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Opinión

8 de Mayo de 2015

La crisis según César Barros: “La gente tiene susto del cambio constitucional, teme que se vaya a vulnerar la propiedad privada”

Se le conoce por su manejo en situaciones complejas. En el 2008 se hizo cargo del descalabro que generó el virus ISA en la industria del salmón y en marzo pasado renunció a su cargo en La Polar, luego de pasarse casi cuatro años reparando los daños que dejaron las repactaciones unilaterales. El tiempo libre lo ha ocupado en informarse de los diferentes escándalos que hay sobre la mesa: está asombrado de la falta de control de los empresarios que cometen delitos y le asustan los cambios profundos que puedan venir. Acá, el análisis político y social de un experto en solucionar problemas.

Jorge Rojas
Jorge Rojas
Por

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César Barros va donde se le necesite. No hace mucho, en un programa de radio, le dijeron que era como una especie de bombero, que en el mundo de los negocios se había hecho fama de ser experto en apagar incendios. El mote parece estar bien ganado: en el 2008 le tocó enfrentar la destrucción de la salmonicultura producto del virus ISA y en el 2011 se hizo cargo de La Polar, un muerto que nadie quería cargar. El verano pasado, sin embargo, su atención estuvo puesta en resolver su propia crisis: se pasó todas las vacaciones evitando que los animales del fundo que tiene en Antilhue se murieran de sed.

-Tengo un campero que tiene como 70 años y me dijo que nunca en su vida había visto una sequía tan grande, toda la vegetación se puso café –describe con asombro.

Barros cuenta que Antilhue, ubicada en la región de Los Ríos, significa lugar soleado en mapudungun y que hace más de 20 años que tiene allí 350 hectáreas de territorio. Allá dedica su tiempo a la crianza de los más de 300 vacunos que tiene y a la mantención de los más de 20 caballos chilenos que corre junto a su hijo en el rodeo, por el club de la Asociación Valdivia. El negocio, sin embargo, nunca había estado tan amenazado como este comienzo de año.

-El año 1997 fue seco, pero este la jodió: no llovió entre enero y abril –agrega.
César Barros, sin embargo, no perdió ningún animal.

-Le arrendé un cerro con pinos a Celulosa Arauco y echamos a todas las vacas a comerse el pasto que está entremedio de los árboles. Así logré capear el temporal –cuenta con orgullo.
Al volver a Santiago renunció a su cargo en La Polar.

¿Se fue para dedicarse al campo?
No, esto lo tengo hace tiempo. Me fui de La Polar porque había cumplido mi misión y tenía que dar un paso al lado, es lo justo y lo importante.

Usted ha sido el bombero de las crisis. ¿Por qué cree que siempre lo llaman?
Yo llegué a los salmones cuando estaba todo bien, pero tuve la mala suerte de que apareció el virus ISA a los pocos meses de haber llegado: yeta. Lo de La Polar me lo ofrecieron, y acepté, pero nunca pensé que era tan grande la escoba.

¿Qué le pasa cuando ve que los principales involucrados del caso están esperando juicio en libertad?
Las sanciones son decepcionantes. La Polar fue un hoyo de mil millones de dólares, que es mucho más grande que las cascadas, Penta, Caval, y todos los escándalos juntos. El caso La Polar afectó a un millón de clientes, echaron por tierra el valor de la inversión de los accionistas minoritarios y las AFP, o sea, hubo mucha más gente afectada que en todos estos temas que estamos viendo ahora. Sin embargo, las multas que les pasaron fueron muy inferiores.

La Polar también se transformó en un problema político.
La Polar fue un caso que afectó a un millón de personas, que se transformaron en un millón de votos. Piensa que con 800 mil sales electo senador por Santiago, entonces acá hubo muchos que dijeron: ‘acá hago una carrera política con esta cuestión’.

¿Juan Antonio Peribonio, el director del Sernac?
Obvio. El caso La Polar fue la cúspide de su reinado. Toda la discusión de si quebraba o no, pasar la multa…

¿Peribonio quería que La Polar quebrara?
A él no le importaba mucho que quebrara. Al final, esto se negoció con él y con el ministro Pablo Longueira. Si La Polar quebraba, siete mil familias iban a quedar en la calle, nadie le iba a pagar nada a los afectados, y desaparecía un retail importante, en un mercado que está muy concentrado. Con el arreglo se logró levantar capital para pagarle a los afectados y para que la empresa siguiera funcionando.

