Enzo Giacchero es una de las personas que conforman “Virya”, centro terapéutico que se dedica a hacer terapia a través de cuencos tibetanos, además de talleres y diferentes formas de tratamiento.
Compartir
Los cuencos tibetanos son conocidos en Oriente como una herramienta de sanación desde hace más de 3.000 años. Están compuestos por siete metales que tienen como misión lograr una vibración profunda y sanadora.
Cada cuenco que se usa durante la sesión es asociado a un chakra diferente y tienen varios sonidos armónicos que van penetrando en cada persona de forma distinta.
El objetivo principal es desbloquear los centros energéticos (chakras) de cada cuerpo y alinearlos. Esto puede producir diferentes emociones dependiendo del estado de ánimo de cada persona.
Varios testimonios dicen que han logrado conectar con penas guardadas y que después de la sesión logran sentirse liberados, relajados o energizados. Las sensaciones finales son muy variadas.
Enzo Giacchero agrega que la terapia “genera un montón de consecuencias, ya sea emocionales; a veces las personas se ponen a llorar, a veces salen muy alegres, otros salen con mucha energía, otros solo se quieren ir a dormir por dos días. Es muy grande la cantidad de consecuencias que tiene una sesión de cuencos tibetanos en alguien”.
Los cuencos son colocados sobre el paciente, la vibración va ingresando a nivel celular por lo que se produce un efecto de regeneración. Algunas de las cosas que se pueden tratar con esta terapia son las jaquecas, insomnios, dolores musculares, lumbagos, estrés, desórdenes alimenticios, ansiedad, bruxismo, etc.
Según la medicina Ayurvédica, las enfermedades son causadas por desarmonías en el cuerpo. Por esta razón, la terapia con cuencos de “Vyria” podría ayudar, ya que la materia puede ser cambiada alterando los rangos de vibración.