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Política

21 de Marzo de 2023

Madre del senador Luciano Cruz-Coke acusa a colegio del sector oriente de discriminar a su nieta con Síndrome de Down

En el Día Mundial del Síndrome de Down, y a través de una carta a El Mercurio, la madre del senador de Evópoli denunció que a su nieta sólo la dejan ir al colegio 2 horas diarias. Desde la Superintendencia de Educación advierten a The Clinic que estas "son prácticas que deben contar con un fundamento legal y ser acordadas con la familia del o la estudiante, ya que de lo contrario podrían constituir actos discriminatorios".

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A través de una carta al director publicada este martes 21 en El Mercurio, la madre del senador Luciano Cruz-Coke contó que su nieta de 7 años –hija del parlamentario– está sufriendo discriminación por tener síndrome de down por parte de su colegio, cuyo nombre no menciona, pero que está en el sector oriente de la capital.

“Soy una abuela chilena de 84 años que siento, veo y vivo cómo en este país la inclusión para niños Síndrome de Down, TEA y discapacitados existe en el papel, pero no en la realidad”, comienza el mensaje escrito por Lucía Carvallo Arriagada.

Luego, la madre del senador Cruz-Coke cuenta que su nieta asiste “desde el año 2021 a un colegio particular, el cual dice ser inclusivo”. Sin embargo, a continuación describe hechos altamente irregulares.

“Cuando ingresó al colegio fue recibida por cuatro horas, de 9:00 a 12:00 (sic). El año 2022 la recibieron nuevamente como alumna, pero ya sólo tres horas. Siento pena y mi conclusión es que el colegio está errado en su actuar”, explica Carvallo.

La denuncia continúa con que “este año 2023 informaron a sus padres que la recibirán sólo por dos horas, es decir, de 9:00 a 11:00, y al ser retirada del colegio, pasa a quedarse en su casa. Siento que esta situación es profundamente discriminatoria hacia mi nieta, ya que con ese horario no aprende nada ni se integra mejor al colegio. Para los padres, que trabajan y no están en la casa, esta situación provoca un enorme problema y desorientación, ya que con esos horarios no les dan soluciones factibles, ya que mi nieta queda prácticamente sola hasta la llegada de sus padres y sus hermanos a las 14:00”.

Luego, cerró con una pregunta: “¿Cómo no va a existir una institución con creencias religiosas y buena educación e instrucción para hacer de estos niños personas felices e integradas en el mundo real?”.

Al ser consultado por The Clinic, el senador Luciano Cruz-Coke se excusó señalando que no hablaría sobre el contenido de la carta.

Desde la Superintendencia de Educación explicaron a The Clinic que “medidas como reducir la jornada escolar, separar al estudiante de las actividades pedagógicas o no contar con una evaluación diferenciada para aquellos estudiantes que lo requirieran, son prácticas que deben contar con un fundamento legal y ser acordadas con la familia del o la estudiante, ya que de lo contrario podrían constituir actos discriminatorios”.

Además, sobre el caso de la hija de Luciano Cruz-Coke, señalaron que “para avanzar en materia de acceso e integración, los establecimientos deben disponer de oportunidades para reducir las barreras de aprendizaje e impulsar ambientes escolares que promuevan la participación de todas las personas”.

Todo esto se enmarca bajo la ley 21.544, conocida como Ley Miscelanea, que entró en vigencia en febrero de este año. Esta establece que “los proyectos educativos de los establecimientos educacionales particulares pagados deberán contemplar programas de inclusión escolar que incorporen los ajustes necesarios y apoyos pertinentes, tales como estrategias de diversificación de la enseñanza y adecuaciones curriculares, entre otros, para el acceso y permanencia de estudiantes con discapacidad o necesidades educativas especiales permanentes”.

Respecto del tema. Juan Emilio Parada, presidente de la fundación EduDown, comenta que “los colegios que tienen un buen proyecto de integración se pueden permitir esos horarios, siempre dependiendo de la resistencia del niño y en conversación con la familia”.

A esto agrega que “lo más usual es que, si un niño con Síndrome de Down no puede estar todas las horas en el colegio, tenga una educación aparte. Lo extraño es que vaya dos horas al colegio y después sólo esté en la casa”.

“Yo conocí un caso en España de una familia que llevaba sólo media hora a su hijo con síndrome de down al colegio. Después lo llevaban a una fundación especialista como la nuestra”, ejemplifica Parada.

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