¿Qué se negoció en esa reunión?
La compensación para los afectados. Peribonio decía que el interés no era salvar a La Polar, sino que se le pagara a los afectados y que se castigara, que hubiese una sanción, pero si La Polar hubiera quebrado hubiese sido más malo para todo el mundo.

A usted lo llaman del extranjero para que hable del caso La Polar, ¿qué les cuenta?
Hace poco fuimos a la Universidad de Columbia. A ellos les interesaba saber cómo habíamos armado un equipo que quisiese subirse al carro en unas circunstancias tan precarias. Yo les dije que acá hubo en todo el grupo una variable ética y épica que no hay en otras partes. Que no actuábamos por plata, porque de acá nadie salió forrado, sino que el discurso era otro. Yo les decía a los gerentes: “el país nos ha dado tanto a nosotros y esta es una oportunidad única para devolver lo nos han entregado”. Además, les decía que tener éxito en una gran empresa a la que le va bien es fácil, que el verdadero liderazgo se prueba en una empresa que está para la cagá.

¿Qué era La Polar antes y qué es hoy?
La Polar era una gran mentira, había gente que compraba, pero no pagaba, y otros hacían como que cobraban, pero repactaban. Como te decía: puro humo. Hoy, en cambio, es el cuarto retail de Chile, pero de verdad: ordenado y sin deuda. Ahora, obviamente hay una gran desazón en los accionistas, que compraron a 3.000 pesos la acción y hoy vale 25 pesos.

Ellos podrían decir que en La Polar nada se ha hecho bien.
Ellos querían de vuelta los 3.000 pesos, pero hay cosas posibles y otras imposibles.

¿Qué es lo inexplicable de este caso?
Que en todas las empresas puede haber fraudes, pero normalmente este tema se descubre rápido. Acá, lo increíble fue que las repactaciones unilaterales venían ocurriendo desde hace una década.

¿Qué motivaciones cree que tuvo Alcalde para amparar esta conducta?
Fue una mezcla de cosas. Hay una gran irresponsabilidad y soberbia, porque creían que esto lo iban a dominar y al final tenían pescado al tigre de la cola y se puso inmanejable. También hubo dosis de ego.

¿Hubo codicia?
Eso es difícil de saber. Hay gente que funciona más por el prestigio y otros más por la plata. Es difícil meterse en la cabeza de alguien, pero en el caso de La Polar, cuando se dieron cuenta que esto era inmanejable, en vez de frenar el cuento y contar la verdad prefirieron escalarlo, lo que es una gran irresponsabilidad. Para armar un hoyo de mil millones hay que hacerlo con mucha dedicación, porque es mucha plata.

¿Qué pasó con esa plata?
Todos se preguntan dónde está la plata. Bueno, la mitad es deuda de la gente que no pagó lo que compró. Del millón de personas que fueron repactadas, hay 600 mil que nunca fueron ubicables, y de ellas, el 20% tenía causas penales por robo o receptación. O sea, le prestaban plata hasta al león del zoológico. La otra mitad de la plata es el humo que armaron con los intereses: a un gallo que no pagaba, en vez de castigarlo, le repactaban la cuenta y le ponían una tasa más alta. ¿Qué había? Una contabilidad que no era de verdad, puras cuentas por cobrar, un cerro de plata de mentira.

¿Hasta qué punto llegó su enojo cuando logró dimensionar el escándalo de La Polar?
No alcancé a tener rabia. Si tú te ves rodeado de cocodrilos no te da rabia, los matas no más, tratando de salvarte: no hubo tiempo de enojarse.

¿Es verdad que una vez estuvo a punto de pegarle a Pablo Alcalde?
Es un mito. Me enojé al ver el grado de mal manejo que había en la compañía. Ver a una persona profesional, que ha trabajado en empresas grandes, que después de todo lo que sabemos dice que no tenía idea, es un poco irritante.

