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La Convención

24 de Diciembre de 2021

La Convención en el entretiempo: luces y sombras de la gestión de Loncon y Bassa, según analistas y constituyentes

Loncon y Bassa

El proceso de instalación desde la precariedad material, la idea de ampliar la mesa directiva para garantizar transversalidad y el simbolismo que imprimió la presidenta del órgano constituyente, son parte de los elementos que tanto analistas como convencionales califican como aciertos de la mesa de la Convención, la que dejará de conducir la constituyente en los próximos días. ¿Desaciertos? Cierta inexperiencia política y poca musculatura para combatir las fake news.

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A menos de dos semanas de que cambie la mesa directiva de la Convención Constitucional -4 de enero- y se cumpla el plazo que marca el inicio de la segunda mitad del Proceso Constituyente, llegó el momento de realizar un balance sobre la gestión que han liderado la presidenta de la instancia, Elisa Loncon, y su vicepresidente, Jaime Bassa.

Así, mientras la actual directiva estuvo a cargo de dirigir el órgano constituyente desde su accidentada instalación el 4 de Julio, la próxima mesa -cuyos candidatos ya comenzaron a manifestarse como “disponibles”- deberá conducir el proceso de redacción de las normas constitucionales para ser ratificados en el Plebiscito de salida.

Así, entre luces y sombras, Loncon y Bassa, quienes no habían ostentado cargos de representación popular con anterioridad, llegarán hasta el final de su gestión con el reglamento de la Convención aprobado, las comisiones temáticas conformadas y con todo en marcha para que comience el debate y la redacción de la próxima Carta Fundamental.

¿Cuál es el balance que realizan los expertos y los propios convencionales sobre la dupla que encabezó la directiva durante su primera mitad?

Aciertos: instalación, ampliación de la mesa y simbolismo

Entre los aciertos que tuvo la dupla Loncón-Bassa, según las fuentes consultadas, está el proceso de instalación de la Convención.

Esto, ya que los primeros días, desde ese tumultuoso 4 de Julio que contó con manifestaciones en las inmediaciones del ex Congreso Nacional, estuvieron marcados por distintas negligencias técnicas que Loncon y Bassa tuvieron que solucionar sobre la marcha.

“La mesa fue exitosa en el sentido de poder instalar la Convención en un contexto en que hubo distintas dificultades para concretar ese objetivo. Debemos recordar que al comienzo nos encontramos con un escenario donde no contábamos con el apoyo mínimo en términos materiales para poder funcionar. Eso fue solucionado de una manera bastante rápida y competente por la mesa”, reconoce el convencional Mauricio Daza (Ind. Colectivo del Apruebo).

Esta postura es refrendada por el coordinador académico del Observatorio Nueva Constitución, Tomás Jordán. “Me parece una buena gestión en general, permitieron una correcta instalación de la Convención, sobre todo cuando no han contado hasta ahora con una colaboración del gobierno, tanto en lo administrativo como en lo político. Eso se expresa en que incluso el Presidente electo y la ex Presidenta Bachelet, han visitado la Convención, menos el Presidente en ejercicio”, comenta Jordán en relación a las visitas que, a excepción de Sebastián Piñera, Gabriel Boric y Michelle Bachelet hicieron por separado al ex Congreso.

En esa línea, fuera de micrófono un convencional de derecha reconoce las circunstancias adversas en que Loncon y Bassa lograron sacar adelante el proceso de instalación. “Literalmente era un jardín: había desconfianza, desconocimiento, protestas, Pandemia y muchas expectativas con un inicio bien caótico; quedó la cagada con el streaming, entre otras cosas. A partir de eso, ellos lograron una instalación correcta, creo que eso es bien importante”, reconoce la fuente sobre sus pares de la vereda del frente, quien enumera otros aciertos relacionados: impulsar el reglamento y cuadrar a los funcionarios del Congreso con los secretarios de las comisiones.

Por su parte, la convencional Tammy Pustilnick (Independientes No Neutrales), valora que a pesar de las primeras complicaciones, “se han cumplido hitos importantes, como lo es que a tres meses de iniciado el Proceso Constituyente, ya contáramos con un Reglamento que en experiencias comparadas ha tomado mucho más tiempo”. dice. 

“Por otra parte, es muy positivo que a casi seis estemos redactando normas constitucionales, próximas a debatir y votar. Todo esto con un proceso muy participativo de la comunidad”, agrega.

Además del proceso de instalación del órgano constituyente, el investigador del Centro de Estudios Públicos en el área de derecho constitucional e instituciones políticas, Pablo Fuenzalida, también llama la atención sobre la idea de ampliar la mesa directiva a siete vicepresidencias adjuntas, las cuales fueron escogidas por los mismos convencionales a través de un sistema de patrocinios.

“Tuvieron la generosidad política de haber extendido la mesa y de no haberse quedado en el diseño constitucional de una mesa bicéfala. Fue un hito relevante generar espacios de colegialidad y control entre pares”, resume el experto. 

En esa línea, Tomás Jordán también valora la ampliación de la mesa, ya que -asegura- sirvió para que “en una Convención tan diversa tuvieran cabida todas las sensibilidades de este tipo”, lo que fue facilitado por el sistema de votación mediante patrocinios.

