando y agradeciendo su rol en la redacción de los estatutos de la colectividad.

En la última de esas transmisiones, que luego fue borrada de Facebook, Logan además instó a Parisi, quien según un artículo de La Tercera hoy es investigado por una querella por delitos de estafa y lavado de dinero presentada por la Inmobiliaria e Inversiones Cerro Colorado, a repostularse como candidato presidencial.

Sobre aquel proceso judicial, Logan asegura haber hablado telefónicamente con Parisi, le recomendó que se defendiera judicialmente y que intentara probar su inocencia por todas las vías legales. Consultado sobre una eventual responsabilidad de Parisi en los hechos por los cuales es investigado, Logan asegura que en caso de haber una sentencia él se tendría que alejar del Partido de la Gente, tal y como lo señalan, según dice, los estatutos que él mismo redactó.

Mucho antes las transmisiones con Parisi y Lorenzini, incluso antes de su carrera como constituyente, Logan intentó ser concejal por cupo de Renovación Nacional en Recoleta, en 2016. Sobre su cercanía a RN, asegura sólo haberse inscrito porque agrupaciones deportivas de la comuna se lo pidieron. Sobre su fracaso en aquella elección, dice que fue porque en aquella época le dio pudor hacer campaña. En dicho proceso electoral Logan solo alcanzó solo 425 votos, según información del Servel.

Sobre aquella elección, distintas fuentes al interior de RN, quienes trabajaron en la selección de los postulantes a concejos municipales, aseguran no recordar cómo se gestó el nombre de Logan como candidato a concejal en Recoleta. Según el abogado, él intentó desmarcarse lo más posible del partido:asegura que en los afiches de campaña solicitó salir sin el logo ni rostros de militantes activos.

Entonces, ¿cómo un candidato a concejal no electo logró convertirse en el único constituyente independiente electo fuera de listas? ¿Cómo Logan se hizo conocido y valorado entre la ciudadanía?

La televisión ayudó en aquello. El año 2020, uno de los alumnos de un plantel universitario donde se desempeña subió un video suyo hablando sobre las AFP en Chile. Ese video, dice Logan, llegó a ejecutivos de La Red, quienes lo invitaron a participar en el programa “Mentiras Verdaderas”, conducido por Eduardo Fuentes.

Tras su primera aparición en TV, Rodrigo Logan nunca volvió a salir de la pantalla. Eduardo, Fuentes lo recuerda: “Estaba un poquito nervioso al comienzo, pero tenía la gracia. Rodrigo era capaz de desdoblarse de su rol de abogado y responder lo que tenía que responder, pero al mismo tiempo sentía que podía darse el gusto de jugar, de reírse, y no asustarse por eso. Hay muchos abogados que se urgen, como que sienten que los van a tratar de frívolos o de tontos porque se ríen, y él tenía la capacidad de reírse también e incluso leer la Biblia. Desde el principio montó todo un set con sus libros… entonces como que tenía una propuesta, más allá de abogado, de un personaje de la TV”.

Agrega Fuentes: “Llegaba con su maleta con libros, no sé si se lo habrán propuesto, no creo que alguien de la producción nuestra le haya propuesto eso. Venía con sus libros, con la Biblia, con unos manís que dejaba ahí al costado, y los comía mientras respondía las preguntas de la gente. Era bien especial”.

Fue en aquel espacio donde Logan, quien abordaba temas legales y donde se le bautizó como “el abogado del pueblo”, allí también comenzó a macerar la idea de ser candidato a la constituyente: “(Eduardo) me dice: como empezaste a hablar del proceso constituyente, la gente pide que tú vayas para allá, para que pongas ese granito de arena de la defensa ciudadana. Yo lo pensé de verdad, lo hablé con mi familia y al otro programa le dije que sí. Y lo tomamos en serio: empecé a juntar gente, a planear la campaña, a hacer las estrategias. Así empezó”, dijo Logan en una entrevista en Emol.

El éxito de Logan en la pantalla llamó la atención de los canales grandes. En paralelo a su participación en “Mentiras Verdaderas”, comenzó a asistir como panelista al matinal “Mucho Gusto”, en Mega, donde necesitaban a un abogado tras la abrupta salida de Daniel Stingo. Logan ocupó ese lugar, y hoy trabaja allí de manera exclusiva y con contrato.