LA ELITE

Usted ha dicho que La Polar es más grande que Penta, ¿qué le pasó cuando se enteró del financiamiento ilegal de la política que se hacía allí?
Esta era la forma en que se financiaba la política en Chile, todo el mundo la sabía, pero nadie lo decía. Lo primero que se me vino a la mente fue: ‘acá va a quedar la escoba, porque esto no es la UDI no más’. Fue exactamente lo que pasó. En el mundo empresarial se sabe que todos los políticos se pasean pidiendo plata, todos piden. ¿Por qué? Porque las campañas son muy caras. Mi primera impresión fue que el gobierno se estaba equivocando medio a medio cargándose a la UDI, porque tarde o temprano le iban a llegar a él.

¿Qué gana el empresario que presta plata?
Para el que es de derecha es un apoyo a sus ideas, pero hay empresas reguladas a las que también les interesa tener amigos en el baile.

¿Amigos para qué?
Este país está lleno de reglas, entonces la interacción con el Estado siempre es grande, con impuestos internos, los legisladores, con quien sea, pero es imposible pensar que el parlamento está comprado.

¿Siempre es bueno tener un amigo en el Estado?
Esto pasa en todas partes del mundo, no nos sorprendamos… a ver, acá no hay políticos ricos, nadie ha hecho plata con la política. Es distinto cuando los partidos políticos, como ocurrió en Italia, pueden hacer negocios con el Estado. En esos países los políticos salen ricos, acá no podemos hablar de corrupción a ese nivel. Acá hay un gasto desaforado, una mala costumbre, y una pésima regulación para conseguir fondos, porque tampoco es bueno lo que estaba sucediendo.

En la carpeta de Penta hay un mail que le manda Carlos Eugenio Lavín a Ernesto Silva, donde le pide expresamente intervenir en la discusión de una ley.
Los empresarios, cuando quieren que en el parlamento las cosas funcionen de cierta manera, llaman a medio mundo, y no solamente a los más amigos: llaman ‘de chincol a jote’. Para eso existen las empresas de lobby, que hacen la pega. Tú no sacai nada con hablar con un cabro de la UDI para que cambie la cuestión, si quieres de verdad hacer un cambio legislativo tienes que hablar con medio mundo.

Ese cabro de la UDI se transformó después en el presidente del partido.
Está bien, pero aunque sea el presidente de la UDI: para influir en una comisión tienes que ir a hablar con todos los miembros. Esto es mucho más serio que lo que la gente piensa. Cuando hicieron la ley de acuicultura hablamos con todos y Salmón Chile nunca le pasó plata a nadie.

¿Y le pedían?
No, pero gente de izquierda me aconsejó que no hablara con ciertos personajes porque me iban a pedir plata.

Los mail del caso Penta desnudaron una intimidad hasta ahora desconocida, supimos cómo se piden las cosas…
En este país hay mucha más intimidad de lo que todos creen. Cuando tú vas al parlamento, a la sala donde se toman el café, son todos amigos y se convidan para la casa. Este es un país mucho menos confrontacional que lo que aparece en los medios. Jorge Rosenblut, presidente de Enersis, tiene familiaridad tanto con la izquierda como con la derecha, porque han estado metidos en el baile por años. Acá a nadie le gusta estar peleado por mucho tiempo con el otro, porque es tan chica la baraja que en cualquier momento te toca la carta de al lado.

Vuelvo a los correos. Allí hablaba gente que pertenecía a una misma clase. El economista Rafael Aldunate, por ejemplo, le pidió trabajo al Choclo Délano. Le decía que tenía acceso “a casi el 80% del establishment empresarial, político y gremial”.
Cualquiera que haya ido a la universidad y que tenga alguna participación en el mundo empresarial tiene accesos a quien quiera, si esto es un pañuelo. Esto no ejemplifica nada, existen miles de miles de personas que tienen una buena red, tanto en la política como en el mundo empresarial.

Claro, pero Rafael Aldunate apelaba a la solidaridad de una clase.
Está mal apelado, Chile es mucho más meritocrático que lo que la gente cree.

