Huellas dactilares, dientes o ADN: las dificultades para reconocer a los fallecidos de los incendios de Valparaíso

Este viernes se cumplió una semana desde que los incendios afectaron a distintas comunas de la región de Valparaíso. Si bien el pasado el pasado 7 de febrero, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, confirmó que “están contenidos y que se espera su control total para los días que vienen”, las diligencias de las autoridades entorno a la tragedia siguen en marcha.

En paralelo al trabajo de reconstrucción también está el confirmar las identidades de los 131 fallecidos. De ellos, 63 han sido reconocidos y 38 entregados a sus respectivas familias, hasta el jueves en la tarde. 

Para el Servicio Médico Legal (SML), la identificación de las víctimas de los incendios es una tarea compleja. El estado físico de los cuerpos les impide realizar los tres procedimientos principales para reconocerlos: a través de sus huellas dactilares, dientes o ADN.

“Los fallecidos han sido sometidos a altas temperaturas y tienen la condición de gran quemado. En muchísimos de esos casos, las huellas digitales, por efecto de la quemadura, se borran. Están en muy mala situación física, porque el fuego impacta muy dañínamente sobre los cuerpos”, explica Marisol Prado, Directora Nacional del SML, en conversación con The Clinic. Además, menciona que mediante esta manera, 40 cuerpos fueron identificados.

Si esta herramienta no funciona, se procede a utilizar la identificación a través del ADN encontrado en el tejido de los cuerpos. Sin embargo, si este está deteriorado, los expertos deben repetir las muestras o recurrir a las osamentas de los fallecidos. Este procedimiento puede demorarse, aproximadamente, tres días. Si bien es un tiempo de espera más largo, el sector donde se encontró a la persona y sus familiares ayudan al proceso. Esto porque se compara el ADN del fallecido con el consanguíneo. De esta manera, se han identificado las 10 personas restantes.

En el caso de que no haya un familiar, el proceso se complica: “En algunos casos estamos trabajando con Carabineros y la Fiscalía a través de la evidencia que hay en el sitio del suceso, y todos los antecedentes de la carpeta investigativa”.

Marisol Prado enfatiza en la necesidad de explicar este tipo de procedimientos: “Nadie sabe del Servicio Médico Legal. Las personas que concurren, lamentablemente, lo hacen porque hay una situación de dolor o de duelo que los afecta. Entonces, nadie quiere saber qué pasa aquí adentro. Y yo creo que, en la medida que las personas se vayan interiorizando de los procedimientos, van a entender un poco más“.

Los apoyos del SML

La institución solicitó la ayuda del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) para identificar a más víctimas de los incendios. Gracias a su equipo forense, lograron reconocer a cinco cuerpos adicionales. 

“Hay un proceso muy complejo de reunir familiares y obtener las muestras para hacer la comparación de ADN y así lograr la identificación de los cuerpos, que es lo que la gente necesita, pues quieren darle sepultura que corresponde a sus familiares”, explicó al mismo medio Roberto Saraya, jefe del departamento del Labocar. 

La Unidad de Derechos Humanos del SML, quienes son peritos especializados en la identificación de detenidos desaparecidos, también está apoyando la tarea de reconocimiento. Ellos se encargarán de determinar características claves de las víctimas, como el sexo y la edad de cada una. 

La tragedia no solo ha superado al SML en su personal, sino que también lo ha hecho en su capacidad de infraestructura. La sede de Valparaíso, en donde se encuentran todos los fallecidos, tiene 15 cámaras de frío para conservar los cuerpos. Por eso, debieron habilitar dos camiones para refrigerar a las víctimas. “Ese número (los 131 fallecidos) supera toda la capacidad que pueda tener la región y otras ciudades. Por eso se actuó de manera muy rápida”, dijo Marcos Faundes, director regional del SML de Valparaíso, a La Tercera.