El caso de la periodista británica espiada por TikTok que reabre el debate por la seguridad de la red social china

A fines del 2022, TikTok contactó a la periodista británica del Financial Times, Cristina Criddle, para explicarle que un grupo de empleados de la red social china revisó los datos de usuario de su cuenta personal sin que ella entregara su consentimiento, o siquiera supiera.

Cristina Criddle -según contó hace unos días a BBC News– habló con trabajadores de la red social que estaban disconformes con ciertas prácticas de la empresa para realizar unos reportajes. En ese marco, dos días antes de navidad, la empresa le confesó que se revisaron sus datos personales, como su dirección IP y ubicación, con la finalidad de identificar las fuentes de sus reportajes sobre TikTok.

La mujer aseguró que “fue una situación realmente escalofriante y horrible, y personalmente, un abuso“. “Estaba en la casa de mi familia, con mi hermana adolescente y mis primos también adolescentes, y todos ellos usan TikTok todo el tiempo. Y ellos estaban como, ‘wow, ¿deberíamos preocuparnos?'”, expuso.

Explicación de TikTok

Desde TikTok señalaron que durante el verano del 2022 los funcionarios compararon la dirección IP de la cuenta personal de la Cristina Criddle -la que estaba a nombre de su gato, Buffy- con la de sus empleados. Sin embargo, reconocieron el “mal uso de su autoridad”, pero afirmaron que quienes revisaron la información lo hicieron sin solicitar permiso.

Desde la red social sostuvieron que esto fue producto de una “mala conducta de algunos individuos” de ByteDance -empresa dueña de la red social-, pero no es una acción que se realice generalmente.

Desde ByteDance, en tanto, expresaron que “lamentaban profundamente” lo que calificaron como una “violación significativa” del código de conducta de la empresa. En ese sentido se comprometió a “garantizar que esto nunca vuelva a suceder”.

Además explicaron que los datos de usuarios de Estados Unidos o países del occidente no se almacenan en China y que los empleados que espiaron a la periodista y a un grupo de periodistas occidentales ya habían sido despedidos de la empresa por mala conducta.

Cristina Criddle mostró su preocupación por el actuar de TikTok: “Si mi ubicación estaba siendo monitoreada 24/7, eso no se limitaba solo a mi vida profesional, lo que tampoco estaría bien si fuera así, pero esto era también en mi vida personal. Era cuando salía con mis amigos, cuando estaba en vacaciones y todo eso”.

Según explicó la periodista británica, utilizaba esta cuenta en su celular personal, pero estaba a nombre de su gato y en el perfil no mencionaba su nombre ni cargo, además era una cuenta de bajo perfil (con 170 seguidores y 20 videos de la mascota).

Criddle señaló al medio citado que “lo realmente aterrador, y lo que realmente amenazas que yo solo estaba tratando de hacer mi trabajo”.

El público conocimiento de esta situación reabrió el debate que ha dado vuelta al mundo luego de que algunos países hayan restringido el uso de TikTok, por la sospecha de que el Gobierno chino la esté utilizando como un medio para vigilar y distribuir propaganda entre los ciudadanos. Incluso en Chile hay un proyecto de ley que busca prohibir su uso en los teléfonos de funcionarios públicos.