Un infarto en el año de su candidatura: el día en que Francisco Javier Errázuriz supo que intervendrían su banco en pleno debate radial

Francisco Javier Errázuriz, exsenador y empresario, murió este lunes a los 81 años. Conocido como “Fra-Fra“, el también excandidato presidencial fue uno de los tres nombres que se presentó en la papeleta presidencial de diciembre de 1989, un año y unos meses después del histórico plebiscito del 5 de octubre de 1988 que abordó la continuidad de Augusto Pinochet al mando del país.

En la elección que ganó el expresidente Patricio Aylwin con 3,8 millones de votos, Errázuriz se quedó en el fondo de la tabla de candidatos con poco más de un millón. Hernán Büchi, en tanto, exministro de Hacienda de Pinochet, tuvo 2 millones de votos.

Sin embargo, ese año tuvo una particularidad para Errázuriz. 7 meses antes de que ocurriese la elección presidencial, el empresario tuvo un paro cardiaco.

La situación se remonta a un debate radiofónico en el cual estaba participando Errázuriz. Representante de lo que después sería el partido político Unión de Centro Centro (UCC), el precandidato de la derecha estaba en directo con la emisora cuando quien hospedaba el programa dio el aviso de una intervención de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras al Banco Nacional, institución de la que era dueño desde 1980.

En sí, la medida significó la designación por parte de la Superintendencia de de un administrador provisional. La duración de la intervención de un año a partir de la resolución, dictada el 5 de mayo de 1989.

El motivo de la decisión radicó en “un conjunto de irregularidades” que esbozó el superintendente de esos años, Guillermo Ramírez. Tales “irregularidades”, de acuerdo al ente estatal, podrían afectar los ahorros de los clientes.

Víctima de persecución

Tras escuchar la notificación que afectaba al banco del que era dueño desde hace 10 años —y que renombró de Banco Curicó a Banco Nacional—, Errázuriz acusó ser víctima de persecución y, al terminar el debate, fue en auto hacia la sede del banco, sufriendo un infarto en el camino.

La resolución, además de designar a un administrador provisional, que fue Claudio Skármeta, daba otras indicaciones. Una de ellas era la inhabilitación del directorio y de la gerencia general del Banco Nacional. Lo anterior, mientras estuviese en ejercicio la administración designada.

Pero, antes de que se cumpliese el año de la gestión de Skármeta, el Banco Nacional se fusionó con el Banco BFHI, luego renombrado BBVA, hasta ser comprado por Scotiabank.