El plan de Conaf y el Ministerio de Agricultura para restaurar el Jardín Botánico de Viña del Mar en cinco años

Eran las 15:30 horas del viernes 2 de febrero cuando el director del Jardín Botánico de Viña del Mar, Alejandro Peirano, ordenó a sus trabajadores que evacuaran el lugar. Las llamas ya se habían expandido por el parque y, unas horas después, cerca de las 18:00, el jardín ya tenía una parte importante de su superficie quemada y habían fallecido cuatro personas.

“Había muchas personas al interior del jardín. Un viernes en la tarde, nosotros tenemos una visitación de mil personas. Lo hice desalojar, costó, porque la gente no entiende que es por el bien de ellos, muchas veces se opone, porque pagó la entrada. Devolví muchas entradas en la puerta para que pudieran ir. Pero eso fue por viento. Se veía intenso el fuego hacia el otro lado, muy lejos”, relató Peirano a The Clinic.

Finalmente, la emergencia dejó un 90% del Jardín Botánico quemado, 1.300 especies de árboles destruidas, 32 colecciones botánicas de plantas chilenas y exóticas perdidas, y una enorme estela de cenizas. “Si ustedes se fijan, se quemó a saltos”, describió el director del parque.

La semana pasada, Alejandro Peirano adelantó ―en conversación con BioBioChile― que el Jardín Botánico de Viña del Mar podría reabrir a fines de este mes. “Estamos a toda máquina tratando de recuperar esta zona, cosa que la gente pueda venir. No vamos a tener jardín completo habilitado pero yo creo que para el día 23 de febrero. Ese día es un hito”, dijo.

En paralelo, los ministerios de Agricultura (Minagri) y de Medio Ambiente comprometieron aportes por $500 millones para los trabajos de restauración del jardín. Como publica La Tercera, el Minagri ―en conjunto con la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Instituto Forestal (Infor)― elaboró un plan estratégico para restaurar en cinco años, aproximadamente, el Jardín Botánico ―uno de los parques naturales afectados por los incendios en la Región de Valparaíso―.

El plan para restaurar el Jardín Botánico

La estrategia tiene tres fases: corto, mediano y largo plazo. En conversación con el medio citado, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, comentó que “para la fase de corto plazo lo primero que hay que hacer es diagnosticar los árboles. Eso en colaboración con especialistas del Instituto Forestal (Infor), el Instituto de Investigaciones Agrícolas (INIA) y equipo del jardín”. Esa etapa ya comenzó. Se han limpiado algunos sectores, se rehabilitó el sistema de riegos y se diagnosticaron varios árboles.

Al mismo tiempo, desde esta semana se hará un diagnóstico en profundidad. Según Constanza Troppa, gerenta de Conservación de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos de Conaf, se busca saber “qué especies en específico y en qué estado quedaron. Porque en algunos sectores el fuego pasó rápido, pero hay otras zonas donde la severidad fue importante. Entonces, probablemente va a haber árboles que estén muertos, lamentablemente”.

La primera etapa se extenderá por un máximo de dos meses para “hacer obras de suelo y hacer esas actividades esperando que no pase la lluvia, porque hay un potencial de erosión importante en ese sector específicamente”, dijo Troppa. El ministro Valenzuela agregó que “hay que aprovechar desde fines de abril a mayo para también plantar algunas especies. Por el estado del suelo, además de arbustos menores que ayuden a la retención de sedimentos, y eso comienza ahora. Esas son las partes más dañadas”.

A mediano plazo, las autoridades esperan poder tener reconstruidas 80 hectáreas del parque para 2025. Se priorizarán para eso las zonas que recorre el público, las escalinatas, zonas de descanso y lugares similares. A largo plazo, en tanto, se espera generar mejoras en la seguridad, consolidación de senderos y cierres perimetrales.

Por su parte, según el titular de Agricultura, la entrada y la laguna del Jardín Botánico se abrirán “en abril de este año”.

Además de los aportes del Minagri y el Ministerio de Medio Ambiente, Conaf comprometió $150 millones para conservación y restauración. También, se sumó la la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que aportará en la evaluación y cuantificación de los daños.

Estas cifras, sin embargo, están muy por debajo de los $5 millones de dólares en los que cuantificó las pérdidas Alejandro Peirano. Por ello, en la página del Jardín Botánico se abrió un espacio para aportes ciudadanos.

“En este momento nuestro objetivo primordial es preservar lo que ha resistido. Para lograrlo, necesitamos trabajar en la limpieza de caminos, riego, poda y cuidado constante. La realización de estas tareas esenciales requiere de herramientas y maquinaria. Su apoyo en este proceso no solo es invaluable, sino que también nos impulsa a seguir adelante”, publicaron en su web.

Asimismo, sostuvieron que “entendemos que la forma más sencilla de colaborar con nosotros es a través de aportes monetarios. Esto nos permite priorizar de manera más efectiva nuestras necesidades. Sin embargo, somos conscientes de que algunas empresas pueden no estar en posición de realizar contribuciones financieras, pero podrían ofrecer aportes en especie o incluso proporcionar préstamos de maquinaria”.