Gran Hermano: ¿Debería estar un perro en un set de televisión? Expertas advierten que “debemos empezar a entender que no son muebles”

Ternura causó durante la semana pasada la llegada de Bigote a la casa de Gran Hermano, el programa de Chilevisión. Desde el barrio de Beccar en Buenos Aires llegó el cachorro que de inmediato llamó la atención.

Durante los últimos días el perro sigue siendo el tema de conversación, pero ya no por su simpatía, sino por los tratos que ha recibido. Fernando Altamirano, conocido como Bambino en el programa, hizo comentarios sobre tirar a la piscina o a la parrilla al animal. Mientras que el participante Lucas Crespo sujetó por unos segundos el hocico Bigote.

Para la veterinaria María Eugenia López (37) es un error hacer ingresar a un perro a un espacio televisivo: “Bajo ninguna circunstancia se deben usar para la entretención y subir el rating no es una excepción. Imagínate que hubiese reaccionado de forma violenta en el forcejeo que tuvo con un participante. De inmediato queda como que es agresivo, cuando no lo es”, expone.

Para la veterinaria se genera un escenario de estrés innecesario donde “la salud de Bigote está en juego”. “Médicamente es complejo, tiene cambios en su estado de ánimo y el estrés de estar encerrado. Aparte de estar en un ambiente donde hay gritos. En Gran Hermano obviamente le dan cariño, pero ¿y después? Ya se acostumbra a ciertas costumbres y estas no se van a mantener”, indica.

Así también lo señala Erica Herrera (56), administradora de la Corporación Unión de Amigos de los Animales, quien también es reacia a cualquier uso de los animales en la televisión. “Como sociedad debemos empezar a entender que no son muebles, no son algo que uno pueda adquirir para decorar o pasar el rato”, dice.

Para Herrera, que Gran Hermano ingrese un animal no es el mensaje correcto: “La clave es entender que todos los perros necesitan un entorno estable, donde se les dé amor. Y no ser usados para la entretención”.

La respuesta desde Gran Hermano

Desde el reality emitieron un comunicado al respecto, donde apuntan que de volver a existir un trato negativo hacia el animal se tomarán “las medidas más severas, que van desde una amonestación hasta la expulsión de la casa”.