Entrevistas
1 de Septiembre de 2024Emilia Ríos, alcaldesa de Ñuñoa: “Hoy te encuentras con una derecha un poco desesperada por votos, por capitalizar del miedo”
La alcaldesa de Ñuñoa aborda su gestión en la comuna y critica a su contendor Sebastián Sichel. "Son una seguidilla de medias verdades que son muy coherentes con su historia política camaleónica", dice sobre los dichos del exministro.
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Emilia Ríos (Frente Amplio) enfrenta las elecciones de octubre en un escenario muy diferente al que le tocó en 2021. En esa ocasión, compitió no solo contra la derecha, sino que con candidatos de centroizquierda e izquierda, y se impuso por apenas 3 mil votos en una de las votaciones comunales más reñidas.
Hoy, busca la reelección con un respaldo unánime del oficialismo, y de la DC, y con una expectativa más alta, tras tres años de administración. “Es la unidad la mejor manera en la que hoy día quienes tenemos ideas progresistas podemos ofrecerle al país”, destaca la jefa comunal.
En un municipio que fue gobernado históricamente por la derecha, la alcaldesa es crítica de las gestiones de este sector, y hoy apunta a conquistar, incluso, a los votantes de la oposición. “Después de estos tres años de administración, después de administraciones en decadencia, de espaldas a la ciudadanía, nos hemos volcado a poner al día la comuna”, afirma Emilia Ríos.
Es defensora de la gestión que ha realizado el Gobierno y su administración en cuanto a seguridad, y critica duramente a su principal contrincante, Sebastián Sichel.
—¿Hay mucha diferencia entre la Emilia Ríos que se postuló en el año 2021 a la que va hoy a la reelección?
—Sin duda, después de tres años de administración, tengo una experiencia y un conocimiento de este municipio y también del Estado y su funcionamiento muchísimo mayor. Que viene justamente de tocar todas las puertas posibles, desde el Presidente de la república hacia abajo, para buscar oportunidades para nuestra comuna. En eso sí he tenido la oportunidad de crecer muchísimo, pero lo que se mantiene siempre son las ganas de trabajar con mi comunidad.
—¿Y le han hecho cambiar de percepción algunas materias desde que ejerció como alcaldesa?
—En lo que más ha cambiado mi percepción en los últimos años tiene que ver con la capacidad que tiene el Estado para responder a los problemas de la gente. Hoy día creo que efectivamente no a nivel comunal solamente, sino que a nivel nacional tenemos un Estado que necesita funcionar más rápido. Evidentemente, siempre necesitamos paciencia para sacar adelante grandes proyectos. Pero desde el municipio uno observa que a veces hay muchos, demasiados controles, a veces redundantes y que ralentiza muchísimo la capacidad que tenemos los municipios para ejecutar proyectos importantes para la gente.
“Es imposible llevar una municipalidad como se hacía anteriormente (en Ñuñoa) con las gestiones de derecha”
—¿Qué balance que hace de su gestión?
—Nosotros recogimos este municipio que estaba completamente estancado, que no tenía inversión, que no tenía planes ni proyectos. Y lo levantamos desde los últimos lugares de inversión a nivel regional, a estar dentro de los primeros diez del gobierno regional. Justamente para ponernos al día en infraestructura con plazas, parques, canchas, arreglar calles.
Entonces lo que proyectamos para los próximos años es justamente continuar este trabajo que ya próximamente va a seguir viendo frutos. Como un nuevo centro veterinario municipal, y otras cosas que son ambiciosas pero para las que hemos pavimentado el camino como, por ejemplo, un tercer centro de salud para el sector norponiente de nuestra comuna, un nuevo centro cultural. Que son finalmente brechas en infraestructura que hablan también de la falta de acción de las administraciones anteriores.
—¿Siente que ahora, para esta elección, ha logrado capitalizar o generar cercanía con votantes de derecha?
—Lo bonito del trabajo local es que es muy concreto. Entonces las vecinas y vecinos van valorando efectivamente cuando en los barrios, por ejemplo, recogimos áreas verdes que no tenían mantención. (…) Y así en un montón de otras áreas, vecinas y vecinos van valorando eso, más allá del color político como en otro tipo de elecciones. Y esa ha sido un poco la apuesta, hablar a través de nuestras acciones, de nuestras obras, más que solamente a nuestro sector.
—¿Ha visto un cambio muy grande dentro de la municipalidad -desde que fue concejala hasta ser alcaldesa- en comparación a años anteriores?
—Es un cambio grande, primero porque se estaba acostumbrado a un estilo muy autoritario de gestión. Ya es imposible llevar una municipalidad como se hacía anteriormente con las gestiones de derecha. También como decía, una manera muy negligente también de no hacerse cargo, de no dar la cara. De no conversar con la comunidad y hacerlo con responsabilidad porque las necesidades son infinitas siempre. Y ahí muchas veces los políticos tienen la tentación de prometer y prometer sin hablarle con respeto a las vecinas y vecinos.
