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Negocios

4 de Mayo de 2024

La batalla judicial entre Transvip y Cabify en que se acusa una ruptura de confidencialidad para competir por el aeropuerto de Santiago

Vehículos aeropuerto Imagen referencial. Foto: Agencia Uno

Un cambio "súbito" del modelo de negocios tras participar en una recaudación de capital es de lo que acusa la empresa chilena Transvip a Cabify, a quienes apunta de romper el acuerdo de confidencialidad firmado en una instancia previa.

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Una verdadera disputa en tribunales es la que lideran las empresas de transporte Transvip y Cabify. Ello en pos de ser la marca que lidere los trayectos hacia —y desde— el Aeropuerto Arturo Merino Benítez.

De acuerdo a Pulso, uno de los problemas que explica la situación radica en una supuesta competencia desleal.

La chilena Transvip acusó a Cabify de tener información estratégica de la compañía. De acuerdo a la argumentación de la primera, dicho conocimiento del modelo de negocios habría alentado a que la segunda ingresase a competir por tener la concesión que brindó Nuevo Pudahuel —encargados de la gestión del aeropuerto— para el servicio de transportes.

Nuevo Pudahuel —señaló al medio citado— estaba obligado por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de tener tres operadores de mini buses para las vías exclusivas que tienen éstos en el aeropuerto. Los taxis son otro tipo de transporte que poseen esas vías.

En 2021, ese concurso lo ganó Transvip, que argumentó una experiencia de 15 años en el rubro. Posteriormente, en 2022, otra empresa, Carga Cargomobility SpA, obtuvo la segunda licitación.

Sin embargo, el problema está en la última otorgada: el 22 de diciembre pasado, Cabify fue la ganadora del último concurso. Sólo un mes después Transvip estaba en tribunales y apuntó a Cabify, que hasta ahora continúa impedido de operar.

¿De dónde proviene el problema?

De acuerdo a la demanda a la que accedió el medio citado, la competencia desleal denunciada se encuentra en una instancia anterior en la que tanto Transvip como Cabify compartieron.

Se trató de “Mustang”, un proceso de aumento de capital al que la empresa chilena acudió con la finalidad de aumentar su negocio. Para ello, la corredora Larraín Vial realizó las gestiones, en donde también hizo firmar un acuerdo de confidencialidad a quienes participaron o se mostraban interesados en ser parte de la operación.

“Hemos tomado conocimiento de que Cabify participó en el Proyecto Mustang, accediendo así a información comercial e inteligencia del negocio de mi representada de naturaleza sumamente confidencial”, señaló la defensa de Transvip al 25 Juzgado Civil de Santiago.

En ese sentido, postularon que “justo después” de que Cabify accediera a la información, hubo “un cambio claro en su comportamiento”. ¿El argumento? “Una empresa que no ofrece el servicio de minibuses para transporte compartido en aeropuertos en Chile ni en ninguno de los países en que opera en el mundo, súbitamente decidió participar en una licitación con tal objeto”, postularon.

Por lo mismo, señalaron que el interés demostrado por parte de Cabify en “Mustang” no era tal. “Se transformó en un interés en entrar a competir con ésta en el servicio de minibuses para pasajeros en el aeropuerto”, aseguraron.

Además, le asestaron un duro golpe en una conversación contingente, relacionada a la Ley Uber. De hecho, describieron a Cabify de hacer campaña publicitaria y lobby político para impedir su regulación —en lo que consiste la ley—. “Transvip presta el mismo servicio en pleno cumplimiento de todos esos requisitos”, concluyeron.

La respuesta de Cabify

En tribunales, la respuesta de la conocida aplicación de viajes no llegó rápidamente.

“La paranoica tesis de la contraria (Transvip) no es efectiva. Fue Transvip, por medio de Larraín Vial, quien contactó a mi representada para que, de estar interesada, participara en la propiedad de la misma”, señalaron.

Bajo el mismo amparo, dijeron que dicha situación debía ser resuelta por un árbitro en la materia y no en tribunales.

Sin embargo, tras la demanda —que los ha tenido (y tiene) sin poder operar en el Aeropuerto de Santiago—, Cabify dijo que se reservaría las “acciones legales” pertinentes para hacer cobro de una indemnización por el tiempo que llevan paralizados en el puerto aéreo.

Asimismo, sostuvieron que entre los intereses de Cabify está la expansión del negocio. “no son efectivas las afirmaciones de la contraria en cuanto a que sólo se habría interesado tras su participación en el Proyecto Mustang”, concluyeron.

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