¿Le parecía correcto que Délano, Lavín y Wagner estuvieran en la cárcel?
No he pensado si eso está bien o mal. No eran un peligro para la sociedad. Todo Chile sabía que las empresas financiaban parte de la política, y había algunos que lo hacían transversalmente y otros que lo hacían en forma dirigida.

Ahora, todo esto se hacía evadiendo impuestos.
Siempre que tienes una diferencia tan grande entre el impuesto que pagan las personas y el que pagan las empresas vas a tener una tentación enorme por hacerlo por esa vía. Mientras haya esa diferencia siempre va a haber alguien que se vea tentado.

La fiscalía dijo que desde el júnior hacia arriba daban boletas en Penta para aumentar los gastos de la empresa.
Está mal, probablemente hubo imprudencia y exageración, pero esto se venía haciendo hace mucho tiempo.

¿Cómo queda la imagen de los empresarios después de todos estos escándalos?
Mal, la imagen empresarial venía mala desde que se instaló que el lucro significa algo malo. En algunos sectores existe un ánimo antiempresarial, en lo que se llama ‘la calle’, es cosa de verlo. Mira los letreros que llevan y los gritos que dan.

¿Qué hay de malo en los gritos?
La calle siempre es más extremista, no le responde a nadie: la calle no tiene accountability. Uno puede decir lo que quiera y nadie te toma preso.

¿Qué está representando la calle?
Representan un malestar que no sé qué tan extendido es. Una marcha, aunque sea grande, tampoco es representativa: tienes 4 millones de estudiantes universitarios y salen 100 mil a la calle. Lo malo de todo esto es que el chileno, en general, tiene una desconfianza, hay cosas que lo tienen muy molesto, como el crimen, pero creen que si uno es trabajador y no es vicioso sale adelante. Igual las desigualdades son grandes, y eso viene desde que cincuenta y tantas familias españolas colonizaron un país, y esa es la historia de toda Sudamérica. Este tema es de lenta maduración, o sea, no porque todos vayan a la universidad va a disminuir de inmediato la desigualdad. Probablemente disminuya desde el punto de vista monetario, pero no necesariamente desde el punto de vista social, que tiene que ver con más cosas, con no comer con la boca abierta, qué se y.

¿Hay que cumplir con ciertos códigos?
Hay códigos, por supuesto. Tú vas a Inglaterra y los ingleses son piolitas, acá no po: tu vai a la micro y todos se te tiran encima, y a nadie le importa nada. O sea, para que seamos un país de caballeros falta mucho todavía.

En ese país de caballeros, ¿existe una sanción social para el empresario que se pasa de la raya? Voy a hacer una caricatura: ¿dejan de ir al club de golf?

Tienen todo el derecho, pero los que son más sensatos no deberían ir. Es como de sentido común, yo creo que hay sanción social.

¿Se arman cahuines? ¿Qué es lo más fuerte que usted ha escuchado decir del Choclo Délano en el ámbito social?

Es como cuando un amigo cae en desgracia, uno tiene sentimientos encontrados, pero lo que se oye es que hubo despelote, descuido, idiotez, y todos se duelen del daño colateral, sobre como esto arrastró a todos.

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BACHELET SIN CARISMA

¿Cómo ha visto a Michelle Bachelet?
Golpeada y dubitativa. Se le ve en la cara, hay menos alegría de vivir, que era una cosa muy constante en ella.

¿Usted la conoce?
Sí, ella tenía la tranquilidad que le daba su encanto y Caval le rompió esa varita mágica. Sus asesores cayeron en lo mismo: golpeados y dubitativos. Todo fue raro: se enteró por la prensa, se quedó las dos semanas de vacaciones, volvió, dijo una parte, después llamó a una comisión, y ahora lo de la Constitución.

¿Fue un error meter a Sebastián Dávalos al gobierno?
Es que hay dos alternativas: o ella sabía que a su hijo le gustaba ganar plata o no sabía.

Usted no le cree que ella no hubiese sabido.

No sé, cada familia tiene sus códigos. Mis hijos me cuentan todo. Si se van a comprar un auto, o se cambian de pega, si le subieron el sueldo, todos me llaman, pero pueden haber familias en donde estas cosas no se hablan. Ella, además, tiene una familia poco tradicional.

