“Un reality show es un mal necesario para todas las personas”: las dos décadas de evolución de estos espacios televisivos en Chile

Lo que era un rumor terminó siendo cierto. El jueves pasado, 21 de diciembre, concluyeron las grabaciones del reality de Canal 13, “Tierra Brava”. Una foto filtró a los últimos participantes. Sin embargo, aún se desconoce cómo el “canal de los realitys” hará la gran final y la fecha exacta de esta. Además, otra de los producciones que nos dejó este 2023 fue “Gran Hermano”, de Chilevisión. En dicho espacio, Coni Capelli, un personaje desconocido en un principio, se alzó como la ganadora gracias al voto del público.

Los dos espacios mencionados tuvieron una gran diferencia. Uno tenía el formato ‘tradicional’ de los realitys: con desfases de tiempos, spoilers y personajes de la farándula nacional. Mientras que la producción de CHV optó por personajes, en su mayoría, totalmente desconocidos para la mayoría de los televidentes. Además, apuntó a un público más joven y se podía ver en tiempo real.

“Un reality show es un mal necesario para todas las personas ,independientemente de la edad”, comenta el experto en realitys y panelista de espectáculos, Francisco Halzinki, a The Clinic. La historia televisiva de nuestro país nos ha dado producciones que lograron lo más altos puntos de rating: “Protagonistas de la fama”, “La granja”, “Pelotón”, “Amor Ciego” y “Mundos opuestos” son algunos de los realitys que la mayoría de los televidentes recuerda. Sin embargo, hay una diferencia entre estos espacios con las dos producciones que se transmitieron este año: el premio.

Por ejemplo, el ganador de Tierra Brava se quedará con $25 millones, mientras que el ganador de 1810, Gabriel ‘Coca’ Mendoza, se llevó $50 millones. Sobre esto, Francisco Halzinki comentó que “la comparación de la variación del monto del premio es un poco incuestionable, porque tú tienes que considerar que en el año 2005, cuando se emitió la trilogía de “La granja”, tuvo que ver mucho el tema de la cantidad de marcas auspiciadoras y el rating de televisión que existía en ese entonces. Los auspicios en la franja de los realitys eran muy bien pagados. Esto, porque había mayor cantidad de gente viendo televisión. Entonces, era una forma de ocupar una herramienta de publicidad, que en este caso es un medio tradicional, donde las marcas podían publicitar sus productos o servicios como grandes cadenas de retail. Un reality show de Canal 13 podía facturar sobre $90 millones por capítulo aproximadamente. Entonces, eso entregó un dividendo mayor a la hora de poder decir ‘tenemos esta cantidad de dinero, el cual podemos invertir para poder entregar un premio que sea bastante atractivo’ en términos de entregar un retorno a la inversión que se realiza”.

“Del 2005 a 18 años después, el premio más que bajar subió, porque si tú piensas en esa época habían $50 millones destinados para el ganador sin contar obviamente el tema de los impuestos. El valor del dinero en esa época no es el mismo valor del dinero que hay hoy en día“, agregó el experto en realitys.

Los personajes de la ‘farándula nacional’ en los realitys

Las antiguas producciones, en su mayoría, se caracterizaban por integrar personajes conocidos por los televidentes y otros desconocidos. Además, los personajes de la denominada ‘farándula nacional’ realizan una negociación para entrar a estos espacios, donde el sueldo que reciben puede superar, incluso, el premio final del reality.

Pamela Díaz es una de las mujeres más conocidas en territorio nacional. Ha estado en diferentes producciones y se ha caracterizado por negociar un millonario sueldo. En el espacio Me Late, en su momento, afirmaron que ‘La Fiera’ recibiría un monto de $20 millones semanales.

Otra de las inquietudes, que se relaciona con que si los sueldos millonarios son una causa de la disminución del monto del premio final (ese que se da a conocer al público) de los realitys, Francisco Halzinki señaló que “no, el premio es una cosa y el sueldo que tienen los participantes otro. Pamela siempre ha cobrado lo mismo de forma diaria desde que se había encerrado. En su reingreso (a ‘Tierra Brava’) cobró un poco más. La variación del premio no tiene nada que ver con el sueldo que ganan los participantes, eso es algo completamente diferente”.

La evolución de los realitys show

El experto de los realitys recalcó a The Clinic que “Gran Hermano” no se puede comparar con “Tierra Brava”. ¿La razón? El público objetivo al que apuntan y los personajes que fueron seleccionados por ambos espacios. Además, como se mencionó anteriormente, la producción de Chilevisión apostó por un formato en que la audiencia podía ver en tiempo real qué hacían los participantes.

“‘Gran Hermano’ es un reality que tiene un público completamente diferente al de ‘Tierra Brava’, el cual es un público más adulto, entre los 35 y 50 años. Son personas que crecieron viendo ‘La granja’, ‘Mundos opuestos’, ’40 o 20′ y que conocen a Pamela Díaz y a Eva Gómez. En cambio, ‘Gran Hermano’ marcó un presente en términos digitales y que también atrajo una nueva audiencia, que no tenía tanta noción de lo que eran los reality show. El rango etario de ‘Gran Hermano’ va dentro de los 18 a los 25 años. Son personas que no consumen televisión y que están más pegadas a las redes sociales y a las plataformas digitales. Por eso, CHV decidió también hacerlo multiplataforma 360° para abordar y recoger a ese público“, señaló Francisco Halzinki.

“Nos estamos enfrentando a la nueva generación de chicos realitys de Chile y es el recambio. Un reality show es un mal necesario para todas las personas, independientemente de la edad que se tenga”, enfatizó el experto.

Filtración de los realitys: cuando verlo no es lo mismo que saberlo

La mayoría de los realitys, a excepción de “Gran Hermano”, tuvieron un factor en común. Fueron grabados con anticipación y varias veces los programas de farándula y espectáculos filtraban los eliminados y los nuevos rostros que ingresaban. A pesar de esto, Francisco Halzinki enfatizó que “no es lo mismo saberlo a verlo”.

“Hay que considerar que el formato reality que tiene Canal 13 y que lleva Ignacio Corvalán, como productor ejecutivo, es una especie de teleserie de la vida real. ¿Qué quiere decir eso? Esta teleserie tiene que ser guionizaba, musicalizada y editada para que en un compacto de dos horas máximo se pueda mostrar lo mejor del programa. La audiencia que ve y que consume ‘Tierra Brava’ creció con los spoilers. Pero yo siempre he dicho que no es lo mismo saberlo a verlo. No es lo mismo que te cuenten la película a ver cómo se desarrolló la misma y cuál fue el desenlace final. El desfase es parte de la historia de los realitys de Canal 13 y también de Mega”.

Como sea, los realitys son parte de nuestra cultura televisiva. Aún tienen fieles adherentes y seguirán captando a una nueva generación. Porque, como dijo Hanzinki, para bien o para mal, “un reality show es un mal necesario para todas las personas”.