Entre la presión por su renuncia y el dilatado despegue presidencial: las semanas más difíciles de la ministra Carolina Tohá
La ministra del Interior, Carolina Tohá, es plenamente consciente del complejo momento político que atraviesa. La valoración de su figura ha sufrido una caída importante tras el estallido del caso Monsalve en La Moneda. Sin embargo, el respaldo del Presidente Gabriel Boric le ha permitido desplegarse y afrontar la crisis mediante el impulso de la agenda de seguridad. Desde su partido, el PPD, aún aspiran a que Tohá se perfile como candidata presidencial e incluso continúan trabajando en los ejes programáticos de su eventual candidatura.
Por Rodrigo CórdovaCompartir
El miércoles 30 de octubre, el Presidente Gabriel Boric encabezaba el comité político ampliado en el Palacio de Cerro Castillo, en Viña del Mar. A su lado estaba sentada la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), quien en ese momento —y hasta ahora— enfrentaba una de las crisis más graves que ha tenido que sortear el Gobierno, generada esta vez en su propio ministerio.
El primero en abrir la conversación fue el propio Mandatario. Y la señal de respaldo hacia Tohá —con quien se vio muy cercano y afiatado— fue inmediata. De hecho, se atrevió a nombrar a algunas figuras destacadas del oficialismo.
“En esta mesa hay liderazgos para el futuro”, dijo el Mandatario. El primer nombre que mencionó, fue el de la ministra del Interior. También mencionó al alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (Frente Amplio) y a la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola (PC). Luego, fue la PPD quien dirigió la conversación durante la reunión.
Ese miércoles habían pasado 14 días desde que la denuncia por presunta violación contra el exsubsecretario Manuel Monsalve estalló en La Moneda, y la gestión de la crisis, diseñada desde el Ministerio del Interior, había causado un gran malestar en la oposición —que hasta hoy exige la salida de Tohá—, del oficialismo y también, del comité político. Particularmente, las ministras de la Mujer, Antonia Orellana (Frente Amplio), y la vocera, Camila Vallejo (Partido Comunista), estaban disconformes con el diseño, ya que ambas se enteraron de la denuncia el mismo día en que Monsalve dejó su cargo.
Sin embargo, asistentes a la reunión en Cerro Castillo indican que a esas alturas la dinámica entre los miembros del comité político, que intervenían en la reunión, parecía cohesionada y bien diseñada. Cada miembro del comité llegó con diferentes críticas que representaban los pesares de su sector, gesto que tuvo buena recepción entre los asistentes.
Y el respaldo de Boric no fue la única acción que tuvo con Tohá en las últimas semanas. Días más tarde, en el consejo de gabinete que se hizo el lunes, el Presidente comenzó su alocución blindando a la ministra que, hace semanas recibía presiones de la oposición para que dejase el cargo a propósito de la crisis de seguridad y la que generó el caso Monsalve.
“Las soluciones no son con varita mágica, sino con trabajo, con responsabilidad, con persistencia, y en eso no me cabe ninguna duda, porque lo he visto, que las policías, la Fiscalía, la ministra del Interior y todos los equipos están completamente dedicados a que esto salga adelante”, dijo el Presidente en dicha instancia.
La señal fue más fuerte aún cuando el Mandatario anunció que no va a haber un nuevo cambio de gabinete, como los mismos ministros habían reconocido. Una señal que, dicen en el gobierno, fue para empoderar al gabinete y no abrir la puerta a que escalara la presión sobre Tohá.
Más claro aún fue cuando al día siguiente se informó de nuevos cambios en el equipo de seguridad: salió Eduardo Vergara (PPD) de la subsecretaría de Prevención del Delito y llegó la exalcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao. La continuidad de Tohá nunca estuvo en discusión.
En todo caso, la ministra, al igual que el Gobierno, han tenido que pagar muchos costos tras el Caso Monsalve. Cercanos a Tohá indican que ella sabe que está pasando por un momento político difícil y que la salida de la crisis, evalúa, está en el trabajo constante y en sacar adelante agenda de seguridad.