“identificamos en él un buen personaje televisivo y que era una persona que tenía la capacidad de aclarar y responder muchas inquietudes legales que tenía la gente. Nosotros, desde que se fue Daniel Stingo, estábamos sin abogado y siempre es un buen elemento tener un abogado en el panel. Rodrigo es súper mateo, además sabe al dedillo harta legislación”, comenta Ricardo Reinoso, editor del matinal.

Sobre los atributos televisivos de Logan, Reinoso añade: “No existe un personaje como Logan, lo hace muy particular que tiene harto de mérito. La gente siempre identifica el mérito en algunos personajes. Eso nos pasó mucho con Rodrigo Herrera o Simón Olivero. En este caso Rodrigo es una persona que viene Recoleta, de una familia de esfuerzo, que es abogado y que ahora le va bien en la vida. Entonces la gente se ve representada en él. Además la gente necesita alguien que la defienda y ese rol él lo cumple súper bien”.

Sobre la relación de Logan y “Mucho Gusto” ahora que el abogado es constituyente, el editor del matinal aclara que si bien fue alejado de la pantalla en los días previos a la elección y en sus primeros días como constituyente, Rodrigo Logan sigue siendo trabajador del programa.

“(La relación) se mantiene igual -explica Reinoso-. Nosotros evidentemente entendemos que la pega de constituyente la tiene que hacer. Pero para nosotros igual es importante que esté en el panel participando del debate de la nueva Constitución, porque fue una de las primeras mayorías dentro de los independientes sin el apoyo de nadie”.

Una batalla que se decía imposible

De los 155 convencionales constituyentes que se encargarán de redactar la propuesta de nueva Constitución, 88 -sin considerar a los escaños reservados- fueron electos bajo el rotulo de “independientes”, lo que totaliza a un total de un 63,7% del total de los convencionales.

Sin embargo, la gran mayoría de ellos lo logró gracias a los pactos a los que adhirieron previamente, muchos de ellos asociados a partidos políticos tradicionales. De todos los constituyentes electos en el país, Logan fue el único electo fuera de pacto, logrando un cupo en la convención con más de 27 mil sufragios y sumando más votos que la suma de algunas listas contra las que competía. Su distrito es el 9 (Cerro Navia, Conchalí, Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal, Recoleta, Renca).

El mérito de Logan es amplio, considerando que muchos expertos electorales consideraban previo a las elecciones que postular como independiente puro era un verdadero suicidio político.

Kenneth Bunker, cientista político y director de Tresquintos, dimensiona el triunfo electoral de Logan: “Con el sistema electoral nuevo, los candidatos independientes en el fondo compiten solos contra todos los candidatos de las listas. Hay un beneficio estructural a favor de los candidatos que van dentro de las listas. Por lo mismo era muy difícil que los independientes fuera de pactos salieran electos, Logan fue el único que lo logró”.

Sobre la receta de Logan para ser electo, Bunker señala que una de las claves es ser conocido mediáticamente. “Creo que ningún independiente sin ser conocido puede tener tanto caudal. Ahora, lo que tiene Logan, creo yo, por lo que lo conozco, es que era una figura mediática. Su participación en la televisión obviamente le jugó a favor. Y es parecido a lo que hizo Stingo que fue el constituyente más votado de todo Chile. Ahora, la diferencia entre Stingo y Logan es que Stingo fue dentro de una lista”.

Hoy Logan es uno de los 155 constituyentes que desempañan labores en la primera semana de la instalación de la Convención. Al igual que sus compañeros, ha vivido días álgidos, sobre todo por la imposibilidad de sesionar los primeros días por desperfectos técnicos y también por la solicitud de indulto a los presos del estallido social planteada por un importante sector de la Convención y que divide las opiniones.

Dentro de la convención, Logan es consciente de lo que significa su independencia. Ha planteado que esta esa condición es una ventaja que le permite poder dialogar tanto como representantes de izquierda como de derecha.

También, a pesar de su rol como independiente, Logan no se ha marginado de apoyar al Partido de la Gente . “Nosotros somos el Partido de la Gente”, señaló en un video de la colectividad, que buscaba firmas para su conformación y que fue publicado en mayo pasado.

“Se trata de volver a entregarle el poder a la gente”, agrega Logan en el video, quien aún tiene en su norte lograr el sueño que se planteó en su niñez.

-¿Rodrigo, aún quieres ser presidente de Chile?

-¿Y por qué no?, responde.

04 de Julio 2021/SANTIAGO Rodrigo Logan, durante la inauguración de la Convención Constituyente realizada en el ex Congreso Nacional. FOTOS: DIEGO MARTIN/AGENCIAUNO


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