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Música

11 de Febrero de 2023

El último vals: muere “El Temucano”, de gran carrera musical y ocaso marcado por denuncias de abusos

Víctima de Tito Fernández reveló detalles inéditos de su logia secreta

El cantautor de La casa nueva falleció a los 80 años en su domicilio de Puerto Montt, junto a su familia, por varias complicaciones de salud. Reconocido como una de las figuras relevantes de la canción popular chilena, sus últimos años lo tuvo en las páginas policiales, por tres acusaciones de abuso sexual que presentaron discípulas suyas.

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“Déjame bailar contigo la alegría linda del último vals…”, cantaba Tito Fernández, “El Temucano”, en La casa nueva, su canción más popular, que interpretaba recitando, con su guitarra y el infaltable poncho. Uno de sus temas emblemáticos, junto a Me gusta el vino o Los guatones y los pelaos. Una carrera con la que se paseó por programas de TV, festivales y eventos. Una carrera que bajó el telón este sábado 11 de febrero.

Humberto Baeza Fernández, el nombre verdadero de Tito Fernández o “El Temucano”, falleció a los 80 años en su domicilio y junto a su familia, se informó desde el Hospital de Puerto Montt. El artista será velado desde mañana domingo en la Funeraria Esperanza, ubicada en la capital de Los Lagos.

“Desde la Dirección del Hospital lamentamos profundamente el fallecimiento del cantautor chileno Humberto Waldemar Asdrúbal Baeza Fernández, mejor conocido como Tito Fernández “El Temucano”, quien fue paciente crónico del recinto hospitalario”, señaló el hospital a través de un comunicado.

“El Temucano” grabó más de 40 discos y, según su conteo, unas 800 canciones y fue un autor e intérprete que supo cruzar públicos y audiencias, tomando la tradición folclórica con historias para escuchar con atención y que abordaban temas como los brindis, la familia, la nostalgia y los amigos.

En 1971, estudiando pedagogía en la Universidad de La Frontera en Temuco, comenzó su carrera musical, influenciado por Ángel Parra y lanzando sus primeros discos bajo el sello de la Peña de los Parra. Ahí estrechó lazos con Ángel Parra y conoció a Víctor Jara y Pablo Neruda, otras dos inspiraciones que tuvo su carrera.

En 1971 lanzó su primer álbum, llamado simplemente El Temucano, con canciones como El ajuerino, Hace unos días fui a Santiago y El atrinque, con el que ganó el premio Artista Revelación por el programa de radio Chile ríe y canta, uno de los más populares en los tiempos de la UP.

Luego vinieron ofertas de shows en el extranjero y su segundo álbum, donde venía La casa nueva, que literalmente y gracias a los derechos autorales, le permitió comprar su primera casa. Por esos años, “El Temucano” militaba en las Juventudes Comunistas, grabó para el sello Dicap y, para el Golpe de Estado, fue detenido por supuesto porte de armas y lo llevaron a la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea.

Como en 1958 había sido alumno destacado precisamente de esa escuela, fue liberado días más tarde con un certificado que decía que debía dedicarse exclusivamente al trabajo. Durante la dictadura militar, optó por no entrar en opiniones políticas y cuidar un perfil más transversal, al punto de cultivar amistades que iban desde Gervasio hasta Patricia Maldonado. Incluso, se decía que el dictador Augusto Pinochet era uno de sus tantos fans.

En una entrevista con radio Cooperativa, Pedro Lemebel cuestionó los vínculos de Tito Fernández con la dictadura: “Era íntimo amigo de Alvaro Corbalán, el cerdo torturador. ¿Quién puede entender que sea tan amigo alguien de un personaje tan repugnante como Corbalán, que le lleve pizzas a la cárcel?… ¿cómo se entiende eso?”.

“El Temucano” se defendió en diversas entrevistas sobre el tema: “Muchísimos eran mis admiradores. ¿Y se los voy a prohibir? Muchos me quisieron ayudar. Álvaro Corbalán era un gran admirador. ¿Y cómo me lo hago a un lado? ¿Lo echo del camarín? Nunca me dijo si realmente me salvó la vida”.