¿Qué tan grave es la crisis del gobierno?
De ser hada madrina pasó a ser una presidenta con una pila de problemas, pero ella sigue siendo la presidenta. Nadie se atrevería a cuestionar su figura, que es lo que está pasando hoy en Brasil. Para el mundo empresarial la figura de la presidencia sigue siendo sacrosanta. Por eso es una pena que estemos en manos de Yerko Puchento, a él no se le habría ocurrido hacerle esto a Lagos, ni a Piñera.

¿Hay machismo?
No, es que el nivel de mal manejo ha llevado esto a niveles risibles.

¿Qué le parecen las medidas que anunció?
Buenas, pero todo esto lo embarró la nueva Constitución.

¿Qué lo asusta de una nueva constitución?
La gente tiene susto del cambio constitucional, teme que se vaya a vulnerar la propiedad privada y que quede la impresión que se gana plata con dinero mal habido, porque eso no es así.

¿Está amenazada la propiedad privada?
Me da pánico que se empiece a discutir algo que hasta ahora era completamente indiscutible… todos nos acordamos de la revolución con empanada y vino tinto, de la revolución en libertad, y la reforma agraria, acá tenemos memoria también.

¿Le preocupa que se forme una Asamblea Constituyente?
Es que eso es un cuaderno en blanco, por eso Camilo Escalona y tanta gente dice que por esa vía no. Piensa tú que las Constituciones hechas por Asambleas Constituyentes son risibles: las de Venezuela, Ecuador, Bolivia, llegan y dicen que existen derechos para todo y deberes para nada. Si tú le preguntas a un gallo: ¿Cómo quiere el colegio? Obvio que te dice gratis; ¿Qué lo echen o no lo echen del trabajo? Que no lo echen… ponte tú, acá tenemos el derecho de que el Estado nos proteja de los malvados, eso está escrito en la Constitución. ¿Nos protege? Más o menos. Tú vas a la Araucanía y te dicen nada. ¿Pegarle a un carabinero es delito? Sí, pero les disparan. Antes de cambiarlo todo tratemos de cumplir lo que tenemos, para partir hablando. Son cosas de sentido común.

La Constitución actual tiene muchas cosas que deberían cumplirse pero se pasan por alto. Por ejemplo, el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Para que veas tú, cuando tú sabes que es imposible que en una ciudad como Santiago haya aire limpio, para qué ponen cosas en la constitución que son incumplibles. Anda a decirle a la gente de Temuco que dejen de calentarse con leña y empiecen a hacerlo con gas natural.

Pero es impresentable que una Constitución no garantice ese derecho. Uno aspira a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, pero a veces los pueblos se encuentran con empresarios como Luksic, que dejó sin agua a Caimanes.

Entonces primero hagamos cumplir lo que hay, eso no necesita ningún cambio constitucional: se necesita pegarle el palo al gato.

¿Cree que esto de la Constitución es una estrategia comunicacional?
Nadie sabe qué es lo que se quiere cambiar. Si esto es un cuaderno en blanco, hay que decir cuáles son los puntos que hay que ver.

Un cuaderno en blanco también puede ser una motivación para sentarse a conversar, para llenarlo con algo que sea realmente representativo.

Siempre que tengas una agenda clara sobre lo que quieres, porque si no esto se puede ir para cualquier lado. A mí no me gustan las agendas abiertas. Como he sido director de empresas, es mejor cerrar las cosas que abrirlas, porque si no hay 80 mil opiniones y nadie se pone de acuerdo, y el que grita más fuerte consigue más.

¿Aporta a la solución un cambio de gabinete?

Estos son equipos, no son personas individuales. La baja de la popularidad del gobierno te dice algo, es como la nota del semestre en el colegio: se sacaron un tres. Ahora, ¿hay que cambiar a los niños de colegio cuando se sacan mala nota o hay pedirles que estudien más? Cambiar siempre es un costo, porque se mandan señales fuertes.

En esa visión gerencial, ¿Rodrigo Peñailillo es un mal jefe?

Peñailillo es el gerente general de un equipo político que se ha sacado un tres, pero no sé si hay que sacarlo o pedirle que se aplique. Lo que debería hacer el gobierno es pedir de inmediato una lista de todos los parientes de políticos que están en el sector público en puestos de confianza y pedirles la renuncia a todos lo que están allí por cosas distintas al mérito, eso es una medida clara.

