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Entrevistas

19 de Marzo de 2023

Leonardo Cubillos (PR) y la desilusión tras el segundo cambio de gabinete: “Es una señal de quedar rezagados y postergados”

El timonel del Partido Radical reconoce que el segundo ajuste ministerial del Presidente Gabriel Boric desconcertó a la colectividad. Y es que no sumaron militantes ni en el gabinete ni en subsecretarías. Pese a declararse en estado de reflexión, tras reuniones en La Moneda lograron subsanar las molestias. Eso sí, aclara: "No estamos entregando un cheque en blanco".

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La directiva nacional del Partido Radical (PR), al mando de Leonardo Cubillos, hizo notar su molestia. Tras el segundo cambio de gabinete del Presidente Gabriel Boric, en el que no se sumó a ningún militante de la colectividad a nivel ministerial ni de subsecretarías, se declaró en “estado de reflexión” para evaluar su “real” espacio de incidencia en el Gobierno y el Congreso.

Pero no solo eso. En una declaración que emitieron la noche del 13 de marzo, anunciaron que se restarían de todos los espacios de coordinación con La Moneda y el Parlamento. Al comité político ampliado -habitual de cada lunes-, de hecho, no asistieron representantes.

Para volver a los encuentros con el Ejecutivo y el Legislativo, la directiva nacional tenía una exigencia: que el gobierno recibiera a dirigentes y diputados radicales en una reunión para expresar sus “reflexiones”. Y así fue. 

El mismo día en que la tienda política se declaró en estado de reflexión, la ministra del Interior, Carolina Tohá, convocó al Partido Radical a una reunión en Palacio. Lo mismo hizo, luego, el jefe de gabinete del Presidente, Carlos Durán

Los encuentros -tras diversos problemas de agenda- finalmente se concretaron el viernes en la casa de Gobierno.

Esa misma tarde, tras asistir a ambas citas y desde su oficina en la sede de la tienda política ubicada en Londres 57, el timonel radical se notaba más tranquilo. 

“Agradezco que fueron muy receptivos, hubo una muy buena acogida. También se nos explicó que no ha variado la línea política del gobierno hacia el radicalismo y eso deja también un dejo de tranquilidad”, dice.

Aún así, reconoce que la decisión de no sumar nombres de radicales en este ajuste ministerial -que, a su juicio, debería haber sido más profundo y con más cambios- desconcertó al partido que lidera. 

“La desilusión y la frustración -explica- que tuvo el efecto y la señal que mandó el Presidente de la República al realizar el cambio de gabinete fue lo que descolocó al radicalismo”.

Para Cubillos, el mensaje del jefe de Estado fue claro: “A partir de las señales que él mandó y que nos podíamos soslayar, dejó por supuesto en statu quo al radicalismo, a pesar de que nosotros hace mucho rato veníamos pidiendo tener mayor incidencia para tener pertenencia”.

“Teníamos una expectativa muy alta de poder acceder a lo menos a una subsecretaría”, complementa.

Y si bien precisa que no se trata de un cupo más o un cupo menos, explica que “es, en definitiva, poder confirmar a través de esta primera señal política en donde se inicia el segundo tiempo del gobierno… es una señal de quedar rezagados y postergados, por supuesto no solo en la expectativa, en la petición y en una serie de compromisos que habíamos asumido con el gobierno que no se habían logrado concretar, materializar y avanzar”. 

 “La señal que nos enviaron a nosotros -insiste- en quedar como en este statu quo, sumado a una serie de circunstancias que estimábamos que estaban pendientes mostraba que, y el radicalismo me lo hizo sentir, pudiéramos estar no siendo considerados por el gobierno”.

-¿Qué otras circunstancias quedaron, para ustedes, pendientes?

-Como Partido Radical, desde que asumí después de la conformación del gobierno, y como Socialismo Democrático, hicimos peticiones para que existiesen equilibrios no solo en las subsecretarías, sino que también en las seremis, en líneas territoriales, en delegaciones presidenciales y otros cargos. 

Desafortunadamente, por distintos motivos (…)  eso se fue postergando y eso también marcó una señal. Quizás podría haber sido justificado, pero no se había avanzado y, por lo tanto, era una señal muy potente para nosotros de no poder sentir esa incidencia real que esperamos.

Hemos sido un partido sumamente leal, no solo en las votaciones, sino también en la defensa de la acción del gobierno cuando se nos ha requerido.

-Esa lealtad, ¿en qué estado está?

-Después de las conversaciones que hemos llevado a cabo con la ministra del Interior y con el jefe de gabinete del Presidente, que fueron bastante largas y productivas, no solo hicimos saber nuestro sentimiento respecto a esta circunstancia, también nuestra frustración. Pero ello permite ir avanzando en ciertos compromisos y coordinaciones con el gobierno.

-¿Convence la respuesta del gobierno, entonces?

-A mí por lo menos me satisface, me satisface también los compromisos que se adoptaron, porque se inicia un segundo periodo para el radicalismo, así como se inicia un segundo tiempo para el gobierno con el cambio de gabinete. 

