“En ningún caso fue un intento de golpe de Estado”: Jeannette Jara le responde a Piñera por acusación sobre el 18 de octubre

El día miércoles se cumplieron cuatro años desde el inicio de las manifestaciones que derivaron en el llamado estallido social. En ese contexto, personeros del oficialismo y la oposición salieron a marcar sus posturas sobre el acontecimiento, como fue el caso de las exautoridades del expresidente Sebastián Piñera, que supusieron un “golpe al Estado” durante esos meses de conflicto. Sin embargo, la ministra del Trabajo, Jeannete Jara (PC), salió a rebatir esa idea.

Jara -que se ha desempeñado como vocera subrogante por la visita a China de la líder de la Segegob, Camila Vallejo- se refirió a los dichos que sostuvo Piñera hace poco menos de un mes, en septiembre, cuando dijo a una radio argentina que sufrió un “golpe de Estado no tradicional” en su mandato durante el estallido.

En ese sentido, la líder de la cartera del Trabajo replicó que “lo que aquí hubo en ningún caso fue un intento de golpe de Estado, como lo ha señalado el expresidente Piñera“.

A eso sumó que “los mecanismos operaron dentro de la institucionalidad a fin de interpelar su mandato, pero todo dentro del marco institucional”, aludiendo a los dichos de Juan Francisco Galli, exsubsecretario del Interior, quien señaló el miércoles que el Partido Comunista y el Frente Amplio “quisieron interrumpir el gobierno“.

La secretaria de Estado también manifestó su molestia por el debate generado en torno a ese tema, asegurando que ello “es algo que para las personas que estamos en política nos sirve para tener otras posiciones (…). A las personas que salieron a reclamar por pensiones más justas, por una vida más amable, por las alzas que estaban viviendo, no les cambia nada la vida“.

Jara deja puerta entreabierta para la reforma previsional

En otros temas relativos a su cartera, marcada por la reforma de pensiones, la que en esta semana se dio a conocer su pausa en las negociones, Jara no zanjó por completo unas nuevas tratativas.

“La oposición ha sido muy intransigente“, criticó, aseverando que “no le han tomado el peso a esta forma que han tenido de actuar”.

Pero, pese a ello, precisó que “no es un congelamiento el de la reforma, sino que es la necesidad de tener un acuerdo un poquito más transversal“. Sobre la idea que se levantó que la reforma sería conversada después del plebiscito del 17 de diciembre, la ministra dijo que el plebiscito no es el que “lo condiciona“, sino “la voluntad política de los que estamos en este tema”, abriendo posibilidades a un nuevo acercamiento con el sector opositor.