Una caída estrepitosa
“Hubo una votación. Y hoy ganamos. Ganamos jugando limpio, ganamos jugando con la verdad. Pero sinceramente aquí no hay satisfacción ni sentimos que haya nada que celebrar”. Así se expresó la ministra del Interior luego de superar la acusación constitucional presentada por la oposición el pasado 10 de octubre. En ese entonces parecía que, después de semanas intensas, la secretaria de Estado iba a poder despegar.
Ese día la figura de Tohá estaba rodeada de especulaciones sobre una posible candidatura presidencial, consolidándose como una de los personajes con más proyección del Gobierno y, tras la acusación fallida en su contra, asomaba aún más fortalecida. De hecho, varios se aventuraban diciendo que después de la municipal la jefa de gabinete empezaría a definirse como la principal alternativa para suceder a Boric.
Pero solo cuatro días después a la ministra le tocó enfrentar la crisis más profunda desde que asumió. Y provocada por uno de sus colaboradores más cercanos: Manuel Monsalve.
Cinco días después de la acusación constitucional, el martes 15 de octubre, el director general de la Policía de Investigaciones (PDI), Eduardo Cerna, llamó a la ministra para notificarle que el día anterior se había presentado una denuncia por presunta violación y abuso sexual contra Monsalve.
De inmediato, Tohá informó al Presidente Gabriel Boric sobre la denuncia; quien convocó al entonces subsecretario del Interior a su oficina. El resto es historia conocida.
Un recuento general de los eventos que deterioraron la imagen de la ministra incluiría varios factores: primero, encapsular la información proporcionada por Cerna y compartirla solo con el Presidente Boric, instalando la crisis en el despacho presidencial. Segundo, permitirle a Monsalve continuar con su agenda a sabiendas de la denuncia y dejar que anunciara su salida en La Moneda, donde el exsubsecretario pudo defender públicamente su inocencia.
De hecho, el viernes 18, un día después de que Monsalve dejara La Moneda, hubo una reunión secreta —que no era conocida hasta hoy— entre la ministra del Interior, el ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde y los presidentes de los partidos oficialistas para evaluar el despliegue.
Ahí, los ministros compartieron la autocrítica que hizo el Gobierno respecto a su respuesta ante la crisis y se enfocaron principalmente en el despliegue comunicacional. Sin embargo, la presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, fue crítica con la evaluación de los ministros, pues la encontró insuficiente.
Si bien estuvo de acuerdo con la crítica en cuanto a lo comunicacional, apuntó a que el reproche debía ser más profundo.
Entre las críticas que hicieron los partidos estaba que la salida de Monsalve se postergó más de lo que se debía. Y que la imagen en el Congreso del jueves 17 de octubre cuando el exsubsecretario exponía ante la comisión de Hacienda, con la presencia de la ministra Tohá, fue muy perjudicial.
Otro aspecto que ha complicado a la figura de la ministra, ha sido que ha revelado información a cuenta gotas, lo que ha generado contradicciones en sus dichos. El primero fue cuando se supo que Monsalve podría haber activado la Ley de Inteligencia para beneficio propio al solicitar las cámaras del hotel en donde habría ocurrido el hecho que dio origen a la denuncia.
En un comienzo se apuntó a Cristina Vilches, ahora exjefa de Inteligencia de la PDI, quien habría operado en favor de Monsalve. Tohá, la respaldó y dijo que “de acuerdo a los estándares que la Ley de Inteligencia tiene, no hay nada que cuestionar desde el punto de vista de la directora de Inteligencia”.
Eso fue un lunes. El miércoles de esa semana fue la audiencia de cautela de garantías que solicitó la defensa de Monsalve y ahí se revelaron nuevos antecedentes sobre la arista del supuesto mal uso de la Ley de Inteligencia.
Al día siguiente, la PDI publicó un comunicado en donde se informa que Cerna llamó a “retiro absoluto” a Vilches porque según los nuevos antecedentes revelados en la audiencia, estos “revelan un ejercicio imprudente de algunas atribuciones de la Ley de Inteligencia”.
