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Mundo

20 de Julio de 2011

El fútbol brasileño ya paga sueldos de liga europea

Una buena vida, clima de playa, un torneo competitivo. Y por supuesto, dinero, mucho dinero. Éstas son las ventajas que en estos momentos ofrece firmar contrato con un club brasileño. Si no que lo digan los argentinos Andrés D’Alessandro (proveniente del Zaragoza), Mario Bolatti (llegado desde la Fiorentina), Fernando Cavenaghi (ex Burdeos), Pablo Guiñazú y […]

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Una buena vida, clima de playa, un torneo competitivo. Y por supuesto, dinero, mucho dinero. Éstas son las ventajas que en estos momentos ofrece firmar contrato con un club brasileño. Si no que lo digan los argentinos Andrés D’Alessandro (proveniente del Zaragoza), Mario Bolatti (llegado desde la Fiorentina), Fernando Cavenaghi (ex Burdeos), Pablo Guiñazú y Roberto Abbondanzieri, quienes desembarcaron en el Inter de Porto Alegre, uno de los equipos más exitosos a nivel sudamericano de los últimos años.

O hasta los propios Ronaldinho, Ronaldo, Roberto Carlos, Adriano, Wagner Love, Fred, Elano y Daniel Carvalho, quienes prefirieron dejar la comodidad de sus vidas y carreras en el Viejo Continente y volver a su país.

La nueva realidad también se refleja en el desinterés de la flamante estrella Neymar por emigrar hacia algún importante club europeo. Reciente campeón de la Copa Libertadores con el Santos, el delantero ya anunció que seguirá en el “Peixe”.

Neymar tiene millones de razones para no emigrar. Según el diario deportivo Lance, el Santos encontró a cuatro nuevos patrocinadores que le permitirán aumentar el salario de Neymar hasta los 6,3 millones de dólares anuales. Un sueldo muy cercano a los US$ 7 millones ofrecidos por el Real Madrid.

Lupo, Ambev, el Ministerio de Turismo y Claro se unen, así, a los acuerdos comerciales que Neymar ya mantiene con Nike, Panasonic, Nextel, Red Bull y Tenys Pé Baruel. Gracias a todas estas compañías, el crack quintuplicará sus ingresos de US$ 95.000 por mes a US$ 525.000

A principio de año, Flamengo rompió el mercado con la repatriación de Ronaldinho. Gana un sueldo de siete millones de dólares, algo muy parecido a lo que cobraba en el Milan, su anterior club. El salario de “Ronnie” es aportado en un 80% por la agencia Traffic Sports (US$ 5,6 millones) y en un 20% (1,4 millones) por el “Fla”.

Sin embargo, el caso que pudo haber coronado el gran despegue económico del fútbol de Brasil fue el de Carlos Tevez, aunque la posibilidad finalmente se cayó este miércoles por el inminente cierre del libro de pases para futbolistas extranjeros y la indefinición del tema.

Sin ganas de continuar en el Manchester City, el delantero argentino de 27 años hasta hubiera resuelto un problema personal (poder vivir más cerca de sus hijas) si acordaba su regreso al Corinthians, donde brilló en 2005 tras ganar el Brasileirao.

Aunque para que este sueño de los fanáticos del “Timao” se concretara primero la entidad paulista tendría que haber puesto US$ 65 millones sobre la mesa. Algo que hasta hace unos años hubiera resultado imposible, pero que con este nuevo escenario parecía factible.

Si se hubiera llevado a cabo, la transferencia del “Apache” habría sido la más cara en la historia del fútbol sudamericano, un honor que también había recaído en Tevez cuando fue el mismo Corinthians el que le pagó 22 millones de dólares a Boca en 2004.

Según el diario británico Financial Times, una de las principales razones que le permitirían al club más popular de San Pablo desembolsar tanto dinero por un futbolista es la fortaleza que en la actualidad tiene la moneda brasileña en los mercados internacionales.

El real acaba de registrar su valor más alto frente al dólar estadounidense (US$ 1 equivale a 1,57 real) en los últimos 12 años, y ha ganado un 35% respecto al euro y a la libra esterlina desde 2008.

Esta modificación en el tipo de cambio y el sostenido crecimiento económico influyeron para que las exportaciones de futbolistas desde Brasil hayan caído el 14% en 2009. Mientras que el año pasado se registraron 135 importaciones en comparación con los 283 jugadores que emigraron.

La cercanía del Mundial 2014 a disputarse en Brasil también lleva a muchos jugadores a quedarse. Tiene un sabor especial jugar el torneo de fútbol más importante del planeta en tierra propia, con serias posibilidades de ganarlo. En consecuencia, prefieren el Brasileirao antes que el Calcio y no salir del radar del seleccionador Mano Menezes.

Este panorama de bonanza económica-futbolera se inició con la llegada de Ronaldo al Corinthians en 2009. La popularidad del que fue tres veces el mejor jugador del planeta y campeón mundial con Brasil en 2002 hizo posible que grandes compañías se sintieran atraídas para invertir en el fútbol. Pero desde una posición más directa en la que los clubes pasaron a ser una especie de socios.

Gracias a Ronaldo, el segundo club más popular de Brasil consiguió aumentar la venta de camisetas en un 30% y, como si esto fuera poco, firmó convenios de patrocinamiento por nueve millones de dólares, un récord para el país.

Muchas de las estrellas que volvieron a su país natal -Ronaldinho, Fred, Robinho por seis meses, Luis Fabiano- cobran su salario directamente de empresas o consiguen un alto porcentaje de los beneficios que generan los clubes en sus contratos comerciales. Y algunos también reciben parte de la recaudación que logran sus equipos por venta de entradas.

No obstante, toda regla (escrita o no) suele tener su excepción. El mediocampista argentino Darío Conca dejó el Fluminense y arregló un contrato de un año y medio con el Guangzhou Hendga de China. Con este traspaso, el jugador será uno de los cinco mejor pagados del mundo, ya que recibirá 6,7 millones de dólares por temporada.

Hasta la selección brasileña obtuvo un beneficio por tener a gran parte de sus estrellas en casa. El Brasileirao le aportó seis jugadores a la verdeamarelha, que acaba de ser eliminada en cuartos de final de la Copa América.

Los arqueros Victor (Gremio) y Jefferson (Botafogo), los mediocampistas Lucas (San Pablo) y Ganso (Santos), y Neymar (Santos) y Fred (Fluminense) representaron el 26% del plantel brasileño que intervino en el certamen continental.

El torneo argentino, que desde hace años sufre una imparable fuga de talentos, sólo le cedió uno de sus futbolistas al equipo conducido por Sergio Batista.

En cambio, sólo Juan Pablo Carrizo (River Plate) integró el plantel de 23 futbolistas de la Argentina, y en condición de suplente. Lo más insólito fue que su equipo acababa de descender a la segunda división, por lo que ningún club de la primera categoría tuvo un representante en el combinado nacional “albiceleste”.

Fuente: Infobae.com

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#Brasil#fútbol#Neymar

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