Los otros profanadores de tumbas que rondan en el Cementerio General y las denuncias por ultraje de cadáveres que exponen la inseguridad del recinto
El caso del denominado "profanador de tumbas" en el Cementerio General generó un impacto a nivel nacional, por lo gráfico de los videos de un hombre de 26 años posando con una cráneo extraído de una sepultura. Sin embargo, de acuerdo con investigaciones del arquitecto Tomás Domínguez, no se trata de un caso aislado. En los últimos años se han encendido las alarmas por casos de ultraje de cadáveres en el recinto, aunque en la administración del cementerio no han presentado querellas al respecto. Una serie de denuncias presentadas por Domínguez dejan en evidencia la decena de mausoleos que se han visto afectados por esta tendencia, con registro de panteones intervenidos y cofres rotos, hasta con exposición de osamentas.
Por Agustín Morel 17 de Mayo de 2025

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La imagen de un joven de 26 años ingresando a la tumba de la doctora Ernestina Pérez en el Cementerio General y sacando osamentas, marcó la semana. Principalmente, impactó la imagen explícita del hombre exponiendo un cráneo como un trofeo.
El caso se volvió mediático, al punto de que medios de comunicación estuvieron presentes en el allanamiento de la PDI en su casa (en el que se recuperaron huesos y el cráneo extraído de la sepultura), y también en el juicio en el que se decretó prisión preventiva para Diego Soto, el denominado “profanador de tumbas”.
Si bien este caso generó impacto a nivel nacional, lo cierto es que no se trata de un caso aislado. En los últimos años se viene hablando de los problemas de seguridad en el Cementerio General, que han tomado mayor relevancia con asaltos al interior del recinto, el robo de objetos valiosos, la destrucción de mausoleos y la presencia de personas en situación de calle que viven en el recinto. Pero dentro de todos los problemas de seguridad, las profanaciones de tumbas y el ultraje de cadáveres también han estado presentes.
Tomás Domínguez Balmaceda es arquitecto, y desde el año 2000 trabaja en el proyecto “Ciudad de los Muertos”, en el que ha trabajado directamente investigando el valor patrimonial del Cementerio General. En este proceso, ha sido testigo del deterioro del establecimiento. Con The Clinic habló hace unos meses sobre los problemas de seguridad que ha experimentado el recinto. Pero, a raíz del caso de Diego Soto, compartió material a este medio sobre denuncias explícitas de ultrajes de cadáveres.
Solo entre 2021 y 2025 identificó decenas de casos de ultraje y profanaciones de tumbas. Eso sí, en ningún caso se identificaron responsables, pero un guardia de seguridad del Cementerio General confirmó que en los últimos 12 meses se ha logrado la detención de otras personas que realizan profanaciones. De estos, varios fueron por ultraje de cadáveres, en los que se exponen con claridad casos de ataúdes que han sido abiertos, y osamentas extraídas.
Según guardias del cementerio no es una práctica normal robar osamentas, pero sí se identifican semanalmente ingresos a mausoleos. De todas formas, desde el Cementerio General aseguran que no han presentado querellas por este tipo de delitos.
El ultraje de cadáveres en el Cementerio General
Diego Soto, conocido por su nombre artístico Madame Castel, sufrió las mayores penas al dejar registro de su ultraje. Esto, considerando que las otras denuncias que existen por el mismo delito no han dado con responsables.
Tomás Domínguez ha llevado denuncias con lujo y detalle a la Fiscalía. De profanaciones y ultraje de tumbas tienen decenas de casos, pero de ultraje de cadáveres la evidencia se acota. De todas maneras no es menor, y acumula evidencia de al menos nueve mausoleos que sufrieron el mismo destino que la tumba de Ernestina Pérez.
En su primera denuncia presentada en octubre de 2023, el arquitecto habla de “una ola de saqueos que entre 2021y 2023, han afectado a mausoleos de 6 familias ubicados en los patios”.
La primera evidencia habla del ultraje de tres Cadáveres en mausoleo de Germán Echeverría. El sepulcro ubicado en el patio 17 del Cementerio General sufrió el ataque de tres cajones entre 2021 y 2022. En las imágenes compartidas por Domínguez queda en evidencia la exposición de los ataúdes, acompañado de la apertura de una reja, que da cuenta del ingreso de externos al mausoleo.