La ministra explicó que “este llamado está dentro de las competencias del director de la PDI” y que no habían contradicciones con sus dichos, pues “en el comunicado que la Policía de Investigaciones hizo, ahí están las razones de la solicitud de renuncia, que son distintas de las que se me consultaron a mí en esa ocasión”, dijo a propósito de su anterior defensa a Vilches.
Pese a las explicaciones de Tohá, desde la oposición mencionan este evento para dar cuenta de que no ha tenido un manejo acabado de lo que ocurrió en su ministerio. El otro que mencionan, y el más reciente, es la omisión que hizo sobre su primer contacto con Monsalve.
En entrevista con CNN Chile Radio le preguntaron cuándo se contactó con Monsalve y la ministra respondió: “Recién el día jueves (17) hablé con él mientras esperábamos entrar al Congreso”. Sin embargo, un reportaje de Canal 13 reveló que hubo un llamado telefónico de la ministra hacia el ex subsecretario el mismo martes 15.
En la sesión especial que invocó la Cámara para aclarar las dudas del Caso Monsalve, la ministra explicó que ese llamado tuvo que ver con un procedimiento formal, solicitado por la PDI, para que el otrora subsecretario se presentara en el hotel en el que residía para recibir a personal policial.
“El jefe a cargo de la operación informa a su jefatura, que es el director de la Policía de Investigaciones, y luego el director de la PDI notifica a la jefatura del subsecretario, porque el subsecretario es el investigador y no le parece prudente llamarlo directamente a él. Así es como se maneja el proceso, y eso fue lo que hizo esta ministra, logrando que el subsecretario acudiera a la diligencia”, explicó Tohá.
Con todo, la caída de la evaluación pública de la figura política de la ministra es un diagnóstico transversal en el mundo político y en sus cercanos. Las encuestas también han dado cuenta de eso.
Cadem, por ejemplo, en su encuesta publicada el 20 de octubre, registró la caída de la aprobación de Tohá en 11 puntos y la dejó por primera vez como la peor evaluada del gabinete. La encuesta Plaza Pública, por su parte, publicada a principios de mes, mostró que un 60,4% de los encuestados calificó la actuación de Tohá como “mala o muy mala”.
La resistencia de Tohá
Desde el círculo cercano de Tohá consideran que las críticas hacia ella son propias del ejercicio de su cargo, de la política y de la magnitud de la crisis. Sin embargo, señalan que hay un aprovechamiento por parte de la derecha y acusan que la ministra es víctima de críticas injustas.
Aun así, estas voces, fuera de micrófono, advierten que la salida de la crisis para la ministra se enfoca en la gestión, algo que confirman tanto parlamentarios oficialistas como opositores de la Comisión de Seguridad de la Cámara.
“Hay que nadar, nadar, nadar y seguir pataleando”, dijo la ministra, según relató un parlamentario que se la encontró en un pasillo y le expresó su apoyo.
Parlamentarios de distintos sectores comentan que la ministra asiste con mayor frecuencia al Congreso, participa en más comisiones y se nota que está haciendo un esfuerzo por impulsar la agenda. Para bien, según algunos, y para mal, según otros, su tono, su energía y su forma de actuar no han cambiado. En esto coinciden parlamentarios de izquierda y de derecha.
Otra muestra de despliegue la dio el jueves, cuando realizó sus actividades diarias en tres regiones distintas. Por la mañana, participó junto al ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, en el Comité de Ministros por la Seguridad Vial en la región Metropolitana.
Al mediodía, Tohá llegó a la región del Biobío para entregar cuatro vehículos blindados a la Cuarta Comisaría de Los Álamos y participó en la ceremonia de develación de una placa conmemorativa en honor a los suboficiales mayores Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal, fallecidos en el triple asesinato de Cañete.
Luego, alrededor de las 14:30, llegó a la región del Maule para asistir a una reunión de seguridad. Más tarde, participó en la ceremonia de entrega de 125 subsidios habitacionales para familias de sectores medios de la Provincia de Linares y culminó su visita regional en la presentación de iniciativas de seguridad para la región del Maule, a cargo de la Fiscalía Regional del Maule, Carabineros de Chile y la PDI.
