Entrevistas
17 de Agosto de 2024Francisca Crovetto y el control de armas: “Le pedí al Presidente que lo flexibilizara, que leyera nuevamente el reglamento”
La primera mujer en ganar una medalla dorada en los Juegos Olímpicos aborda su primera semana después de la hazaña, revela lo que pudo conversar con Gabriel Boric cuando la recibió en La Moneda y responde a quienes la criticaron antes de París. "Cuando empezaron los Juegos decían que los deportistas veníamos a pasear", asegura.
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El domingo la tiradora Francisca Crovetto (34), luego de convertirse en la primera chilena en colgarse una medalla de oro en Juegos Olímpicos en París 2024, llegó a la casa de sus padres a almorzar después de desarmar la maleta y meter ropa a lavar.
La estaban esperando con pollo del “Matia’s Pollo”, la picada favorita de su familia en San Miguel, la comuna en que creció, además de empanadas de pino y comida libanesa. Desde ahí -a diferencia la rutina que mantenía en Santiago antes de viajar a París- su día a día cambió.
Todos los días debió responder entrevistas, realizar actividades privadas y también fue recibida junto al luchador Yasmani Acosta, medallista de plata, por el Presidente Gabriel Boric en La Moneda.
Un cambio de vida radical para una deportista dedicada al tiro skeet, disciplina que ella misma califica como “de nicho”, y que está muy lejos de la vitrina que tienen los futbolistas e incluso los tenistas como Fernando González y Nicolás Massú, a quienes idolatra desde que de niña lloró al verlos en la tele ganar la primera medalla de oro en la historia de Chile en Atenas 2004. Desde ahí que soñó con estar en el mismo lugar.
—¿Cómo enfrentó esta semana como medallista olímpica? Entendiendo que tu deporte no tiene en Chile el apoyo de otros y que no estás acostumbrada a una cobertura así.
—Con una buena organización y también con los pies sobre la tierra. Siempre digo que en la vida todo pasa, lo bueno y lo malo, y sé que esto es como un momento de mucha intensidad, de harta vorágine. Hay que aprovecharlo, pero tampoco me vuelvo loca, porque para mí también es importante cuidarme, cuidar mi salud mental, mis tiempos, mis descansos, y saber que también va a pasar, como todo pasa en la vida.
—¿No surge un poco de resentimiento al ver que todo cambia con una medalla en el cuello?
—No, para nada, trato de no perderme en esas cosas, siento que uno tiene que contribuir más que llenarse de cosas negativas, y una medalla olímpica, en cualquier deporte, es pura alegría para un país, y espero que eso solo sea una siembra positiva y fructífera para el futuro.
—Antes de la medalla tuvo que pasar por varios Juegos Olímpicos, competencias, comentarios de la gente, ¿cómo fue llegar al éxito después de todo ese proceso en que también hubo comentarios negativos?
—O sea, es que trato de no enfocarme en esos comentarios negativos, entiendo que cada uno puede tener su opinión y que hay gente que no le puede gustar lo que hago, no le puedo gustar yo, pero sé que nadie es monedita de oro, pero la verdad te diría que del 100% de los mensajes que recibo, 98% son positivos. Había igual un tema cuando empezaron los Juegos, que decían que los deportistas veníamos a pasear y todo, pero la verdad que no me enfoco en eso, no creo que sea así, nunca lo he sentido así, ni de mi carrera, ni de la carrera de mis compañeros.
—Y entre toda esta masa de gente que le pregunta, que le pide fotos y todo, ¿no le ha bajado el estrés, la ansiedad?
—Sí, igual un poco, pero porque de repente tú no sabes cuándo va a terminar. Pero entiendo, como te decía al principio, que sé que esto va a pasar. Y agradezco que el 98% de la gente que se acerca es respetuosa, cariñosa. Pero sí hay veces que es como que digo, necesito un poco de… me gusta el silencio, es como que necesito silencio. Pero después se me pasa rápido.
—En su visita a La Moneda, ¿aprovechó de decirle algo al Presidente? ¿Tuvo la oportunidad de plantearle alguna inquietud?