Luego, contó que había sido invitado por Pinochet para que actuara para él. “Una vez (Corbalán) me invitó a una gira con Pinochet y le dije que no. Otra vez me llamó para decirme que intentara parar una entrevista que yo había dado a la revista de la Vicaría, porque me iba a perjudicar. Hablé con la periodista y la sacaron. Otra vez hubo un simulacro de fusilamiento donde él tuvo algo que ver para que no me hicieran nada. Años después, le fui a preguntar si él me salvó la vida. Sólo se sonrío”, relató.

En una entrevista que dio a radio Biobío en 2018, volvió a referirse al tema: “Fui comunista y me cambié cuando el PC no entró a la Concertación”. Sobre la crónica “Guitarreando con la CNI”, de Pedro Lemebel, donde lo apuntó como delator de artistas y cercano a la dictadura, dijo: “Que me perdone su memoria, pero nunca leí algo de Lemebel. Nunca lo conocí, y por ende él tampoco a mí“. 

En esa misma entrevista añadió: “No sé por qué escribió de mí… Pudo haberme preguntado. No sé por qué lo diría, no tengo idea… Porque eso de que estaba en la televisión, ¿qué tiene de malo? No era el único que estaba en TV. La TV estaba llena de artistas en esos años”.

Denuncias de abuso sexual

Su carrera llegó a un ocaso y partieron las denuncias por abuso sexual, luego de los testimonios de tres exdiscípulas del músico en el Centro Integral de Estudio Metafísicos (CIEM), que él lideraba. Una suerte de logia esotérica que el músico habría utilizado para abusar de mujeres y forzarlas a realizar favores sexuales durante la última década, según los relatos que dieron las víctimas.

El Ministerio Público solicitaba una condena de 12 años por el primer caso; 10 años y 1 día por el segundo; y 12 años por el tercero. En total, arriesgaba 34 años de cárcel. Por esas causas, el julio de 2020 músico fue formalizado por abuso sexual y violación, pasó por control de detención y estuvo en aislamiento preventivo por 14 días.

“Ellas buscaban cubrir y llenar un vacío espiritual que tenían y por eso es que concurren a este centro (CIEM). Y es en esta circunstancia que el imputado se aprovecha de este perfil, de esta vulnerabilidad y del poder que ejercía en este centro y comete los delitos por los que fue formalizado” , explicó en su oportunidad la fiscal Mariela Cid, de la Fiscalía Centro Norte.

Tito Fernández decía que se habían tratado de relaciones sexuales consensuadas, pero de acuerdo a lo expuesto por la jueza Carolina Gajardo, del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, en los casos citados “la voluntad de las víctimas estaba totalmente anulada y en estado de conmoción”, ya que a estas reuniones de la logia “solo iban mujeres que tenían ciertas dolencias afectivas previas, cuestión que fue aprovechada por el imputado para disponer de la libertad sexual de las víctimas”.

Pero la investigación tuvo un giro en agosto de 2020, luego de que los ministros de la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, en fallo dividido, revocaran la medida cautelar de prisión preventiva que pesaba sobre el cantautor. A juicio de los jueces, no existían en la investigación antecedentes de la existencia de delitos y participación en los hechos imputados por el Ministerio Público.

“Me mataron mi carrera. Le quiero pedir a Chile que me de trabajo. Llevo ocho meses sin agarrar un micrófono y necesito comer”, declaró a La Cuarta en 2020. Décimas por mis raíces, lanzado en 2018, fue su último disco. Sus enfermedades le estaban obligando al retiro, entre ellas una artrosis y problemas de movilidad. Desde entonces, estaba siendo cuidado en su casa en Puerto Montt, junto a su familia.

El 7 de septiembre del año pasado estaba presupuestado el juicio oral en contra del cantante, luego de que su defensa solicitara aplazarlo debido, precisamente, por razones de salud. Pero ese mes nuevamente hubo un retraso, debido a una hospitalización que lo tuvo con complicaciones hasta su muerte de este sábado.

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#el temucano#Tito Fernández

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