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Nacional

10 de Marzo de 2011

La educación y el Gobierno de Sebastián Piñera

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La presidenta de la FECH escribe sobre a las medidas anunciadas en Educación y los retrocesos que aventura por los distintos proyectos que impulsa Joaquín Lavín en su cartera. Vallejo advierte: “Si el Gobierno dice privatización, nosotros diremos movilización”.

Por Camila Vallejo*

Si la educación en Chile ya estaba mala producto de la indiferencia (y complacencia con la derecha) por parte de la Concertación en la materia, la llegada de Sebastián Piñera a La Moneda no hizo más que empeorar las cosas.

Desde 1980 que Chile experimenta el desmantelamiento del sistema público educacional. Proceso que se ha llevado a distintos ritmos, pero siempre en la misma dirección: abrir espacios a privados que les permitan lucrar con la generación y trasmisión del conocimiento. Aniquilando, de paso, los pilares públicos del sistema. Dicho proceso, sumamente ajeno a lo que haría cualquier país desarrollado, vive una aceleración desde que Sebastián Piñera asumió como presidente.

Las medidas que el Gobierno ha impulsado sobre educación en este año de gestión que recién termina -o anunciado que prepara para los siguientes tres que nos quedan- son indicador que para nuestras autoridades la educación es similar a los televisores o a la ropa de moda. Y si se aplican los mismos criterios para su producción y distribución podemos, como sociedad, tener una educación de calidad, equitativa y al servicio del desarrollo nacional. Lo cual es simplemente imposible.

Permitir que sean empresarios los encargados de formar a los profesionales del mañana, es subordinar las aspiraciones de superación que poseen los jóvenes de nuestro país al enriquecimiento de unos pocos. Eso es justamente lo que se viene a consolidar con la gestión de Sebastián Piñera.

Por ejemplo, la aprobación de la ley de calidad y equidad de la educación -que pese a su rimbombante nombre no es más que una precarización de la situación laboral de los profesores- indica que para el Gobierno la mala educación es responsabilidad de los profesores y no del sistema que los denigra entregándoles bajos recursos para su formación, pocas opciones de perfeccionamiento y sueldos de un bajo poder adquisitivo, pese a la importante labor que cumplen.

Si el 2010 fue el año que el Gobierno le pegó un fuerte golpetazo a los profesores, este 2011 es el turno de los estudiantes universitarios en su conjunto, y de las casas de educación superiores públicas que van quedando. La universalización de un crédito privado con intereses onerosos, la apertura de los fondos públicos (como el AFD) a planteles con fines de lucro y/o adoctrinamiento religioso, la disminución (aun más) de los espacios democráticos en la toma de decisión de las entidades educativas, son, entre otras, las medidas que prepara el Gobierno y ante las cuales los estudiantes por ningún motivo quedaremos impávidos.

Pues si el Gobierno dice privatización, nosotros diremos movilización. No nos pillarán desprevenidos: tenemos las propuestas y trabajamos en ampliar lo más posible nuestros arcos de convergencia para alcanzar, de ese modo, movilizaciones masivas y propositivas e impedir así que la educación se siga vendiendo al mejor postor, tal como lo desea el Sr. Sebastián Piñera.

*Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH)

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