SEA solicita rechazar estudio de impacto ambiental de nuevo edificio en zona de socavones en Viña del Mar: obras están paralizadas

El proyecto inmobiliario Makroceano es un edificio escalonado de nueve pisos en superficie y diez niveles subterráneos. Posee 149 departamentos y 243 aparcaderos. Su inversión es de 48 millones de dólares. El problema es que quiere erigirse a 94 metros de uno de los socavones producidos en Viña del Mar.

Según publicó El Mercurio, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) recomendó rechazar el estudio de impacto ambiental (EIA) presentado por la inmobiliaria. La medida se da antes de que el miércoles la Delegación Presidencial Regional y las seremis y servicios que integran la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso (Coeva) se pronuncie sobre el permiso ambiental de la construcción.

“El titular no presenta los antecedentes que permitan establecer que el proyecto no generará un impacto significativo en el ecosistema terrestre”, planteó la secretaria del SEA, Paola La Rocca. Además, objetó la medida de mitigación propuesta, una “quinta fachada verde”, al no compensar la alteración del área que se comparte con el Santuario de la Naturaleza Campo Dunar de Concón.

El abogado de Makroceano, Rodrigo Andreucci, es optimista con respecto al proyecto y con que obtendrá el permiso ambiental para seguir adelante. “Todos los servicios del ámbito técnico constructivo plantearon su conformidad con el EIA”, dijo. Con esto refirió a los seremis de Vivienda y Urbanismo y de Obras Públicas, la Dirección de Obras Hidráulicas y el Sernageomin.

Edificio propone no utilizar mismo colector para evitar socavones

Con respecto a los socavones en la zona, tras los colapsos de los colectores de agua lluvia que afectaron a edificios, el representante dijo que “propusimos no unirnos al actual colector, sino que evacuaremos el agua desde nuestro terreno mediante un emisario subterráneo que cruce la calle para llevarla al mar, eliminando todo peligro”.

De acuerdo a la misma publicación, las obras del edificio se iniciaron en julio de 2019 y luego fueron paralizadas en febrero de 2021 por una determinación de la Corte Suprema. Esto pasó cuando ya se había excavado 0,6 hectáreas de la duna y se habían instalado 500 pilas para las fundaciones. El fallo exigió el EIA, ya que el nuevo edificio está a 240 metros del santuario natural y recalca que el proyecto se emplaza en una zonada declarada de riesgo de aludes por el propio Sernageomin.