Emilia Ríos sobre Sebastián Sichel: “Es una persona que en general da pocas claridades y da poca confianza”
—¿Cómo ve la competencia para este año?
—Las elecciones siempre son complejas, siempre tienen sus dificultades. Diría que hoy día la principal dificultad es poder hacer campaña centrada en lo que le importa a las vecinas y los vecinos, que tiene que ver con los proyectos, que tiene que ver con las posibilidades de desarrollo, versus la politización artificial que mi principal contendor ha intentado instalar. Y creo que esta hoy día es la principal dificultad.
—Usted tuvo un desencuentro con Sebastián Sichel, a raíz de la agresión que sufrió, la acusó de que no lo había contactado.
—Es una persona que en general da pocas claridades y da poca confianza. Tiende a decir medias verdades y lo ha hecho desde que manifestó sus intenciones para ser alcalde acá en Ñuñoa. Por ejemplo, el manejo que tiene de cifras de seguridad es muy sesgado. O el mismo evento en el cual él me trató de deshonesta en varios medios y en varias ocasiones, sin ninguna razón, y después aclara, pero no se disculpa. Con el tema del Caso Hermosilla, anuncia una querella, pero cuando tuvo ocasión de aclararlo a tiempo en la comisión investigadora no fue. Cuando todos vimos que Ñuñoa fue su tercera, cuarta opción, su premio de consuelo, le dijo a todo el mundo que era su primera opción. Son una seguidilla de medias verdades que son muy coherentes con su historia política camaleónica.
—¿Y cree que -eso el votante de Ñuñoa-, lo va a tener presente a la hora de votar el 27 de octubre?
—Es importante entender que para llevar adelante una gestión municipal hay que conocer la comuna. Hay que tener una vinculación con ella porque mover todo el aparato municipal, burocrático, toma mucho tiempo. Por lo tanto, la experiencia y el conocimiento local son fundamentales. A mí esta comuna me importa, no como un trampolín político como muchos pueden verlo, sino que me importa por la comuna.
—¿Tiene otras proyecciones políticas para el futuro?
— No, mis únicas proyecciones son poder ser alcaldesa nuevamente para continuar también todos los compromisos y todos los proyectos que hemos ido desarrollando durante estos años.
—¿El caso Hermosilla puede afectar a Sebastián Sichel para esta elección?
—Creo que el caso Hermosilla afecta la credibilidad de las instituciones y puede ser un cisma muy grande de parte de la ciudadanía con una élite política empresarial muy alejada de la gente. Y eso a mí es lo que más me preocupa. El involucramiento de Sichel es algo que se tiene que aclarar. Yo espero que se aclare. No solamente por él, sino que por todo lo que significa este caso.
—Se ha visto que de cierta forma el oficialismo ha tratado de capitalizar este caso, porque principalmente ha estado vinculado a figuras de derecha.
—Es muy difícil intentar capitalizar casos de corrupción y tráfico de influencia. Porque finalmente ningún partido nunca puede estar 100% seguro de que nunca va a tener entre sus filas casos de corrupción. Sí es importante que como sistema político sepamos reaccionar, sepamos trazar las líneas infranqueables sobre cómo se manejan recursos públicos, sobre cómo se manejan redes de influencia. Que tienen que ser siempre de manera transparente.
—¿Cree que el Frente Amplio ha logrado abordar esta ola, a raíz de lo que pasó el año pasado con Democracia Viva? Y también por el hecho de que Hermosilla fue representante de Miguel Crispi en algún minuto.
—Lo de Democracia Viva fue un golpe muy grande y en lo personal fue doloroso, porque muchas personas hemos estado trabajando años de nuestras vidas por construir una alternativa política de cara a la gente y con la gente. Entonces, por supuesto que eso nos golpeó. Sin embargo, creo que en ese caso pudimos reaccionar como correspondía, que fue justamente explicando que no correspondía, que los antecedentes eran de gravedad. Como los antecedentes eran de gravedad pusimos a disposición todo lo que el partido tenía ante la justicia. Y ahora la justicia tendrá que decidir, porque también es muy importante eso.
Emilia Ríos y la caricatura de los ñuñoínos: “Es un espacio de humor que no refleja la realidad”
—¿Siente que Ñuñoa se ha transformado en una comuna fundamental, por así decirlo, para el Frente Amplio? Le pregunto a propósito de que se ha generado esta caricatura, como el “ñuñoíno”, que se tiende a vincular al Frente Amplio.
