Manquehuito: La historia del reconocido profesor de karate que murió descendiendo del cerro

El viernes por la mañana, el profesor de karate, Francisco Muñoz (58), salió junto a su pareja e hijos a hacer un trekking en el cerro Manquehuito en la comuna de Vitacura. Casi 400 metros ya al interior del sendero, sintió un malestar muy intenso que lo hizo caer.

Muñoz tuvo un infarto fulminante que le quitó la vida de forma instantánea e indolora, señaló LUN. La pareja del profesor de karate llamó a Cristián Flores, uno de sus aprendices más antiguos, y contó que “solo dijo antes que sentía la garganta apretada y cayó”.

Flores conocía a Francisco Muñoz hace 35 años. Hoy, él es cinturón negro y segundo dan. Acompaña y ayuda a dar clases en el dojo que lleva el nombre del profesor: Academia de Karate Kenpo Francisco Muñoz, en la calle Colombia 233, Recoleta.

12 personas, -entre ellas familiares y antiguos alumnos- con el permiso de bomberos, bajaron el cuerpo del profesor Muñoz del cerro hasta el Servicio Médico Legal en una camilla, por cerca de 40 minutos.

En honor a su nombre y legado, cerca de 70 personas hicieron una clase en el dojo de Muñoz para homenajearlo por medio del entrenamiento de la actividad que realizaban juntos: karate.

“Luego de compartir lo que había pasado y de dedicarle algunas palabras al profesor, pasamos por sus ejercicios clásicos. Fue una clase llena de emoción, cada uno de los ejercicios fue a punta de lágrimas, pero todo muy bonito y simbólico”, sostuvo Alex Molina, alumno de Muñoz.

“Gracias a él logré ser seleccionado nacional y competir internacionalmente. Para mí y para muchos fue como un padre. En la escuela fue un rehabilitador de personas, un profesor de vida. Más que solo profesor, fue guía y maestro, nos enseñó a ir contra la adversidad”, reflexionó Molina.

Los logros deportivos de Muñoz son muchos, fue seleccionado nacional y participó en campeonatos mundiales, sudamericanos y panamericanos. Pero Robinson Fumeron destacó su humildad y orgullo por sus estudiantes: “Nunca se jactó de sus logros, no así de los campeonatos que ganaban sus alumnos, esos los publicaba. Fue una persona extremadamente humilde“.

“Una de las personas que me cambió la vida y me ayudó a ser quien soy fue Pancho. No solo me enseñó a pelear en el tatami, sino que también en la vida“, reveló Fumeron.