—El Presidente nos dio espacio para plantear inquietudes. Yasmani habló de cómo en la formación de los deportistas, sobre todo en espacios vulnerables, el Estado puede tener un rol fundamental. Le dije que las familias eran muy importantes y que quizás lo que tiene que hacer el Estado es entregar un folleto a las familias que les diga los beneficios que hay si deciden apoyar a su hijo en representar a Chile. Que no sea un salto al vacío, que sea más seguro. Y, por otra parte, en algo que toca mucho mi deporte, que es de nicho, pero de gran tradición en Chile, que nos ha dado dos medallas, el tema de la ley de armas, que hoy en día tiene un reglamento muy restrictivo, tanto para los tenedores responsables, como para los clubes, y está haciendo que en el deporte, con este boom, pocas personas puedan practicarlo.
—¿Qué le pidió al Presidente?
—Le pedí que se flexibilizara, que leyera nuevamente el reglamento, que hubiese, obviamente, tratamiento especial para los deportistas, pero también para todas las personas que quieren tener legítimamente un arma para practicar deporte. Finalmente, solo para agregar, las armas no tienen ánima propia y en buenas manos pueden traerle grandes alegrías a un país.
—¿Y en malas manos?
—No, a ver, nosotros no queremos aquí que las armas se vendan en un supermercado, como pasa en Estados Unidos. Respeto totalmente que a la gente no le guste el arma, que no quieran hacer ni deportes con armas de fuego, ni tener una en su casa, pero no le pueden quitar el derecho a los ciudadanos buenos, responsables y que están bajo la ley, de poder hacerlo. Y en malas manos, bueno, ahí tenemos un Estado donde pagamos impuestos que tiene que cuidar a todos los ciudadanos. Es lo mismo que pasa con los autos. O sea, un auto en malas manos de una persona que está borracha es realmente un peligro público o, no sé, los portonazos. No porque haya muchos portonazos vamos a dejar de vender autos.
—Como mecanismo de defensa, ¿qué opina del uso del arma?
—Creo que tiene que estar legalmente inscrita, haber cumplido todos los cursos y procesos, pero sí creo en la tenencia responsable de armas de fuego para el deporte y para la defensa, lo creo firmemente.
—¿La utilizaría, por ejemplo, en defensa?
—Tengo solo una escopeta, que es para deporte y no la puedo usar para defensa personal. No tengo ningún arma inscrita para defensa.
—Pero sí está de acuerdo.
—O sea, si es que tú quieres, si tú sabes usar un arma y la tienes inscrita para defensa y tienes todas las capacidades para usarla, ¿por qué no usarla si la ley te lo permite?
“Los chilenos nos quejamos mucho”
La visita a La Moneda no fue la primera vez en que Francisca Crovetto hablaba con autoridades para buscar apoyo a los deportistas. La tiradora desde hace más de 10 años que participa en gremios en donde le tocó conversar con ministros y parlamentarios durante los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
—¿Cree que es importante que los deportistas tengan opinión?
—Sí, pero también respeto a los deportistas que no la tienen. O sea, cada uno elige su batalla y sus zonas de interés. Y hay gente que quizás no le gusta la parte como, no quiero decir política, pero más social o de la sociedad civil del deporte. Porque para mí el deporte no tiene un color político, es una herramienta de la sociedad civil. Pero entiendo que hay deportistas que quizás tengan otro interés y no les importa.
—¿Y cree que su opinión ahora pesa más con una medalla? ¿Tiene una responsabilidad, en ese sentido?
—Siempre he sentido que esta vitrina que te da el deporte, y sobre todo haber ganado una medalla olímpica, tiene que estar siempre emparejada y asociada a una responsabilidad, lo que digo, lo que hago, en la tribuna que me da lo que pasó. Y lo tomo con mucha responsabilidad. O sea, jamás me van a escuchar decir cualquier cosa sin haberlo pensado. Creo firmemente que uno es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio.
