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Cultura & Pop

21 de Enero de 2023

China made in Chile: todo lo que hay que saber para aprovechar al máximo el Fesiluz 2023

En familia, en solitario o con mascota, en auto, a pie o en trasporte público, si ya decidiste visitar el Fesiluz Cerillos en su versión 2023, en The Clinic te contamos todo lo necesario para aprovechar al máximo la experiencia chino-chilena.

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Para nadie es un secreto la estrecha amistad que existe entre China y Chile. El Fesiluz Cerrillos, en su segunda versión, se enmarca en más de 50 años de relaciones diplomáticas, comerciales, económicas y culturales entre el gigante asiático y nuestro país.

Además de las gigantescas estructuras de luz ubicadas tierra y en agua inspiradas en la cultura china y chilena, la experiencia de Fesiluz Cerrillos busca revivir el Año Nuevo chino con gastronomía, shows artísticos y souvenirs y estará disponible hasta el 31 de marzo, de lunes a domingo, entre las 18:00 y las 23:30 horas.

Ubicación correcta, ropa ad hoc y dónde dejar el auto

Perderse en el Gran Santiago es fácil y la visita al Fesiluz puede que no sea la excepción. La muestra de luces está ubicado en el Parque Orione, sin embargo, debido a la magnitud del recinto, la entrada oficial es por la Ruta G-30 7860, camino a la localidad de Lonquén.

Para ir en transporte público, la estación de Metro más cercana es Cerrillos de la Línea 6. Al lado de la entrada peatonal hay un amplio estacionamiento con seguridad privada, tanto para dejar los vehículos como para tomar o dejar pasajeros.

La indumentaria y abrigo son muy importantes. La noche santiaguina, sobre todo en la periferia y al aire libre, suele ser un poco más fresca que en el centro, además, The Clinic recomienda calzado cómodo para recorrer la extensa exposición.

Vino, montañas y rascacielos

Entre criaturas marinas y el gran tambor chino comienza el recorrido. En esta parte la música es suave e invita a un ambiente tranquilo y contemplativo para casi al final, hacer el primer guiño a la cultura chilena con estructuras con formas de botellas de vino.

Al final del sendero, aparece una de la obras lumínicas más grandes y menos atractivas aunque íntima, sencilla y característica de China. Pintura de la nación china muestra la china rural, increíblemente montañosa, casi desierta, agrícola y como sacada de otra era.

De vuelta en el sendero, la exposición continúa con un corredor iluminado en los costados pero que tiene como protagonista las figuras de la techumbre. La estructura superior es un contraste con la obra anterior, ya que antagoniza la china rural con la china urbana, moderna y desarrollada y llena de rascacielos mezclados con dragones y otras figuras mitológica del gigante asiático.

Pandas, flores de loto y unos dinosaurios

Sentir el impulso de acercarse y tocar los pandas pequeños que rodean al gran panda de la muestra es inevitable. Entre letreros de peligro por la electricidad, se escuchan padres regañando a los niños que traspasan la delgada delimitación de los pandas, sin embargo, la extraordinaria, brillante y representación de la fauna china conmueve hasta la ternura en grandes y chicos.

La estructura más grande de flora es la unas flores de loto, muy importantes en la cultura china. Para luego dar paso a una especie de zoológico de estructuras iluminadas con animales de muchas especies, no necesariamente chinos ni chilenos, lo cual hace un corte en la muestra. Incluso, hay unos dinosauros de estructura común, sin iluminar, totalmente fuera de contexto.

Las obras lumínicas del centro de la muestra sin duda son las más imponentes. Además, su majestuosidad se complementa de forma perfecta con el reflejo de las luces en el agua de la laguna del Parque Orione.

Arquitectura, comida, acróbatas y el terremoto chino

Por un altoparlante, una voz llama los visitantes a acercarse al escenario principal porque ya va a comenzar el espectáculo. En el centro de la exposición, hay una explanada con un escenario en la que se montan números musicales y de acrobacias realizadas por chinos y chinas.

Quienes lo deseen, pueden sacarse una foto con indumentaria tradicional china e incluso, subirse a una rueda de la fortuna o un carrusel de caballos.

Uno de los puntos extraños en la muestra, que al parecer tendría vinculación con la cultura chilena, es un trineo con un Viejo Pascuero lumínico ubicado en un puente.

Alrededor se puede comprar comida típica china y chilena que va entre los $3 mil hasta los $6 mil e incluye opciones vegetarianas. Además, está permitida la venta de mojitos, micheladas y cheladas.

Otros locales ofrecen té, arroz, guiso de fideos de arroz y baozi kongu, más conocidos como “baos”. El sincretismo entre la cultura china y chilena materializado en una debida bautizada como “terremoto chino”.

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