Foxy, la historia de la perra pastor belga que detectó 365 kilos de cocaína en Calama y permitió uno de los mayores decomisos de droga del año

La madrugada del viernes 27 de septiembre transcurría sin sobresaltos para Foxy, una perra pastor belga especialista en detección de drogas que desde hace cinco años trabaja en la Prefectura de El Loa, en Calama. Esa noche, junto a su compañero, Jonathan Anacona un cabo primero del OS-7 especialista en adiestramiento canino, se instaló en el kilómetro 82 de la ruta B–25, la carretera que une Calama con Sierra Gorda.

Como en tantas otras jornadas, se disponían a fiscalizar los vehículos que cruzaban la solitaria vía del desierto. Nada parecía fuera de lo común, pero en uno de los controles esa calma característica del desierto se quebró.

Foxy y Anacona detuvieron una Ford Explorer de color gris grafito. Antes de inspeccionar el auto Foxy ya estaba dando señales de alerta, la inquietud de la perra provocó el nerviosismo del conductor. La experiencia del instructor Anancona, le hizo pensar de inmediato que algo extraño ocurría. Pensó que pasarían varios minutos buscando drogas en compartimientos ocultos en el auto, pero no. La droga ni siquiera estaba oculta.

Al abrir el maletero, Foxy saltó de golpe sobre él y empezó a olfatear y rasgar paquetes que estaban allí. En total eran 377 los que contenían 365 kilos, 250 gramos de Clorhidrato de Cocaína y 29 kilos, 150 gramos de pasta base de cocaína, cuyo destino final iba a ser la zona central del país. El hallazgo de Foxy es el de mayor envergadura en el año en la región y uno de los principales en el país.

Tras la detección de Foxy, Carabineros detuvo al conductor del vehículo, un hombre de 30 años, de nacionalidad boliviana, quien se encuentra irregular en el país. En el control, se estableció además que el vehículo en el que transportaba la droga había sido robado años atrás en la comuna de Ñuñoa.

luego de ésta incautación y de acuerdo a lo dispuesto por la Fiscalía Local de Calama, Carabineros del OS7 desarrolló otras diligencias que los llevaron hasta un inmueble en el sector poniente de Calama donde detuvieron a una mujer boliviana de 44 años. En esa casa se incautó un segundo vehículo, el que tenía encargo vigente por robo en la comuna de Peñelolen.

Los hallazgos de Foxy

Foxy es la primera compañera perruna del cabo primero del OS7 de El Loa Jonathan Anacona, él eligió la especialidad de instructor guía de perros policiales y el año en que postuló era de exclusividad para canes detectores de drogas.

Según explica el carabinero, la vinculación con su perra no fue por casualidad, sino por una afinidad de personalidades que fue detectada por sus superiores. ” Los instructores nos tienen como un mes haciendo instrucción de habilidad y nos van sacando como la personalidad y el carácter, en base a eso asignan al perro. La raza de la Foxy tiene una carga genética muy activa, es una perra muy hiperquinética y muy loquita. Y resulta que yo siempre he sido deportista, juego rugby, llegaba a la escuela en bicicleta, voy al gimnasio. Entonces me tocó una perra una hiperactiva como yo”, comenta Anacona desde Calama.

Una vez terminada su especialización, Anacona y Foxy fueron destinados a Calama, donde viven hace cinco años. Allí la pareja tuvo importantes hitos en detecciones de drogas, así lo recuerda Anacona:

“El año antepasado nosotros también tuvimos una participación con la sección OS7 de Puerto Montt, en el cual había una investigación de tráfico de unos sujetos que iban a venir a cargarse, en palabras más simples, de droga en San Pedro de Atacama”, recuerda .

“Y al fiscalizar esta camioneta cumplía los requisitos, los indicios, pero los agentes de droga no podían encontrarla. Entonces ahí me llamaron a mí como guía, yo hice el trabajo de registro del vehículo con la Foxy. La perra logró encontrarla, marcando compartimientos ocultos en el pick-up y el estanque de combustible de la camioneta”, añade el instructor.

El futuro del equipo

Más allá de su vida laboral Foxy, al ser una perra de pertenencia del fisco, no puede vivir con su instructor. Lo hace en caniles de Carabineros. Lo anterior no impide que Jonathan pueda vivir momentos de esparcimiento con la pastor belga.

Según cuenta, hace solicitudes especiales permanentemente, para llevarla los fines de semana al parque, e incluso de vacaciones fuera de Calama.

Anacona explica que los perros de carabineros pueden trabajar hasta los 9 años. Foxy ya es una can experimentada por lo que el fin de su carrera se acerca rápidamente. Al respecto su instructor explica: “generalmente se trata de jubilar al perro un poquito antes de los nueve años para que después disfrute y como decimos nosotros los guías, sea perro. Sobre su futuro los guías tenemos la prioridad para ser los dueños, debemos elevar una solicitud. Yo me quiero quedar con ella”, comenta.

Sobre su último gran operativo con Foxy, su entrenador saca pecho. “Con Foxy llevamos seis años juntos, y cinco años en la calle. En incautación de cocaína este ha sido la más grande y ha sido una de la más grande a nivel nacional también. Obviamente estoy orgulloso de mi compañera”.