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14 de Junio de 2024Una selección en 100 palabras: cuentos sobre el día del padre, papás superhéroes y almuerzos familiares
Todos los viernes The Clinic presenta una selección de cuentos que han participado en el evento literario Santiago en 100 palabras. En esta ocasión, la temática es sobre el día del padre, que se celebra este domingo.
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Como ya es habitual los días viernes, The Clinic y Santiago en 100 palabras presentan una selección de los mejores cuentos que han participado del evento literario. Hoy, con siete relatos que se centran en el día del padre, papás superhéroes, barquitos de papel, almuerzos y veranos familiares.
Mi increíble papá
Vivo con mi papá en un pequeño departamento de Portugal con Avenida Matta. Trabaja todo el día y llega tarde a casa. Siempre anda con ojeras, pero sonríe cada vez que me ve. Me mete a la cama y se queda a mi lado contándome cuentos hasta que me duermo. Una noche fingí dormir y me levanté para ver qué hacía. Lo descubrí poniéndose su traje especial. Una peluca y maquillaje protegían su identidad secreta y en una cartera llevaba sus aparatos y artefactos. Así, enfundado en mallas, salía todas las noches. Mi papá es un superhéroe.
Diego Guzmán, 21 años, Providencia.
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Barquito de papel
Nunca logré entender cómo mi viejo hacía el famoso barco de papel. Cuando pequeños nos llevaba a la fuente en la plaza. Soplando unas bombillas, los hermanos lográbamos recrear carreras de veleros jamás antes vistas. Pero siempre a uno se le hundía el barco. Entonces mi papá aparecía con sus dobleces magistrales y creaba otro barquito listo para la competencia. Hoy ya estamos más grandes, y aún no entiendo cómo hacer un barquito de papel. Mi viejo no recuerda cómo hacer uno y poco a poco olvida a quiénes les hacía los barquitos en la pileta olvidada de Monte Águila.
Matías Méndez Robles, 18 años, Cabrero.
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Almuerzo en familia
Me gustan caleta los días domingo. Mi papi siempre nos hace reír pal’ almuerzo, porque nos cuenta los sobrenombres que inventan los maestros de la construcción. El que más me gustó fue el que le pusieron al tatita que hace el aseo y que tiene sus dos colmillos nomás, le dicen el «Dientes de Sable». Mi mami siempre me reta cuando me río mucho, porque escupo sin querer el arroz con jurel o los tallarines con salsa, pero yo le digo: «¡No es mi culpa poh!». Mi papi se ríe nomás y no me dice nada. Es bacán mi papá.
Eduardo Uribe Fuentes, 33 años, Estación Central.
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Superpapá
Superpapá va al cine con la familia, pero no tiene boletos para entrar. Entonces parten al parque a jugar a la pinta. Se hace de noche y Superpapá sube al cerro con su catalejo a salvar la ciudad.
Nicolás Molina Duarte, 6 años, Providencia.
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El trabajo de mi padre
Hola, me llamo Marco Antonio. Quería contarles sobre mi papá. Para mí es un gran hombre que trabaja en la mar, lo cual es un gran sacrificio. Siempre lo ha hecho en varias caletas, Urco, La Cuchara, Huala-Huala, y ahora está en Michilla. Lo malo es que ahí no se encuentran ni pescados ni mariscos, y por eso debe ir a acampar a Paposo. Viaja todas las semanas y solo se queda tres a cuatro días en la casa, pero cuando la mar está mala se queda más tiempo. Ahora los dejo, porque mi papá está preparando una buena fritanga.
Marco Antonio Munizaga Barrionuevo, 11 años, Mejillones.
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Verano en la playa
Cada verano se juntaba la familia y salíamos en el taxibus de mi abuelo a pasar el día en la playa. A veces íbamos a Playa Blanca, otras a la Desembocadura. Recuerdo que jugaba con mi papá en la arena, tirándole agua, que enterrábamos las bebidas en la orilla del mar para que se enfriaran con el agua fría, que a la hora de almuerzo mi abuela sacaba una infinidad de tapers con comida, que en la tarde comíamos sandía y que regresábamos a casa cuando el cielo estaba oscuro, iluminados por la luna y las estrellas.
Romina Rubilar Matamala, 29 años, Concepción.