En tanto, también los convencionales y analistas apuntan sobre otro factor que escapa de la gestión administrativa de la mesa: el simbolismo que tanto Loncon como Bassa imprimieron en el proceso. Algo que, señalan, es fundamental en la redacción de un texto del tenor de una  “Constitución Política de la República de Chile”.

“Todo Proceso Constituyente tiene un elemento simbólico que es muy importante y se vincula con la legitimidad que debe tener este tipo de procesos. En ese sentido, Elisa Loncon y Jaime Bassa representaron de una manera bastante adecuada los anhelos y deseos que ha colocado la ciudadanía en el Proceso Constituyente. Desde esa perspectiva fueron bastante exitosos”, comenta el constituyente Mauricio Daza.

Sobre este punto, Jordán apunta a los atributos de Loncon como elementos relevantes para la legitimidad del proceso.

“Los Procesos Constituyentes, en general, tienen ciertos elementos simbólicos que perduran. Que ella sea una mujer académica mapuche y que presida la Convención, va a marcar el elemento simbólico de la Constitución chilena porque abarca dos elementos de legitimidad que son claves en este proceso: la paridad y el reconocimiento de los pueblos originarios”, argumenta el investigador del CEP, Pablo Fuenzalida.

En esa línea, la convencional Damaris Abarca (Indep. Convergencia Social) apunta a la personalidad de la presidenta de la instancia.

“Elisa ha unificado a la Convención y ha tenido un liderazgo muy positivo desde una perspectiva muy poco vista en la política; es una mujer muy amorosa, amigable y humana, y lamentablemente eso no se ve mucho en la política”, reconoce la ajedrecista, quien tampoco ahorra comentarios positivos sobre el compañero de fórmula de Loncon.

“En cuanto a Jaime, me siento muy orgullosa del rol que él ha cumplido, siempre con mucha humildad y generosidad. Ha sido una pieza clave en que esto funcione bien”, afirma Abarca.

Desaciertos: opiniones personales y fake news

Pero no todas son flores para la dupla que encabezó la primera parte del Proceso Constituyente. Las fuentes indican que también tuvieron tropezones, los que atribuyen a la poca experiencia política tanto de Loncon como de Bassa.

“La mesa, por su propia naturaleza, tenía poca experiencia política y ese rol de articulación pudo haber estado ausente. Una mesa de una Convención tiene por fin articular los acuerdos políticos dentro de la Convención. Eso es porque ambos tenían inexperiencia política de cargos públicos”, advierte Tomás Jordán.

Pese a esto, el convencional Mauricio Daza es severo al afirmar que “hay temas en los que claramente la mesa no estuvo a la altura. Hubo un déficit de manejo político y de gestión muy importante y que también dañó a la Convención”.

Entre estas situaciones, Daza cuenta “el no haber aparecido de manera oportuna para responder de forma institucional en relación con las noticias falsas que se estaban levantando respecto del Proceso Constituyente y lo que estaba ocurriendo. Eso es un déficit importante y es algo sobre lo cual la mesa tiene responsabilidad”, sostiene.

Como ejemplo de lo anterior, Daza recuerda: “como lo relativo a que nosotros estábamos debatiendo eliminar los actuales emblemas patrios, la bandera y el himno. Esa era una información absolutamente falsa. Yo mismo le solicité a la mesa durante un pleno que se pronunciara acerca de esta materia en un contexto en el que la senadora Ena Von Baer estaba repitiendo esta falsedad de manera permanente en el contexto de una franja electoral”, acusa el convencional, en relación a la franja televisiva de la candidatura de José Antonio Kast. No obstante, recuerda, su solicitud no fue acogida.

También Jordán apunta a la relación que mantuvo la cúpula de la Convención con la discusión referente a la contingencia, la cual pudo establecer cruces que no beneficiaron al proceso, asegura el académico.

“Un elemento no tan positivo es que a veces ocurría que ellos daban a conocer sus opiniones más personales que las de su rol institucional. Me parece que eso también es un elemento que la nueva directiva tiene que considerar. Como cuando se dio a conocer el apoyo del vicepresidente Bassa a Boric a través de un tuit en primera vuelta”, recuerda, sobre un punto que también es ratificado por Fuenzalida.

“Que el vicepresidente de la Convención se ponga al servicio del candidato electo de Apruebo Dignidad era una muy mala señal de descuido de la Convención. Más allá de las afinidades políticas, él no era un convencional cualquiera”, agrega el analista.

Con todo, un convencional de la derecha confiesa -bajo reserva- que considera como un aspecto negativo de la gestión actual de la cúpula, “el ánimo totalmente revanchista y el ninguneo de Elisa Loncon hacia la derecha. Ella no fue una presidenta de todos. No nos representó, nos ninguneó y nos basureó en un programa de televisión y un largo etcétera. Con razones o sin razones, pero no estuvo a la altura”, cierra el convencional.

En tanto, la convencional Tammy Pustilnick menciona una falencia de la actual administración y aprovecha para proyectarla hacia el futuro, para que la cúpula siguiente pueda enmendarla.

“Dentro de nuestras debilidades ha sido el cómo comunicamos todo el gran trabajo que hemos hecho en la Convención, que seguro será el gran desafío que tendrá que subsanar la nueva directiva de cara al Plebiscito de salida”, cierra la constituyente.

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