“Belly Beach”: El exitoso negocio de las “fiestas del ombligo” universitarias que se dan en un terreno de tres hectáreas en Mantagua

José Miguel Riffo y Daniel Costagliola, ambos de 35 años, comenzaron organizando fiestas universitarias en su primer año. Catorce años después, tienen su propio centro de eventos destinado, especialmente, a “fiestas del ombligo” en Mantagua, ubicado al norte de Concón, Región de Valparaíso. El recinto se llama “Belly Beach”.

Según una publicación de El Mercurio, el negocio, que celebra la mitad de la vida universitaria, recibe 650 estudiantes por fin de semana y 10.000 anuales. La estadía es de viernes a domingo e incluye cuatro comidas y bebestibles, con y sin alcohol. Además, organizan actividades como yoga, masajes y deportes. Y, por supuesto, fiestas, con su propia discoteca.

“Cuando empezamos había una o dos productoras que hacían estos eventos (…) Hicimos el primer paseo en Isla Negra, y nos dimos cuenta de que salió bien y que no era tan difícil. En comparación con la competencia, ofrecíamos el mismo servicio y algo de utilidad quedaba“, explicó Riffo.

Al principio, durante lo primeros años, arrendaban cabañas en diferentes balnearios. El problema era la incertidumbre, ya que los administradores les cancelaban con poca anticipación. La forma de solucionar esto cayó en 2019, cuando compraron un terreno de tres hectáreas en Mantagua.

Allí, contaban con ocho cabañas, pero no era suficiente. “Teníamos cinco meses para construir 500 camas. Cotizamos todo tipo de construcciones; casas prefabricadas, domos y llegamos a la conclusión de que los containers refaccionados eran la mejor opción“, señaló Riffo. Finalmente, demolieron las cabañas y construyeron nueve pabellones de containers, aumentando en 160 camas. Hoy, tienen la capacidad de recibir 660 personas en piezas para seis huéspedes con un baño.

La discoteca es un espacio clave para “Belly Beach”. Para ello, estrenaron este año un sitio con aislación, ya que los vecinos se habían quejado por el ruido. “Estamos en constante diálogo con los vecinos para evitar cualquier tipo de problema. Incluso, nosotros contratamos a gente de la zona”, explica Costagliola. En temporada alta, cuentan con más de 60 empleados.

Además, todo esto implica 20 auspiciadores, quienes pagan un contrato anual, entregan productos y deben hacer una activación de marca.