El trabajo y el despliegue, comentan cercanos a la ministra, son los elementos claves que tiene Tohá en la mira para salir de la crisis. También, comentan, para mantener vivo el horizonte de una campaña presidencial.
El horizonte presidencial
Antes de que se revelara la denuncia contra Monsalve, las aspiraciones del oficialismo para impulsar a la ministra Tohá como carta presidencial eran importantes. De hecho, en el PPD calculaban que marzo sería una buena fecha para que Tohá renunciara y comenzara a perfilar su candidatura. Sin embargo, el golpe generó dudas dentro del partido.
El lunes, antes de que comenzara la reunión de la mesa del PPD, un integrante preguntó hasta cuándo se esperaría para sincerar la candidatura presidencial de la ministra Tohá. Testigos afirman que el presidente de la colectividad, el senador Jaime Quintana, evitó abordar el tema y se limitó a hablar sobre el apoyo que debe brindarse a la ministra.
Este gesto generó ruido en el partido, ya que se piensa que en esa decisión no se está considerando a la mesa ni al partido. La crítica apunta a que Tohá solo se deja asesorar por gente de confianza y de pocos militantes del partido: por ejemplo, su jefa de gabinete, Pía Mundaca, y el jefe de asesores, Cristóbal Valenzuela, no son personajes políticos, sino que vienen desde la academia y la sociedad civil.
Eso sí, la ministra sí se apoya en ministros, principalmente en Álvaro Elizalde, de la Segpres, y el ahora subsecretario del Interior, Luis Cordero. Y fuera de La Moneda es muy cercana al sociólogo Eugenio Tironi —quien ha insistido en que es la mejor carta del oficialismo— y a Ricardo Solari (PS).
El secretario general del partido, José Toro, al ser consultado por The Clinic sobre la vigencia del horizonte presidencial de Tohá, comentó que “por supuesto, la mejor de las nuestras tiene sin duda proyección presidencial, independiente del escenario actual, donde está enfocada en solucionar los problemas de seguridad que afectan a chilenos y chilenas”.
Cercanos a la ministra advierten que aún queda mucho tiempo para las discusiones presidenciales, lo que consideran un elemento a favor, ya que permite tiempo para reposicionarse políticamente.
Eso sí, en el mismo PPD hay voces críticas. En la última comisión política, hace pocas semanas, Carlos Soto, padre del diputado Raúl Soto y alcalde de Rengo, planteó que nadie en el partido había decidido aún que Tohá fuera la candidata presidencial del partido. En todo caso, reconoció su liderazgo.
Desde otras colectividades oficialistas, como el Frente Amplio, reconocen que la crisis en la que está envuelta la ministra es de gran envergadura y que ha sido un golpe fuerte para su figura y para el Gobierno.
Aun así, tanto en público como en privado, han expresado su apoyo a Tohá como ministra y ven en las críticas de la oposición un aprovechamiento e injusticia. Sin embargo, advierten que es muy pronto para saber cómo se proyectará Tohá, o cualquier otro candidato, en una eventual elección presidencial.
Una de las figuras del Frente Amplio que ha brindado un respaldo importante a la ministra es el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic. Desde su círculo afirman que siempre ha apoyado su gestión y que ve en ella una carta fuerte del Gobierno para enfrentar la presidencial. “Incluso, la prefiere por sobre las alternativas que han dado en su partido, como el diputado Gonzalo Winter“, dice un cercano a Vodanovic.
En todo caso, en la oposición insisten en que podría haber una nueva acusación constitucional en los próximos días y que están reuniendo los votos para presentarla. En todo caso, esta semana la opción se diluyó al menos por el corto plazo.
“Veo una buena voluntad de avanzar con la acusación constitucional si la ministra Tohá no renuncia”, dijo esta semana el diputado Luis Sánchez, jefe de la bancada del Partido Republicano.
“Otro error, contradicción o información nueva que salga a la luz y los votos van a estar”, amenaza un jefe de bancada de oposición.