El gobierno del Photoshop

Por Cristián Herrera Peña

Hace algunas semanas el programa Photoshop estuvo de aniversario. El editor fotográfico más usado y más importante del mundo ha estado presente y ha sido parte fundamental de nuestra historia reciente. Hemos visto naves espaciales o alienígenas creados por esta herramienta, personas que jamás han salido del país pueden aparecer fotografiados en los principales atractivos turísticos del mundo. Pero además photoshop nos ha permitido descubrir la belleza perfecta, muy usado en el mundo de la moda este programa elimina fácilmente lunares, arrugas, kilos de más y cualquier otra característica que entorpezca en la búsqueda de la perfección. Cualquier defecto que no pueda esconder el maquillaje o la ropa lo hace photoshop sin necesidad de cirugía plástica.
En este mundo actual, definido en la publicidad de una bebida gaseosa, como el lugar donde “la imagen es todo” la filosofía photoshop ha trascendido los ámbitos de la moda. Esta semana han aparecido las fotos oficiales del presidente Sebastián Piñera, una foto que sin duda tiene exceso de retoques.
No soy un experto fotógrafo, pero sólo con mirar la imagen oficial se puede apreciar que por ejemplo los ojos en su parte inferior, la misma zona que se había operado en una cirugía estética, está claramente photoshopeada.
El problema no es la foto, sino el modelo de gobierno que hasta la fecha sigue la lógica de velar sólo por la imagen. Las chaquetas rojas, el gabinete de excelencia, los mejores, el grupo Tantauco, etcétera, sólo ha sido parte de una imagen que el Presidente ha querido crear.
Una de las promesas de campaña del Presidente fue la de “terminar con la delincuencia”, hoy ya ese discurso ha variado con “disminuir la delincuencia”.En esta primera parte del gobierno esta meta se había cumplido. La delincuencia había disminuido, lo malo es que no habían bajado los índices delictuales, sino que la delincuencia no estaba presente en las primeras planas de diarios como El Mercurio y de todos los medios de comunicación que le daban una amplia cobertura a este tema hasta antes del 11 de marzo, y que en el presente con este ocultamiento han demostrado su clara tendencia derechista. Esto se llama photoshopear la realidad.
Pero a pesar de ser un programa de múltiples funciones, siempre hay excepciones en cuanto a que no es efectivo para el cien por ciento de las personas. Por ejemplo se intento usar para cambiar la imagen del “Negro”, un examen de paternidad se demoró mucho más tiempo del normal en sus resultados, y una alcoholemia se realizó casi medio día después de un accidente. Éstas maniobras para cambiar la imagen del hermano del Presidente, hasta con Ministros investigados por su participación, son burdas y preocupantes aplicaciones que ponen en riesgo toda una institucionalidad.
El uso del photoshop tiene que ser razonable, pues un exceso en los retoques o el usarlo en toda ocasión, lleva a que una imagen pierda su esencia, pierda su consistencia y realidad, transformándose sólo en una caricatura. En lo personal siento que hasta el momento la fotografía presidencial y el estilo de gobierno se acercan mucho más a eso, alejándose demasiado de lo que es la situación actual y los problemas reales del país. Por el bien de Chile es de esperar que sean sólo errores de la instalación de este nuevo programa en un equipo que se encuentra aún en rodaje.