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9 de Septiembre de 2023

Ministra de la Mujer Antonia Orellana: “No comprometerse con la democracia a todo evento es un error”

La ministra de la Mujer, Antonia Orellana Guarello.

En medio de la cruzada de la ministra de la Mujer por relevar el rol de dirigentas y otras figuras durante la dictadura, la representante del Frente Amplio en el comité político aprovecha de analizar el clima político en torno a la conmemoración de los 50 años del Golpe.

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Como la única representante del Frente Amplio en el comité político, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana (33), exhibe definiciones claras sobre el ambiente que se vive a pocas horas de la conmemoración de los 50 años del Golpe. No evita en calificar como un “error” la actitud de la oposición respecto al “compromiso por la democracia”, que el Presidente Gabriel Boric invitó a suscribir a todo el arco político. O en señalar que el expresidente Sebastián Piñera -quien sí firmó el documento- ha marcado una diferencia respecto de su sector.

Pero a propósito de la fecha, los dichos de la diputada Gloria Naveillán -quien calificó de “leyenda urbana” los vejámenes sexuales a mujeres durante el régimen- preocupan a la ministra. No solo respecto a quienes fueron víctimas, también afirma que “no está bien construida la historia de la participación de las mujeres en la resistencia a la dictadura y recuperación de la democracia”.

—Como ministra de la Mujer, ¿qué reflexión puede hacer de ese tipo de declaraciones?

-Creo que eso responde a una “teoría de los excesos”, que siempre ha enarbolado el pinochetismo. Le llaman excesos a muchas cosas: a la tortura sistemática, a los allanamientos masivos, a los tiroteos a mansalva o a las vejaciones sexuales. Y esa idea de excesos no es casual, es una forma de exculpar a quienes tenían el mando, busca decir que había subordinados que cometieron excesos y que no fue algo sistemático. Eso es algo que ha sido sistemáticamente desestimado, hubo lo que se llama terrorismo de Estado (…). Pero la verdad es que la violencia sexual la han negado siempre y es increíble ver cómo en estos 50 años esos discursos se fortalecen.

—Hace algunos días se anunció la recuperación del centro de tortura “Venda Sexy”, por parte del Estado. Acción que de todas formas generó reparos en aspectos como el pago al expropietario por el inmueble. ¿Han podido conversarlo con esos grupos?

-Entre las distintas agrupaciones de sobrevivientes y familiares de la Venda Sexy hay distintas percepciones. La verdad, es que bajo la legalidad existente hoy, no se puede expropiar sin una compensación. Y por lo tanto, lo que se hizo fue una tasación, una tasación bastante menor al precio comercial (…). El propietario fue muy hostil con las víctimas y en eso yo entiendo una bronca desde las sobrevivientes, porque destrozó placas, un mosaico que se hizo en su momento. Pero respetando la autonomía de las organizaciones, nosotros buscamos que la política de memoria sea una política de Estado, y en ese caso, correspondía recuperar el inmueble.

—A propósito del levantamiento del secreto del informe Valech, y particularmente entre las organizaciones de mujeres víctimas de violencia sexual, ¿ha podido recoger la opinión de ellas respecto a la medida?

-Los testimonios se entregaron bajo reserva, pero el secreto por 50 años fue una ley posterior. En el testimonio de una persona que pasó por un centro de detención no está solamente su relato personal: está con quién se encontró y cuándo. Esos datos permiten ubicar a otras personas detenidas o desaparecidas en un lugar, en un momento y son un elemento fundamental para el plan de búsqueda. Y eso es una base de datos que se cruza, como cualquier base de datos. Aquí nadie está hablando de un gran diario mural en Internet o un gran memorial donde los relatos de cosas tan íntimamente dolorosas, como la tortura.

—¿Pero hay un consenso en ese mundo respecto de la medida?

-Toda esta conversación en forma oficial la ha llevado por supuesto el Ministerio de Justicia. Pero yo en particular fui voluntaria de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) y trabajé varios años ahí. Conozco a muchas de sus integrantes y no conozco a ninguna que me haya dicho que está en contra del levantamiento del secreto. Por supuesto puede haber personas que sí, por eso es que está la posibilidad de oponerse. 

—Más allá de las víctimas, la cruzada como ministerio de cara a la conmemoración es relevar el rol de la mujer como sujeto político en ese período. ¿Qué iniciativas se están llevando a cabo?

-Inauguramos en Metro Plaza de Armas la exposición “50 mujeres, 50 años”. Un listado de 50 mujeres que recolectamos con las seremías regionales. En general se habla de la organizaciones como AFEP, por supuesto, pero también está UDEMA, la Unión de Mujeres de Atacama. O la Agrupación 16 de octubre de Coquimbo, que son las víctimas de la Caravana de la Muerte. Todas levantadas por mujeres (…). También estamos levantando un archivo digital que va a ser donado al Archivo Nacional como acervo histórico de la memoria de las mujeres en ese período.