—¿Y qué opinión tiene de la sociedad chilena hoy en día?
—Amo Chile. Cada vez que viajo lo extraño aún más. Me gusta nuestra idiosincrasia. Creo que somos un país creativo, que celebramos el 18 de septiembre con mucho orgullo. Hay muchas cosas de Chile que me gustan, sus paisajes, su gente. Pero también hay veces que en el día a día estamos tan sumidos en la cotidianidad que puede no ser muy buena, que está cada día más cara. Entonces creo que de repente nos quedamos muy pesimistas en eso y creemos que el de afuera siempre está mejor. Tenemos que ser más positivos y más proactivos. Siento que de repente los chilenos nos quejamos mucho y creemos que alguien de afuera va a solucionar nuestros problemas en vez de tomar nosotros activamente las riendas.
—¿Cómo le gustaría ver al país?
—Hoy me gustaría ver un Chile menos sedentario, que la gente se mueva más, que camine, que use las áreas verdes, que ocupe la calle. Yo no creo que necesitemos grandes estadios y grande infraestructura para tener un país deportivo, pero sí quizás buenas personas, buenos programas que se hagan cargo y acojan a esos niños o niñas que quieran practicar deporte y moverse.
—¿Qué opina del gobierno del Presidente?
—Ay, no quiero hablar de eso. ¿Puedo no querer hablar de eso?
—Este gobierno anunció que va a postular a ser sede de los Juegos Olímpicos 2036. ¿Le parece realista? O prefería que el esfuerzo se concentrara, por ejemplo, en ponerle atención a los deportistas.
—O sea, es un lindo sueño, pero tiene que ir acompañado de un proyecto y de varias etapas. No es solo cumplir como sede, como ciudad, en términos de infraestructura, de logística, de transporte, de aeropuertos, sino que también con cuál es el proyecto de la generación Team Chile 2036. Porque no es solo una sede la que llega a recibir otros países que vienen a competir. Es también un país que presenta una selección. Entonces, a mí más que la parte como de infraestructura y de sede, me preocupa cuál es el plan de este proyecto de postulación para nuestros compañeros, para que se preparen y clasifiquen y sean súper competitivos en unos Juegos Olímpicos.
—¿Entonces no sirve de nada preocuparse de la sede si es que no hay deportistas?
—Exacto.
—¿Y cómo podrían hacer eso? ¿Cree que deberían partir por el apoyo a los deportistas?
—Sí, de todas maneras. O sea, empezar a quizás desde ya tomar esa generación que posiblemente pueda estar representando a Chile en el 2036, sabiendo que ya por ser país sede vamos a tener algunos cupos, entre comillas, asegurados, y viendo cuáles son los otros potenciales deportistas que pueden clasificar. Y también cómo los preparamos a ellos, a sus equipos técnicos.
—Volviendo al tema del pesimismo de los chilenos. ¿Eso le afecta mucho a los deportistas en la mentalidad?
—Creo que sí, que es como parte de un poquito de nuestra idiosincrasia. Pero creo que cada día menos. O sea, me vinculo mucho con mis compañeros porque entreno en el CAR y veo a distintos de distintas disciplinas. Y siento que están cada día como más motivados. Sienten que se ha mejorado un poquito el sistema. Pero sí, obviamente, siempre se puede estar mejor. Y, de repente, uno se centra mucho en lo que no tiene, más que en lo que tiene.
—¿Qué le gustaría que hiciera Chile con el deporte para mejorar?
—Pucha, me gustaría que ojalá pudiéramos tener un estatuto que haga que el deportista en Chile sea como una carrera o un camino mucho menos al azar, este salto al vacío que te decía. Como darle un poquito más de seguridad a los deportistas. Falta un músculo más robusto que cuide más a los deportistas, que no haya tanta migración entre ellos, que no deserten.
—¿Hubo algún momento en que estuviera cerca de retirarse?