¿Le asombra que parte de la Nueva Mayoría fuese financiada por Julio Ponce Lerou?

Simpático eso, ¿no? Para que veas tú que no se puede decir que se financiaban ideas específicas. Si alguien puede pensar distinto a la Nueva Mayoría, ese es el yerno de Pinochet, pero ya ves, financiaba para todos lados. No es bonito, es más lógico que Penta financie a la UDI a que Ponce Lerou lo hiciera con MEO o no sé quién.

Usted hizo el curso de alférez del ejército y fue compañero de Andrónico Luksic, vinculado al escándalo de Caval, y Patricio Contesse, ex gerente de SQM. ¿Qué opinión tiene de ellos?

De Contesse soy amigo y a Luksic lo conozco, le tengo mucho respeto. Mientras más poder tiene una persona, mientras más encumbrada está, más se le pide. Lo de Contesse lo encuentro ridículo que él sea el culpable de todo. Eso significa que el directorio era una manga de idiotas. Yo conozco a Patricio y eso es increíble, no es verosímil.

¿Usted lo conoce bien?

Yo me siento amigo de él, y creo que está asumiendo toda la culpa en un cuento donde no puede ser el único, es ridículo. Es como cuando el cabro de Caval dice que en la reunión con Andrónico Luksic él estaba mirando los cuadros, mientras discutían 6 mil 500 millones de un crédito. Hay cosas que se creen y cosas que no, pero otra cosas es que crean que uno es hueón.

¿Y qué piensa de Luksic?

No sé en qué estaba pensando, y él debe pensar lo mismo. Yo creo que si uno le pregunta si lo haría de nuevo, yo creo que te va a decir que no. Hay reuniones a las cuales uno no debe ir y los banqueros son absolutamente cuidadosos en esas cosas.

HUÉRFANO DE LIDERAZGO

¿Cómo se define políticamente?

Yo soy de derecha, pero no me acomodan los partidos.

¿No se siente más cercano a la UDI?

Yo tengo un hermano que es diputado de la UDI, Ramón Barros, y trabaja muchísimo, más que yo en La Polar. Le tengo una gran admiración y respeto, pero a mí no me atrae la política.

¿Pero le atraen ciertas ideas?

¿Cuáles son las ideas de los partidos? Me encantaría que alguien me dijera cuáles son las ideas de cada uno.

¿Qué defiende la derecha?

Orden, disciplina, derechos y deberes, propiedad privada, libertad para emprender, impuestos bajos, comercio internacional libre, y eso no lo veo muy encarnado. No me siento bien representado. Está confundida.

Está huérfana de liderazgo.

Sí, no veo líderes, ni en la izquierda, ni en la derecha.

¿Sebastián Piñera no lo representa?

Es un amigo, compañero de curso, pero todavía esto es un misterio.

¿Le afectará en su campaña el haberle pagado a Jaime de Aguirre con dineros que eran donación de campaña de SQM?

No te quepa duda que se lo van a sacar en cuenta, pero es duro de matar.

¿Le gustaría que regresara Ricardo Lagos?

De repente sí, a pesar de su soberbia, porque con Lagos nadie huevea, no hay chistes, ni memes. La institución de la presidencia de la República que instaló Diego Portales es muy importante. Tú te podrás reír de los parlamentarios, los alcaldes, pero del presidente no, si es como el rey.

A Piñera lo molestaron desde el día uno.

Y fue malo. La reina de Inglaterra actúa como reina, y no anda buceando, ni tirándose en paracaídas, no hace cosas raras. Un presidente de la República, sobre todo tiene que ser respetado y respetable.

A Michelle Bachelet la escupieron durante la campaña.

Lo encuentro horroroso, igual que esa cabra que le tiró un jarro de agua a la ministra: ¡en qué mundo estamos! ¿Tú crees que a Ángela Merkel le andan tirando vasos de agua, o le hacen memes, o hay un Yerko Puchento que la sube al columpio? No. Esto de que hagan chistes a costa de Bachelet es sumamente dañino, uno no se ríe de las autoridades.

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