Cómo el Canal El Aguilino del Valle de Aculeo recuperó casi la totalidad del agua tras 10 años de sequía

El año 2014 los pequeños y medianos agricultores que se beneficiaban del Canal El Aguilino, entre Champa y la Laguna Aculeo, en la frontera entre la Región Metropolitana y la de O’higgins, fueron testigos de cómo la sequía absorbió casi en su totalidad la caudal del canal que permitía regar sus cultivos.

El canal de riego de 100 años, que se alimenta del Río Angostura, dejó de recibir agua con el tiempo, a la par que el propio río sufría las consecuencias de la sequía. Los beneficiarios de la caudal sospechan que la poca agua que quedaba era extraída por personas de la región vecina. De igual forma, tampoco era suficiente para alimentar los 10 marcos partidores de agua que integran los casi 19 kilómetros de canal, y que llega a casi 200 regantes.

“El río prácticamente no tuvo agua y tuvimos algunos problemas porque gente de la sexta región sacaba más agua, según nuestro parecer, y en el fondo quedó seco todo el río para abajo. Nosotros llevamos varios años que el agua, la poca que había, alcanzaba para llegar a las primeras reparticiones“, comenta Santiago Fuentes, presidente del directorio del canal.

Fuentes explica que desde 2014 solo hubo agua en los primeros marcos partidores. Hasta el marco 4 llegaba el agua, y casi 10 kilómetros de canal estaban en absoluta sequía.

Sin embargo, en los últimos dos años, y producto de las lluvias que han aumentado en el sector, el agua volvió al canal. En 2023 tuvieron el primer avance, pero tras años de abandono del conducto, el deterioro de la estructura impidió conservar la poco agua que llegó.

Por lo mismo, en el último año el directorio de la junta de accionistas realizó trabajos de rehabilitación que permitieron conservar los niveles de agua. El pasado 1 de noviembre, el agua llegó hasta el noveno marco por primera vez tras 10 años de sequía.

Los factores que permitieron la rehabilitación del canal tras años de sequía

El presidente del directorio explica que los primeros 5 kilómetros lograron tener agua estos años, pero que después el agua se consumía en el canal por la sequía y mal estado del cauce.

“Este canal son 19 kilómetros, casi hasta el último marco partidor. Entonces nosotros con suerte llegamos momentáneamente como al kilómetro 9, o sea nos faltaban como 10 kilómetros, que muchos años que no llegaba agua”, señala Fuentes.

Tras las lluvias del año pasado consiguieron inversión para trabajar la infraestructura. Esto porque, incluso habiendo agua, se consumía por filtraciones en el conducto. “El año pasado tuvimos agua, pero el canal lo teníamos en muy mal estado. Por tanto tiempo sin regarse, porque sufrimos derrumbes, también con las lluvias, con el invierno”, afirma Santiago Fuentes.

La junta directiva se propuso un plazo de cinco años para recuperar el canal, y permitir que sea funcional por lo menos en invierno. Mediante inversión de los propios accionistas y algunos subsidios municipales han logrado trabajar para permitir mantener el agua. En total son 200 agricultores distribuidos en los 10 marcos que aportan mediante diversos mecanismos.

Históricamente, entre cada marco pagaban una cuota de mantención. Con la sequía para muchos se les hizo problemático pagar por un servicio que no aprovechaban, por lo que generaron mecanismos para distribuir equitativamente los aportes.

Hoy ese mecanismo rindió fruto, lo que se vio el 1 de noviembre cuando recuperaron el agua. Sin embargo, fue momentáneo, ya que producto de algunas grietas que no detectaron antes, no se pudo mantener el agua. De todas formas, en el directorio estiman que dentro de 15 días volverá el agua.

Al mismo tiempo, se proponen llenar los 10 marcos. “Ese es el objetivo. Incluso queremos llegar a la Laguna Aculeo”, sostiene Santiago Fuentes.