Guido Girardi y el futuro del PPD: “Hay que avanzar en una federación entre las fuerzas de centroizquierda”

“Yo no quiero estar en la primera línea, quiero aportar contenidos. Porque el debate y la derrota que tenemos es política e intelectual. Quiero aportar desde lo intelectual”, define Guido Girardi (62) su actual rol en el PPD, un partido en crisis que, tras decidir ir en una lista separada al resto del oficialismo, sólo obtuvo un 3,5% de los votos y no obtuvo ningún escaño en el Consejo Constitucional.

Hoy en día el médico de profesión está alejado de la política dura y se dedica a su principal obsesión: la tecnología, la evolución y los temas de futuro.

Guido Girardi está sentado en su oficina de la Fundación Encuentros del Futuro -donde es vicepresidente ejecutivo-, en una mesa que parece pequeña en comparación con su larga y ancha oficina, rodeada de cuadros y esculturas.

Sobre la mesa de vidrio hay un cráneo incompleto y deforme. Algo escalofriante. Pero refleja su interés actual: “Es una de las tres copias que hay en el mundo de Tumai, el primer bípedo de hace 7 millones, que liberó las manos e hizo que nos separáramos de los monos”. Según cuenta, el descubridor del cráneo, un paleontólogo frases, era amigo suyo y le regaló una copia, mientras que las otras dos las tienen expresidentes franceses.

Las conclusiones de Girardi sobre el proceso evolutivo al que nos están llevando los avances tecnológicos dan para una conversación de horas. 

Sin embargo, su mayor preocupación en esta materia tiene que ver con el escenario político: “Las fuerzas políticas que se hacen atractivas para la gente van cambiando muy rápido: pasó de ser la Lista del Pueblo a Daniel Jadue; después fue el Partido de la Gente y ahora el Partido Republicano. Es decir, estamos en un fenómeno totalmente reactivo y menos reflexivo”.

-¿Cómo ve el escenario político en Chile?

-Si no cambiamos el eje, estamos perdidos, porque el eje de la seguridad es autoritarismo, es transar permanentemente la libertad. Además, el mundo progresista, para ser justos, siempre ha tenido un problema ideológico con el uso de la represión. A las izquierdas del mundo les cuesta mucho más hacer lo que hace el Presidente de El Salvador, que es matar delincuentes. 

-¿La izquierda tiene que adoptar esas medidas?

-Nuestro mundo tiene toda una ética que valoro mucho, que hace que cueste más tomar medidas de seguridad. Pero, además, cuando el gobierno lo trata de hacer, es percibido como algo inconsistente y no creíble. Eso tenemos que afinarlo, pero sobre todo hay que cambiar el escenario, porque ahí estamos perdidos. La derecha, por su parte, exacerba ese escenario, los medios de comunicación, para poder competir por la atención, colaboran con ese escenario.

-¿El gobierno tiene baja credibilidad en materia de seguridad?

-Cuando Carolina Tohá o Gabriel (Boric) tratan de tener una respuesta, la sociedad no los valora. Si uno tiene una orquesta con excelentes músicos, pero hay un par de ellos que están tocando otras partituras, todo se escucha mal. Eso es lo que pasa.

En este ámbito, Girardi ofrece una solución: “He planteado que debemos concebir la seguridad como un derecho humano”. Así, asegura que, para la izquierda “las vacilaciones que hemos tenido son carísimas, porque la gente no nos cree y la gente lo único que quiere es eso”.

Sin embargo, no cree que su sector sea el único dañado por la falta de seguridad. “Piensa que la UDI y RN, en esta elección, le hicieron la pega a los republicanos, porque exacerbaron el miedo, la violencia, el crimen, pero ellos tampoco son creíbles, porque ya fueron gobierno”, explica. 

-¿El Partido Republicano sí es creíble en materia de seguridad?

-La gran fortaleza de republicanos es que no tienen trazabilidad. La gente no da muchas oportunidades, no quieren votar por los políticos de siempre, por el establishment. Al final, la gente vota por republicanos porque cuando mira a los demás, ve que todos fracasaron y pone su esperanza en los nuevos. Pero esa esperanza va a desaparecer a la vuelta de la esquina.

Guido Girardi: “Chile puede salvar al planeta”

-¿Qué rol debe jugar al centroizquierda en este escenario?

-Ya tuvimos un tremendo fracaso en el plebiscito de salida. Luego perdimos la propuesta de cambios que queríamos hacer, cuando se cae la reforma tributaria. No tenemos mayoría en el Senado, así que la probabilidad de hacer cambios reales es muy baja. Entonces, si queremos disputar el futuro, nuestra tarea principal es cambiar el escenario.

-¿Cómo se cambia ese escenario? ¿Cuál debe ser el nuevo escenario?

-Lo primero es que la orquesta tiene que tocar la misma partitura. Lo segundo es que hay que gobernar: resolver el tema de la migración, las listas de espera, entregar una mejor educación. Ese es el rol de la centroizquierda, ayudar a gobernar bien, porque tenemos experiencia. Si no fuera por Tohá, Marcel y Monsalve, gobernar sería muchísimo más difícil. Creo, además, que Chile puede salvar al planeta.

