Claudio Orrego: “Es inconcebible que a las máximas autoridades regionales no se les otorguen facultades en seguridad”

“Tenemos, en algún sentido, las manos atadas, pero no estamos de brazos cruzados”, dice el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego (56), cuando profundiza en una demanda sentida desde su cargo: el traspaso de atribuciones -particularmente en seguridad- desde la figura del delegado presidencial al rol que ejerce desde 2021.

El diagnóstico para el exmilitante de la DC es categórico: “Estamos viviendo hoy día el peor momento de seguridad en muchísimo tiempo en Santiago. Tenemos una pandemia de homicidios (…). Hoy tenemos el crimen organizado con bandas internacionales, con niveles de violencia de verdad inauditos, desconocidos en la historia de Chile, y no hemos adecuado todo el sistema para enfrentarlo”, reflexiona.

De su relación con el Ejecutivo, su repostulación al cargo y del escenario político, Claudio Orrego conversa con The Clinic.

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—Una demanda compartida entre los gobernadores es no contar con facultades respecto a la seguridad. Usted mismo ha insistido en ese punto. ¿Cuál es su diagnóstico en la materia?

—Es el peor momento de seguridad en décadas. Una de las cosas que nos preocupa es que no le tomemos el peso al impacto que está teniendo el crimen organizado. Nuestra legislación, el sistema judicial, nuestro sistema penitenciario y de prevención del delito todavía está construido para una realidad previa a la actual. Para delitos comunes, para bandas menores (…).

He ocupado una metáfora estos días: si algo nos han dejado los Panamericanos es la diferencia que hace cuando un tema se trata como un tema de Estado y no en la trifulca política. Necesitamos algo equivalente en materia de seguridad, tenemos que sacar el tema de seguridad de la trinchera política y llevarla a nivel de Estado. Ahora, es inconcebible que a las máximas autoridades de una región, electas democráticamente, con recursos importantes, no se les otorguen facultades en seguridad.

—Los gobernadores han hablado de una demanda incumplida desde el nivel central.

—Se dice que un camello es un caballo hecho en comité. Bueno, aquí tenemos lo más parecido que hay a un camello. El liderazgo político, la legitimidad ciudadana y los recursos están en los gobiernos regionales. Y las atribuciones, en materia de seguridad, están en una delegación presidencial que no tiene liderazgo político, que no tiene recursos, humanos ni financieros. Frente a eso, el gobierno se comprometió a traspasarnos atribuciones y se envió un proyecto de ley con el que todavía no pasa nada.

—Con ese escenario, y en concreto, ¿qué es lo que ha podido realizar, entonces?

—A mí me eligieron para resolver problemas, no para quejarme. ¿Qué es lo que hemos hecho, entonces? Invertir. Hoy la región Metropolitana va a tener cerca de 320 vehículos nuevos de seguridad, de los cuales 84 son municipales, para seguridad de aquellas comunas que tienen menos recursos. 111 van a ser para Carabineros, entre ellos los primeros vehículos blindados y un helicóptero antiportonazos. Y otros 122 son para la PDI (…). También, porque una ciudad bien iluminada es más segura, hemos financiado 155 mil nuevas luminarias. Pero quizás, lo más importante de todo, es que estamos haciendo un trabajo de defensa de víctimas. Estoy visitando a familiares de víctimas de homicidio todas las semanas.

—La eliminación de la figura de los delegados presidenciales, como se prometió en un inicio, es una idea que se ha diluido. ¿Cuál es el “desde” respecto a las atribuciones en seguridad que espera tener?

—O sea, a mí me gustaría que se eliminaran los delegados presidenciales y que me traspasaran todas las atribuciones, pero como eso no va a ocurrir, el “desde” es que nos den las mismas facultades a nivel regional que tienen los municipios a nivel local. Es decir, que la prevención del delito sea coordinada por nosotros. Porque al final, la delegación presidencial tiene la facultad, pero no tiene un peso. Y para implementar cualquier política, ¿a quién miran todos los actores sociales? A nosotros. Desde el punto de vista del diseño institucional, creo que la autoridad política elegida con más votos en un territorio tiene que ser la que mande en esta materia. 

“El comercio ambulante no se puede abordar como una sucesión de operativos aislados”

—¿No hay una desazón respecto al cargo que ejerce, una sensación de manos atadas?

—Tenemos, en algún sentido, las manos atadas, pero no estamos de brazos cruzados. Estamos haciendo harto, harto más que las instituciones que tienen las facultades. ¿Podríamos hacer más? Mucho más. ¿Me gustaría hacer más? Sí, me gustaría hacer más. Porque la verdad es que donde voy, la gente me pide seguridad a gritos.

—Aún así, y en lo público, se ha visto una coordinación y participación suya en diferentes instancias con la delegada Constanza Martínez.

—Es que creo que uno no tiene el derecho a enojarse ni a pelearse con otra autoridad. Uno tiene el deber de buscar todos los espacios de colaboración y de coordinación posibles. Y en lo personal, con Constanza Martínez no tengo ningún problema. El problema no es personal, es institucional.

—En un tema estrechamente ligado a la seguridad, donde han existido intervenciones desde la delegación, ¿qué se trabaja en la gobernación respecto al comercio ambulante?