—La comuna ha cambiado mucho en los últimos 15 años aproximadamente. Hay una gran cantidad de nueva población que se mezcla con vecinos y vecinas que llevan décadas acá. Y es una comuna que está cambiando y que en ese sentido quizás refleja algunos cambios que el país ha vivido también. Ahora, eso no significa para nada que Ñuñoa sea una comuna que uno pueda asociar a un partido u otro, sino que son más bien ese tipo de lecturas que responden más bien al mundo de las redes sociales, de los chistes, de los memes. O a veces también lecturas políticas un poco esquemáticas, donde se tiende a ver al país como un tablero de ajedrez, más que un espacio donde las personas buscan su calidad de vida.
—¿Y cómo toma esta caricatura?
—Bueno, las caricaturas son eso, caricaturas. Son un espacio de humor y que no necesariamente reflejan la realidad, ni tampoco una gestión municipal. Nuestra gestión ha estado enfocada en atender necesidades materiales y concretas de la gente.
—¿Tienen cabida los discursos más progresistas, de una agenda más progresista en las campañas municipales? ¿O deben atender más temas como seguridad, salud, educación?
—Hoy día la preocupación número uno de las personas es la seguridad. Y es justamente porque tenemos un escenario nacional, no solamente comunal, que es complejo y que además uno ve que se ha acelerado muy rápidamente el tema de la violencia y la delincuencia. Van cada vez más de la mano. Por cierto que ahí tenemos una prioridad desde el mundo progresista porque tenemos que ser capaces de enfrentar eso. Y ahí el gobierno se ha encontrado en un escenario complejo porque efectivamente el Estado estuvo muy atrasado mucho tiempo y ha estado trabajando en una agenda legislativa importante. Ahora nosotros mismos a nivel comunal hemos visto que la última etapa de Plan Calle Sin Violencia está teniendo presencia en nuestra comuna. Las vecinas y los vecinos lo están agradeciendo.
Entonces, diría que la seguridad es un pilar fundamental para el progresismo también y nos estamos haciendo cargo. A partir de eso podemos asegurar todo el resto de otros derechos que son fundamentales por los cuales siempre peleamos.
“La derecha, desesperada por votos, ha tratado de equiparar que no puede haber derechos humanos y seguridad”
—Hoy en día el Gobierno y el oficialismo tiene un discurso más claro respecto a seguridad. ¿La ciudadanía cree en estos discursos después de que antes no era prioridad y hoy en día lo ponen como un foco principal para estas campañas?
—Hay que hablar más a través de las acciones que las palabras. Puede ser paradójico, pero efectivamente cuando ves la agenda, la capacidad que ha tenido el Gobierno con una oposición muy férrea de poder avanzar, por ejemplo, en materia legislativa (…). Ahora, efectivamente a nivel discursivo ha habido quizá un mayor énfasis de parte de nuestro sector porque también ha habido una mayor preocupación de la gente. Nosotros trabajamos con las personas y si las personas están preocupadas también pasa a ser nuestra preocupación.
—La escritora argentina Mariana Enríquez, en entrevista con The Clinic, dijo que “lo que hay que pensar es por qué el discurso de la izquierda -derechos humanos, feminismo y otros temas-, se volvió incompatible con la seguridad y viceversa”. ¿Qué lectura hace de esto?
—Ha habido una agenda de la derecha muy agresiva para ir contra los derechos humanos, cosa que no tiene mucho sentido porque si tú conversas con Carabineros, lees, por ejemplo, su visión, su misión, el mismo general director, ellos tienen clarísimo que la seguridad y los derechos humanos no son cosas contradictorias. Sin embargo, hoy día tú te encuentras con una derecha un poco desesperada por votos, por capitalizar el miedo, y que ha tratado de equiparar esas cosas, en el fondo que no puede haber derechos humanos y seguridad. Y yo creo que ahí tenemos que seguir avanzando con resultados.
—¿Pero siente que ya se ha perdido un poco eso, que no se ha logrado ir con seguridad y con la agenda del progresismo al mismo tiempo?
—Por ejemplo, la agenda feminista se ha abordado de una manera bien revolucionaria. Que tiene que ver con poner en el debate público la agenda de los cuidados, que esa era una conversación que en este país no existía hace 5 o 10 años atrás. Hoy en día tienes un gobierno que está comprometido con avanzar en esto. Entonces, más allá de que haya impresiones de que quizás no avanzamos todo lo que nos gustaría, uno ve que el gobierno sí tiene líneas importantes y que son de este sector.
—¿Y en su caso particular de Ñuñoa han logrado conllevar bien la agenda progresista con la de seguridad?
—Una de nuestras líneas importantes cuando comenzamos a trabajar -y que sigue siéndolo- tiene que ver con poder tener un enfoque de género en todo lo que hacemos. Y de nuevo, no es una idea contradictoria con una buena gestión. Al contrario, somos la primera institución pública del país y el primer municipio del mundo en ser acreditados con el sello de plata del PNUD en Igualdad de Género (…). Entonces, esta contradicción a mí me parece que es falsa. Y que de nuevo, en los discursos grandilocuentes, eso es lo que tienes que instalar.