Nosotros no estamos entregando un cheque en blanco, pero por supuesto involucra compromisos de ambas partes y una coordinación bastante importante.

-¿Qué tipo de compromisos?

-Vamos a hacer seguimiento constante. Se van a abrir ciertos canales de diálogo específicos y técnicos, vamos a conversar con los ministerios también para abrir espacios programáticos y tener pertenencia. 

-¿Y los compromisos del Gobierno?

-Fueron receptivos. Se comprometieron a abrir los espacios de diálogo y a la recepción de insumos nuestros. De cumplir con los aspectos de representación de desequilibrio a nivel territorial, pero también en los aspectos técnicos que nos interesan.

-Para este segundo cambio de gabinete no entregaron una nómina de candidatos, pero sí manifestaron la intención de que militantes del Partido Radical tuviesen representación en cargos de gobierno, ¿cierto?

-En el primer cambio de gabinete habíamos presentado algunos nombres. Pero en este segundo ajuste, en conversación con el jefe de gabinete del Presidente, es que a partir de los equilibrios que tenían que definirse por parte del Presidente nos iban a ir requiriendo los currículum de carácter técnico. Como eso no se suscitó, presumimos que íbamos a quedar de la misma manera, que fue lo que confirmó la ministra del Interior antes de la ceremonia del cambio de gabinete.

-Los intereses del partido entonces…

-No se dieron los equilibrios, desde ahí viene un poco la desazón, la desilusión, pero lo bueno es que en todo matrimonio cuando existen diferencias lo mejor son las reconciliaciones, así que esperemos que este segundo tiempo sea lo mejor. 

-¿En qué pie queda entonces el estado de reflexión del Partido Radical después de las reuniones con el gobierno?

-Desde el punto de vista personal, me siento satisfecho de las respuestas que nos dieron, son compromisos que hay que ir trabajando. Este es un proceso ahora que hay que ir evaluando, no es un cheque en blanco. Sí reconozco que es un segundo tiempo promisorio. En ese contexto, el estado de reflexión… yo le tengo que dar cuenta a la mesa directiva y a la directiva nacional en definitiva para cerrar el contexto.

Espero que mi directiva nacional comparta la misma opinión que tengo yo en este momento y podamos normalizar las reacciones. 

-Pero, ¿este lunes el Partido Radical asistirá al comité político ampliado?

-A mi juicio deberemos volver y espero que hoy (viernes) eso lo cierre la mesa para que ya el lunes en la mañana, sin prejuicio que tengamos la reunión de la directiva para ratificar esa acción, puedan asistir al comité político.

-Usted emitió una declaración el 11 de marzo en el que aseguró que se acabó el tiempo de la fraternidad radical y que comenzó el periodo de dignidad radical. Ese cambio de tono, ¿se puede interpretar como que se agota la paciencia? 

-No, porque la fraternidad tiene algo muy distinto con la paciencia. La fraternidad implica siempre el buen trato, el diálogo, pero cuando se dieron estas cosas por supuesto que vino este cambio. No podría llamarlo un cambio de tono, pero sí de actitud en el sentido de que hoy, sin prejuicio de que estemos colaborando con el Presidente, también tenemos que resguardar los intereses partidarios. 

“No veo con dramatismo que se revisen los programas de gobierno”

-¿Qué le parece la tesis planteada por la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, respecto a “hacer una revisión crítica del programa de gobierno”?

-Lo de crítica no sé, yo creo que el adjetivo le da una connotación que solo la presidenta del Partido Socialista puede explicar, pero yo creo que siempre los programas tienen que estar en una constante revisión, porque los procesos en la acción de gobernar los van haciendo variar. 

Yo no veo con dramatismo que se revisen los programas de gobierno, que se retrasen algunas prioridades, que se adelanten otras y puedan ir, por supuesto, dando respuesta oportuna, eficiente y eficaz a la ciudadanía.

Ahora, otra cosa dice relación con que uno pueda tener una mirada crítica con el programa y yo creo que, en definitiva, la mirada crítica parte porque no se comparte algunas cosas.

-Pero, bajo esa idea, ¿qué tan apagado tiene que estar el oficialismo al programa de gobierno?

-O sea, yo creo que si el oficialismo se matriculó con un programa de gobierno tiene que estar absolutamente apegado a él. Es como que yo suscriba un contrato y luego comience a encontrar los defectos y no me gusta. Yo creo que ahí quedan dos opciones, o te vas de la pega porque no te gustó el contrato o lo aceptas tal como está.

-¿Apegados, pese a que existan dudas en algunas materias?

-Eso es distinto, yo creo que si bien es cierto uno puede estar apegado a un programa en cuanto al compromiso, tiene que estar con la flexibilidad necesaria para enfrentar la contingencia que implica la acción de gobernar.

Hoy, cualquier revisión a un programa creo que es absolutamente necesaria y legítima para, embarcado solo en ese contexto, para priorizar o dejar de hacer, justamente a partir de las necesidades coyunturales que se están dando por parte de la ciudadanía.

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