-¿Cómo así?

-Piensa en el cambio climático, tenemos que tener un reemplazo de las emisiones con electromovilidad. Chile tiene el litio y el cobre para esa transición. Después viene el hidrógeno verde, el combustible del futuro. Para esto hay que tener ambición. Luego viene la crisis alimentaria, donde Chile tiene el mar más productivo. Hay que desplazar la discusión. Ese es el cambio de escenario que necesitamos.

Guido Girardi habla de un gobierno unido, que funcione como una orquesta. Sin embargo, fue su partido el que impulsó un quiebre importante al decidir ir en una lista separada a la elección de consejeros.

De todos modos, el exsenador se descarta de este problema, asegurando que “la idea era ampliar la base del gobierno, que es lo que hace el Socialismo democrático. Pero mi condición para apoyar esto era que fuéramos junto al PS y el PL”.

-¿Cuál es el futuro del PPD? ¿Debería disolverse e integrarse, por ejemplo, al PS?

-Los datos son claros y no solo de esta elección. El PS tiene un poco más de 5% de representación, el PPD tiene 3,5%, el PL tiene 1% y algo más, lo mismo la FRVS, que tiene 1,1%, el PR tiene eso mismo. Pero con eso tú no mueves la aguja para ninguna parte. Tenemos que avanzar, en una primera etapa, en una federación de centro izquierda entre el PS, el PPD, el PR, el PL y la FRVS, donde tengamos una voluntad intelectual de proyecto político y cambio de escenario.

-¿Cuál sería la diferencia de esa federación progresista que usted propone con la alianza que tiene hoy el Socialismo Democrático?

-Esa federación tendría una conducción política, con una directiva que permita mantener la identidad, pero que también se disuelva en un proyecto mayor.

-¿Qué camino debería tomar el PPD? ¿Debería renunciar alguien de la directiva tras el resultado del domingo?

-El PPD es un partido con cultura anticipatoria, fue el primero en poner los temas ambientales en Chile, que planteó los derechos de los homosexuales. El PPD ha aportado mucho y tiene un rol y una cultura en ese sentido, es un partido que no está anclado a las viejas ideologías y que puede renovarse intelectualmente. Pero también creo que el PPD ha perdido la capacidad de renovarse desde las personas, ha perdido capacidad de inserción en los territorios. El PPD tiene que hacer una reingeniería, pero tiene que hacerlo con otros partidos, porque no tiene sentido ser instituciones que son irrelevantes por ser poco representativas. Viene otra fase en la historia de la humanidad.

-¿Cuál es el rol del partido en esa fase?

-Para mí, el PPD tiene que ser uno de los motores intelectuales de este Socialismo Democrático. Además, entre las personas del partido hay una capacidad intelectual gigantesca. Está Rodrigo Valdés, Carolina Tohá, Francisco Vidal, nuestros parlamentarios. El PPD no va a desaparecer, tiene seis senadores y ocho diputados. El gran desafío es intelectual, porque creo que ahí el PPD tiene sentido, puede aportar y se puede legitimar. 

-¿Y la directiva actual debe renunciar?

-Después veremos si Natalia (Piergentili) va a seguir. Creo que ella hizo una excelente tarea, fue un rostro amable en un escenario muy complejo, pero para mí lo importante es todo lo anterior.

“Los algoritmos tienen impacto directo en lo que pasó en la última elección”

Para Guido Girardi, el problema de fondo que tiene nuestra sociedad “es que estamos pasando de una civilización a otra. Provenimos de un tiempo que fue tremendamente innovador, que permitió avanzar en el sistema democrático y con avances sustantivos en materia de derechos humanos”.

Sin embargo, está alerta de que “todo el chasis que había para ese ecosistema terminó, y ahora viene otro ecosistema tecnológico”. En esa línea, asegura que “ahora estamos viviendo una transformación a una velocidad que nos deja fuera de la capacidad de gobernarla”.

“La tecnología está cambiando nuestro cerebro de forma más rápida. Estamos siendo testigos de un cambio evolutivo, pero no en la escala de millones de años”, concluye.

-¿Esto vendría siendo una cuarta revolución industrial?

-Piensa que estamos creando una inteligencia que no existía en el planeta. Es como que creamos una inteligencia alienígena, porque no es propia y no existía. Y esa inteligencia artificial también está evolucionando a la velocidad de la luz. Y esa inteligencia está siendo capaz de ser creativa, de entender el lenguaje natural, que es la antesala de la emoción.

-¿Cuál es la importancia de esta evolución en el contexto del poder?

-La nueva economía es la economía de los datos, porque son el combustible para la inteligencia artificial. Y para extraer los datos, lo importante es la economía de la atención, que es un recurso muy valioso y escaso. Eso está cambiando el mundo, porque para activar la atención se necesita de un umbral muy distinto, se necesitan contenidos agresivos, violentos, amenazantes, polarizadores, falsos o conspirativos. Los algoritmos están diseñados para amplificar flujos de información de ese tipo. Al final, los algoritmos tienen impacto directo en lo que pasó en la última elección.