En ese sector, el mausoleo de Elisa Puga de Bustos sufrió lo mismo en un periodo similar. En las imágenes se ve cómo la cobertura del ataúd se quebró, probablemente por la participación de terceros. Lo mismo para el caso del mausoleo de Gabriel Ocampo, mismo patio, en el que dos ataúdes se encuentran completamente abiertos, sin registro de osamentas en su interior.


En la denuncia de Tomás Domínguez, el arquitecto incluyó denuncias más recientes. El segundo semestre de 2023, el mausoleo de Ricardo Cruzat Hurtado y Amelia Vicuña también sufrió de ultraje. En una imagen clara, se ve una sepultura que fue abierta, y se evidencia una apertura en el cajón.
Las denuncias de profanaciones en 2024
Un video de la cuenta RL Exploración en Tiktok demuestra la facilidad con la que se puede ingresar a los mausoleos del Cementerio General. En este registro, se ve cómo quien graba ingresa a uno, y abre sin problemas ataúdes, que tienen esqueletos enteros dentro. Uno de los cajones, eso si, se encuentra casi completamente vacío. El registro también fue parte de las denuncias de Tomás Domínguez.
Y junto con eso, meses después de la primera denuncia por ultraje de cadáveres, presentó nuevos antecedentes. A fines de 2023 e inicios de 2024, compartió a Fiscalía un nuevo informe con antecedentes actualizados de ultraje.
El reporte inicia con una denuncia de ultraje de cadáveres en el mausoleo de Aniceto Yzaga en el patio 50. “A comienzos de marzo, me percaté que había sido retirada una hilera de los ladrillos pandereta y que la reja estaba entreabierta. Al asomarme a ver el interior noté que el nicho inferior del costado izquierdo estaba ultrajado”, relata el reporte del arquitecto. En las imágenes compartidas, se ve la cabeza del cofre descubierta, con la tapa extraída.

Mismo escenario se refleja en el panteón de Agustín Gana Castro, en el patrio 57 del Cementerio General de Santiago. En este caso, la estructura quedó dañada tras el terremoto de 2010, pero al interior se ve una tapa de un cajón dañada, y restos de madera en el suelo que sugieren una posible profanación. Exactamente la misma situación se devela en el mausoleo de Abel Velásquez en el patio 51.
El caso más evidente de ultraje de Cadáveres lo sufrió el mausoleo de la Familia Ríos González (patio 41). Domínguez relata que “corresponde a un mausoleo con daños graves por el terremoto de 2010. Estaba cubierto por una malla porque se veían cajones y urnas desde fuera. En julio de 2023 noté que había un esqueleto asomado hacia fuera de un nicho y correspondía a que un intruso había ultrajado y hecho movimientos en el nicho, pese a que durante los 13 años desde el terremoto no hubo novedades. Además noté que habían sacado del mausoleo, dos urnas de reducción, que estaban abiertas y que en ambas faltaban los respectivos cráneos”.
La falta de seguridad para detectar a las personas que realizan ultraje en el cementerio
Al recorrer las 86 hectáreas del Cementerio General de Santiago, es poco común toparse con un guardia. Si bien, según confirman desde el recinto, la dotación diaria de guardias es de 15 personas, solo tres se dedican a labores de recorrido por el terreno, y en ocasiones solo hay uno o dos operando.
Uno de los guardias que ronda en bicicleta por el recinto comenta a The Clinic que durante la mañana está solo en el recorrido. Asimismo, afirma que es difícil controlar cada rincón del lugar, y que por lo mismo, no sorprende que se den situaciones como la que ocurrió con Diego Soto en la semana. En el corto tiempo que lleva trabajando para el cementerio ha visto otros casos de profanaciones de tumbas, pero asegura que con lo que más les toca lidiar en la semana, es con el ingreso de personas en situación de calle.

Con ello, a diario se registran casos de robos de objetos de bronce, principalmente manillas de mausoleos. Y también es cotidiano encontrarse con cadenas de mausoleos alteradas, y puertas abiertas. Otro guardia, comenta que hace unos años hubo un problema con el robo de ánforas. De esto también hay material en las denuncias de Domínguez.
Para hacer frente a los problemas de seguridad, desde el Cementerio General buscan externalizar el servicio de guardias.
“Nos encontramos en proceso de elaboración de las bases de licitación para la contratación del servicio de seguridad privada, el cual contempla la incorporación de nuevas tecnologías y recursos: un dron, una central de monitoreo de cámaras, y motos para el desplazamiento interno del personal”, confirman del recinto.