El inédito operativo que se activó para unir a los dos mil bomberos, de siete regiones, que trabajaron en incendios de la región de Valparaíso

Cerca de dos mil bomberos, pertenecientes a 80 cuerpos de siete de regiones del país, fueron los que trabajaron durante los cinco días de emergencia que se vivieron en la región de Valparaíso, a raíz del incendio que afectó desde el pasado viernes a las comunas de Limache, Villa Alemana, Quilpué y Viña del Mar.

Una situación que terminó de ser controlada el martes en la noche, luego de que el Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar emitiera un anuncio radial en el que se aseguró que se dio por superada la emergencia. Una declaración que fue confirmada por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien declaró que los incendios en la región de Valparaíso “están contenidos y que se espera su control total para los días que vienen”.

Para esta emergencia se configuró una inédita instalación en la que los cuerpos de bombero se constituyeron para responder a las distintas tareas relacionadas al incendio. El lugar elegido fue el Sporting Club de Viña del Mar, específicamente el sector que conecta con la salida hacía avenida Los Castaños. En este recinto también se utilizaron los equipamiento de la Universidad Andrés Bello, cuyo gimnasio albergó a los rescatistas de distintas ciudades.   

“Nosotros llegamos el sábado, aproximadamente como a las nueve de la mañana”, cuenta Leonel Araya, bombero desde hace 24 años. “Nosotros somos de la III región, estamos conformando la fuerza de tarea de la región de Atacama y llegamos en conjunto a otros cuerpos bomberos a apoyar. Estamos con los bomberos de la ciudad de Vallenar, nosotros somos de Freirina, está el cuerpo bombero de Copiapó, Chañaral, Diego Almagro, Inca de Oro, El Salado y venimos preparados con unidades forestales y además de un vehículo también de logística”, relata.

Luis Escobar también es parte de la misma fuerza de tarea y asegura que la emergencia ha sido “terrible y muy triste”. “Acá nos tocó trabajar prácticamente al lado de cuando estaban haciendo el levantamiento de los cuerpos de la familia acá en el Jardín Botánico y presenciar eso, saber lo que sucedió ahí, para nosotros también es un poco triste, chocante”, comenta.

Cómo nació la iniciativa

Después del terremoto de 2010, los bomberos de Chile se dieron cuenta que para responder rápido a una emergencia nacional tenían que estar organizados a nivel central y que se evaluara la situación que está pasando y determine qué tipo de ayuda se necesita.

Ese Sistema Nacional activa en base a la cercanía y capacidad de respuesta que tienen. Por ejemplo, si la emergencia ocurre en Viña del Mar, la lógica es que ayuden desde Valparaíso y Quilpué. En el caso que se necesite más colaboración, se llama a Santiago.

Fue el viernes pasado, cerca de las doce de la noche, que se configuró el “área de espera” en el Sporting Club, ya que la décima compañía, que está Miraflores, comenzó a quedarse sin espacio. Se optó por desmovilizar el lugar y llevarlo a una zona más amplia. Es entonces cuando surge como posibilidad el recinto ubicado en avenida Los Castaños.

Un lugar que cumplía con varias características, en especial, la capacidad de albergar los vehículos de emergencia y una expedita vía para salir a cumplir las tareas que se les asignaba. En este lugar se instaló el puesto de comando, que va organizando lo que se llama Fuerza de Tareas. Estas, básicamente, son una forma de organizar los recursos y especialidades para poder responder en emergencias locales.

Las fuerzas de tareas van rotando, siendo movilizados y desmovilizando de cada emergencia y al sector configurado en el Sporting Club donde descansan, comen, se hidratan y esperan a ser despachados de nuevo, todo coordinado por el cuerpo de bomberos anfitrión, en este caso el de Viña del Mar, y la Junta Nacional. En el lugar, los cuerpos de bomberos son autónomos.

“Los servicios de operaciones han funcionado. Por lo menos, en cuanto al llamado, al ingreso acá, al Sporting Club, los insumos para agua, alimentación, nada que decir. El apoyo de la comunidad. Es sorprendente ver cómo está llegando todo el día los vecinos con apoyo con agua, colaciones, insumos varios. La UNAB también nos ha permitido estar dentro de sus instalaciones. Buenas instalaciones. Podemos ducharnos, agua, servicios básicos”, cuenta Leonel Araya, quien junto a su fuerza de trabajo ha realizado labores en focos donde pasó el incendio, para que este prevenir que se reactive y extinguirlo, y así “dar la seguridad a la comunidad de que ese fuego ya no se va a volver a prender y no se va a trasladar tampoco una brasa o una chispa”.

Nelson Pinto, capitán de la Primera Compañía Bomberos Caldera, está a cargo del grupo de tareas de Atacama, el que está compuesto por 12 unidades con 62 voluntarios, llegó junto a su equipo el domingo a las 8 de la mañana. “Esta es la tercera vez que Atacama ayuda a otras ciudades. Y lo único que se puede decir, la gente. El compañerismo, la fraternidad, que son los mismos voluntarios”, remarca sobre estos días trabajando en la emergencia en Valparaíso.

Hoy, los incendios que afectaron a las comunas de Limache, Villa Alemana, Quilpué y Viña del Mar están controlados, pero en su momento, fueron alrededor de 140 vehículos trabajando todos, al mismo tiempo, en diferentes zonas de la jurisdicción.

“Algo que destacó enormemente, que bomberos en Chile somos uno solo. A pesar de que con la distancia y lo poco que nos conocemos entre nosotros, cuando hay emergencias de esta índole, nos damos cuenta que somos uno solo. Nos damos cuenta que realmente somos una institución que cuenta con un carisma, con un cariño, con una hermandad, y eso no se ha perdido, al contrario. Estas emergencias también sirven para que nosotros, como bomberos, sigamos formando una verdadera familia a nivel nacional”, sentencia Luis Escobar.