—Le ofrecimos un plan integral sobre comercio ambulante al gobierno cuando asumió. Nos dijeron que no, que ellos se iban a hacer cargo. En todo este año y medio nunca me han citado a una reunión para discutir la estrategia en la materia. Creo que no hay estrategia, o si la hay, adolece de diagnóstico y de implementación, porque el tema no es de un barrio o de otro, es de la ciudad.

No se puede abordar como una sucesión de operativos aislados (…) No entienden la diferencia entre una política y un operativo. El operativo es una acción, una política es un plan que tiene objetivos generales, objetivos específicos, metas y plazos. Se limpió Meiggs por un rato, pero después vuelven a aparecer. Siempre vamos a estar disponibles para colaborar con el gobierno, pero no podemos forzarlo.

Claudio Orrego: “El Presidente Boric tiene buenas intenciones (en descentralización), pero el gabinete no lo acompaña“

—Hace algunos días compartió con el Mandatario en los Juegos Panamericanos. ¿Le ha manifestado su planteamiento respecto a su cargo y atribuciones?

—Hemos hablado tres o cuatro veces desde que asumió (…). Mi conversación con él ha sido un poquito más amplia. En materia -por ejemplo- del proyecto nueva Alameda-Providencia, lo hablamos cuando él se asumió en el cargo, él aceptó y nosotros estamos liderando. Pero también le he manifestado mi desazón, porque creo en la vocación de descentralización del Presidente, pero está bien solo en ese objetivo con su gabinete. Salvo algunas cosas con Transporte y Hacienda, el resto del gabinete…

—¿No están en ese mismo tono?

—No. Te pongo un ejemplo: nosotros hemos pedido desde el día uno que nos traspasen el Parque Metropolitano. ¿Por qué esa institucionalidad no va a estar en la región? Que, por lo demás, quienes estamos ahí todo el día somos nosotros. Ha sido imposible que el ministro de Vivienda, Carlos Montes, acceda a un mandato al Presidente de traspasar competencias (…). El Presidente Boric tiene buenas intenciones, pero el resto del gabinete no lo acompaña en ese traspaso.

—A propósito del proyecto Alameda-Providencia, ¿para cuándo está fechada la primera intervención de Plaza Italia?

—Durante el primer semestre del próximo año. Lo que estamos ganando, de verdad, es por primera vez en la historia una plaza en Plaza Italia. Hoy eso es fundamentalmente un espacio ornamental, un jardín de flores que la gente literalmente no lo puede ocupar. Es un lugar bastante emblemático y neurálgico de la vida ciudadana de Santiago y tenemos que darle la envergadura y la prestancia que corresponde.

“Voy a competir como candidato independiente, pero no soy neutro, la gente conoce mi domicilio político”

—En momento de descrédito de la actividad política, ¿cómo explica que las autoridades territoriales, como alcaldes, gobernadores, obtengan mejores evaluaciones de la ciudadanía?

—La gente valora mucho cuando la autoridad la escucha, cuando va a terreno a conocer los problemas y cuando invierte gran parte de su tiempo en resolver problemas y no solamente pelear con quienes piensan distinto.

—¿No se lesiona esa confianza cuando asoman casos como el de Sierra Bella en Santiago, o uno de similares características en Las Condes?

—Cualquier acto, más allá de los dos que tú mencionas, que pugne con la transparencia, la probidad, no solamente lesiona a la autoridad que aparece directamente involucrado, sino que involucra a todos. Basta que en un seremi del norte, en Antofagasta, haga un acto de corrupción con una fundación para que todas las fundaciones y todas las entidades regionales aparezcan involucradas, aunque no tengamos ni una vela en ese entierro.

—Usted ya se proyecta por un período más en la gobernación.

—Sí, yo ya he dicho a todo el mundo que voy a ser candidato independiente a la reelección como gobernador.

—Militó por años en la DC. ¿No coquetea con algún partido?

—Más que coquetear, nosotros hemos tenido una serie de conversaciones con partidos de la centroizquierda, que es mi domicilio natural, y también de la izquierda, para decirles que nosotros queremos ir de candidato. Ellos han sido testigos de nuestra forma de trabajar y lo que hemos hecho. Lo más probable es que en esta región la derecha tenga un candidato único. Entonces, para las fuerzas progresistas es importante generar la mayor unidad posible. Yo ya he declarado que voy a ir como candidato independiente, pero no soy neutro, la gente conoce mi domicilio político, y espero no solamente concitar el apoyo de la izquierda y la centroizquierda, sino que también parte de la centroderecha que quizás votó por mí la vez pasada, y que tiene una buena evaluación de nuestra gestión.

—¿Pero no se plantea volver a militar en otro espacio?

—Reconozco que después de tantos años de militar, la independencia, si bien no es algo que yo idolatré, nos ha sido incómoda. Ahora, creo que son importantes los partidos políticos para la gobernanza de un país. Creo que tiene que decantar un poco el escenario político nacional para ver si uno se suma a algún partido existente, o contribuye a la creación de otro. Pero no es momento, por lo menos en el corto plazo. De aquí hasta el próximo año, sigo independiente.