Hay un hito que siempre lo menciono porque es desconocido, pero el primer acto organizado opositor fue el 8 de marzo de 1976, donde por primera vez Gala Torres bailó “La Cueca Sola”. Esas cosas no se saben porque no está bien construida la historia de la participación de las mujeres en la resistencia a la dictadura y la recuperación de la democracia

Ministra Orellana: “Las nuevas generaciones de derecha debieran darse la oportunidad de no tener posiciones pinochetistas”

—¿Ve con preocupación el clima entre oficialismo y oposición frente a la conmemoración?

-Hace algunos días la Cámara homenajeó a diputados detenidos desaparecidos como Carlos Lorca (PS). (En la derecha) se negaron al homenaje. En los años 90, se retiraron de la sala cuando apareció el canciller alemán, Helmut Köhl. Entonces, hay una conducta persistente en la derecha, aunque me gustaría que no fuera así (…). A diferencia del Presidente Piñera. Él fue muy disruptivo en su sector en su momento al decir cómplices civiles y también en cerrar el Penal Cordillera.

Pero a mí me preocupan las nuevas generaciones de derecha. Creo que ellas debieran darse la oportunidad de no tener posiciones pinochetistas. Si hay una autocrítica que yo hago respecto a estos 50 años es que creo que nos ha faltado hablar con la juventud. ¿Qué les estamos ofreciendo? Hay (en ese grupo) una menor valoración de la democracia, una mayor validación del autoritarismo y hay que preguntarse por qué, qué presencia se está teniendo en esos espacios.

—¿Por qué cree que partidos como la UDI o RN no adhirieron al compromiso?

-Creo que hay demasiada identificación de que el respeto irrestricto a la democracia y a los derechos humanos sea una posición de izquierda. Y que, quizás, en tiempos en que surgen liderazgos más de ultraderecha, vean eso como inconveniente. Pero en el camino largo de nuestro país, no comprometerse con la democracia a todo evento es un error.

—A la conmemoración acudirán mandatarios de signo contrario al de su administración, como Luis Lacalle Pou. ¿Hay una característica particular de la derecha chilena?

-Y agradezco mucho que asistan, porque espero que esa presencia pueda contribuir al debate que hay hoy dentro de la derecha. No son todos los que nos están de acuerdo con firmar.

“El país, las personas, ya no están en un momento constituyente”

—¿Qué opinión tiene del curso de la discusión constitucional en el Consejo?

-Agradezco mucho que liderazgos importantes de mujeres de derecha, como Lily Pérez o la alcaldesa Evelyn Matthei, hayan dicho que están en desacuerdo con estas enmiendas maximalistas. Es muy valorable el poder ir construyendo consenso respecto a la no regresividad en cuanto a los derechos de las mujeres. Me llama mucho la atención que se retira una enmienda que atenta contra las tres causales (de aborto), pero se mantienen otras cuatro (…). La estrategia explícita es buscar otra redacción, pero con el mismo fin.

—De aprobarse, se evidencia una regresión respecto a lo ya establecido bajo esta Constitución.

-Sí, es una posibilidad. Lo hemos comentado con las exministras Claudia Pascualy Laura Albornoz, también con la presidenta Bachelet (…). Pero yo no soy derrotista, porque la misma historia muestra que, incluso con derrotas eventuales, hay una fuerza muy grande de las mujeres en Chile. Cada generación le entrega un margen mayor de libertad al anterior, incluso en dictadura. Hubo momentos en los que ni siquiera había mujeres representantes políticas y aún así logramos avanzar.

—¿Cree que en este intento se podrá terminar con la Constitución de 1980?

-No soy pitonisa. Depende mucho del mismo consejo. Creo que el gesto del oficialismo de decir ‘retiramos todas las enmiendas, pero sentémonos a alcanzar un consenso’ es muy expresivo de que hay una oportunidad.

—¿Y será la última oportunidad de redactar una nueva Constitución?

-Creo que el país, las personas, ya no están en un momento constituyente. El de tratar de forzar la nota sería un error.

—Para finalizar, un grupo de diputados oficialistas ha promovido que el Penal Punta Peuco sea reconvertido para mujeres privadas de libertad con hijos, ¿podría concretarse algo de ese tipo?

-Las condiciones carcelarias de las mujeres, embarazadas y puérperas son una de nuestras principales preocupaciones. Pero este tipo de cosas, como dice el ministro de Justicia, es el tipo de cosas que se hacen y no se dicen. Es algo tiene que ser hecho con responsabilidad, también por esas mismas mujeres.

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