VIDEO. Italiano explica por qué le encanta “hablar chileno”: “Escucho a alguien decir hue… y me sale una sonrisa”

“No solo tengo acento chileno, pero también hablo chileno“, aseguró Matteo Bicciato, un italiano que llegó a nuestro país hace casi nueve años y quedó fascinado por la cultura, los paisajes y la gente. Incluso su pareja es una compatriota.

A través de un video publicado en la plataforma TikTok, el extranjero explicó cómo aprendió español y dio a conocer las razones por las que le encanta nuestro particular dialecto que nos diferencia de los otros países hispanohablantes.

“Yo hablo chileno y me encanta. Esto porque hace ocho años, cuando llegué acá, no cachaba ni una hueá (sic) de español, solo algunas palabras”, relató el creador de contenidos.

Bicciato explicó que “vine a Chile abierto a enamorarme del lugar, de la gente, de la cultura. Y finalmente esto resultó, porque después de tantos años sigo acá, enamorado y obviamente hablando chileno”.

“Para los extranjeros, el chileno es un español chistoso, extraño, y para otros, puede ser que lo vean como algo nada que ver con el castellano, pero son fomes”, agregó.

Sin embargo, el italiano mencionó que prefiere hacer caso omiso a los comentarios negativos sobre nuestro acento. “A mí me encanta, y me encanta que a cualquier lugar o donde vaya nadie entienda dónde chucha (sic) aprendí a hablar así, porque obviamente tengo acento y se crea una mezcla rara, única”, confesó.

“Me encanta que si estoy en Italia y quiero que nadie me entienda, puedo hablar chileno y también me hace demasiado feliz si estoy en cualquier lugar del mundo escucho a alguien decir hueón (sic) y me sale una sonrisa“, dijo el tiktoker.

Por último, el creador de contenidos cerró el video con una emotiva reflexión: “Como extranjero, siempre que me pregunten dónde aprendí a hablar así, voy a decir con orgullo que lo aprendí en Chile. Así es la hueá (sic)”.

Puedes ver el video a continuación:

@matteobicciato Hablando italo-chileno 🇮🇹 en 🇨🇱 #chile #italiano #chileno #CapCut ♬ suono originale – Matteo Bicciato