—Después de los Juegos Olímpicos de Río el 2016, sí. Me cuestioné como el proceso, el camino. Dije, hoy, bueno, ¿hasta cuándo sigo insistiendo en este sueño? Como que ya, déjate Francisca, déjate de hueviar. Ahora ponte a hacer algo como más tradicional. Estudia una carrera, trabaja. Y en tus tiempos libres, dedícate al deporte.
—¿Y qué la convenció?
—No sé, esa llama interna de que sentía que aún podía seguir dándole algo al deporte. Todavía quería seguir cumpliendo mi sueño.
Francisca Crovetto: “Nunca he cazado… me dan fobia los pájaros”
Antes de Francisca Crovetto la única medallista olímpica mujer en la historia de Chile era Marlene Ahrens, quien obtuvo la presea de plata en el lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956.
—¿Cómo vivió ser la primera medallista mujer? ¿Sintió que hubo diferencias de trato con los dos hombres en 2004?
—Mira, yo vi el titular de LUN que causó harta controversia. Y, por un lado, podrían haber elegido quizá algo mejor que contar. Entiendo que no podían salir con un titular diciendo: “Francisco Crovetto ganó medalla de oro”, porque con la inmediatez que tenemos hoy en día con las noticias y el tema de las redes sociales, que no existían hace 20 años, tenían que diferenciarse y salir jugando con otro tema. También conozco la línea editorial de LUN y no me sorprende. Pero siento ha sido todo lo contrario y ha sido un potencial haber sido la primera mujer. Ayudó a que todas las chilenas se sientan muy empoderadas y con el cariño femenino que he recibido últimamente siento que se ha diversificado la matriz de personas que me siguen. Antes, mi deporte era mucho más masculino y me seguían mucho más hombres.
—Es paradójico que, en el fondo, la primera medallista de oro olímpica sea en un deporte súper masculinizado.
—En Chile, claro. Porque a nivel internacional es como bastante pareja la cancha. Pero sí, de todas maneras. Entonces creo que la historia y la épica de haber sido la primera mujer en este deporte más masculinizado en Chile fue un plus.
—¿Por qué cree que en Chile está más masculinizado que en otros lados? ¿Cuesta más ver a una mujer con armas?
—Creo que era principalmente un tema cultural. Como te hablo hace 20 años cuando yo partí, eran pocas las mujeres que disparaban. El skeet femenino recién fue olímpico en Barcelona 92. Entonces tiene que ver con un tema de tiempos. De que había que esperar que sucediera. Y también porque, no sé, los clubes de tiro, yo siempre cuento esto, no tenían baños de mujeres. Había solo un baño de hombres. Pero hoy en día está mucho más pareja la cancha. Pero bueno, siguen habiendo más hombres. No sé cuál será la razón.
—¿Cree que cuesta ver a una mujer con armas en Chile?
—Lo que pasa es que, por lo menos, las personas que llegan al tiro son porque, bueno, obviamente tienen una tradición o un vínculo familiar y porque salían a cazar. Y quizás la parte de la caza está más asociada como al mundo masculino. Quizás por ahí puede haber como una brecha.
—¿Nunca cazó?
—No. Mi papá sí, pero yo no porque tenga algo contra la caza.
—¿Ni siquiera un pájaro?
—No, es que le tengo fobia a los pájaros. Me cargan. Entonces, todo lo que tenga plumas.
—¿Y por qué le tiene fobia?
—No sé. No sé. Son esas cosas irracionales que son propias de las fobias, pero no me gusta nada que tenga plumas.
—Para cerrar, ¿cómo se proyecta en lo profesional?
—Primero, bueno, descansar, disfrutar el momento. Me hacen mucho esta pregunta y digo, qué heavy, como que la gente no es capaz de vivir un poquito el presente. De verdad que la segunda pregunta que más me han hecho es cómo me siento. La primera es esa ¿y ahora qué viene? Y es como, qué heavy, no lo sé, déjenme vivir el momento. Obviamente, yo pienso en los Juegos Olímpicos del 2028 y todo, pero mi mamá siempre dice que cada día tiene su afán y que un día a la vez. Y como que ahora estoy viviendo esto y después veré qué hago.