El sincero relato de Patricia Maldonado tras accidente de tránsito: “Pedí a mis padres ya fallecidos que me ayudaran”

Después de sufrir un violento accidente de tránsito el pasado viernes en la Ruta 68, la animadora de televisión Patricia Maldonado, se sinceró sobre los daños que sufrió y dio a conocer detalles de su traumática experiencia.

En entrevista con Las Últimas Noticias, la presentadora relató que lo único que recuerda de aquel día es que “sentí que me di más de ocho vueltas en el aire y les pedí a mis padres, ya fallecidos, que me ayudaran“.

“Me di tantas vueltas que quedé botada en una zanja con el vehículo hacia un lado y atrapada en un sitio chiquitito. No podía salir. Mi gran temor era que el auto estallara porque justo había llenado el tanque de bencina el día anterior”, agrega la cantante que ya fue dada de alta del Hospital Militar.

A pesar del violento siniestro, recibió ayuda de la enfermera Elizabeth Galeguillos, que por casualidad iba detrás de ella a la altura del kilómetro 28 en Curacaví. “Respira profundo porque yo quería arrancar y no podía. Tuve la valentía de revisarme el cuerpo, los pies, piernas, brazos y dientes. No estaba quebrada“, recuerda.

Sin embargo, tenía una herida en el rostro que le generó pánico. “Sentía que mi ojo derecho iba creciendo de una manera insólita, entonces pensé que había perdido el ojo“, describe la panelista de “Tal Cual”.

Luego del accidente, Patricia Maldonado llamó inmediatamente a su amiga Raquel Argandoña, debido a que “en esos momentos se necesita gente que sea rápida, que reaccione para que le avisar a mi familia. Ella no escuchó mi mensaje altiro, sino que después habló con la enfermera y les avisó a mis hijos y a Jorge, mi marido, que llegó al hospital en pijama y chalas”.

Además, la animadora reflexionó que “creo que la vida me ha dado una tremenda segunda oportunidad porque de este accidente la gente no se salva. Caí a 50 metros de una quebrada gigantesca. Ahí ha habido muertes terribles. Cuando pasé por ahí de vuelta del hospital cerré los ojos, no quise mirar y por primera vez lloré con ganas”.