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Poder

27 de Julio de 2015

Caso SQM: Las confesiones del ex presidente de Enersis, Jorge Rosenblut, a la fiscalía

En su declaración, Jorge Rosenblut Ratinoff adoptó una estrategia similar a la Rodrigo Peñailillo y negó varios de los hechos descritos por Giorgio Martelli a la fiscalía en relación a la sociedad Asesorías y Negocios y su participación en la precampaña de Bachelet el 2012. El ex presidente de Enersis reconoció su rol como puente entre los grupos empresariales que aportaron a AyN y dijo que por razones personales y laborales no tuvo una colaboración activa en la última campaña presidencial.

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En su declaración el pasado 10 de julio, frente a los fiscales Sabas Chahuán, Carmen Gloria Segura y Emiliano Arias, Jorge Rosenblut negó gran parte de las conexiones en las que lo involucró el geógrafo y dueño de Asesorías y Negocios SPA, Giorgio Martelli. Una estrategia similar a la del exministro del Interior Rodrigo Peñailillo quien, al igual que Rosenblut, ha sido asesorado por el abogado Gabriel Zaliasnik, jurista que defiende además a Roberto Guzmán Lyon -cercano a Julio Ponce Lerou- en el caso Cascadas y a Iván Moreira en el caso Penta.

Rosenblut reconoció que había sido él quien realizó los contactos para Martelli con el exgerente de Soquimich Patricio Contesse y con el abogado José Tomás Guzmán por el grupo Angelini.

También relató su rol histórico como articulador con distintos grupos empresariales chilenos para obtener financiamiento en la campañas concertacionistas. Aunque su trabajo en estas materias se remite desde el año 2005 en adelante, donde participó más activamente que en la última campaña presidencial, Rosenblut le explicó a los fiscales que él era una de las 30 personas de la Concertación que mantenían contacto con el sector empresarial y que en la campaña de Bachelet en el 2005, había cumplido el mismo rol.

Rosenblut esgrimió razones personales para explicar por qué, a diferencia de lo que declaró Martelli, había estado más ausente en la última presidencial.

El expresidente de Enersis le dijo a los persecutores que su realidad personal y laboral le impidió colaborar activamente en la última campaña de Bachelet. Dijo que el hecho de estar radicado en Miami, el divorcio con su esposa y la relación con sus hijos no le permitieron asumir responsabilidades mayores. Una de sus hijas vivía en Pennsylvania y según el acuerdo al que había llegado con su ex esposa, le correspondía llevar a su hijo menor al colegio y quedarse con él un fin de semana por medio.

A lo anterior, agregó que Endesa atravesaba una coyuntura difícil con miles de personas saliendo a la calle para protestar por el proyecto estrella en ese tiempo: Hidroaysén y otros proyectos como Punta Alcalde y Bocamina, también cuestionados por la opinión pública. Así, Rosenblut argumentó que en ese tiempo estaba dedicado a ordenar su vida personal y laboral y que esas eran las razones que le había dado a Martelli para explicarle que no estaba disponible salvo actuaciones específicas.

En su declaración, Rosenblut relató parte de su trayectoria profesional y su paso por la Universidad de Chile y Harvard. También habló sobre su trabajo en el Banco Mundial y los cargos que ocupó en los gobiernos concertacionistas.

Según su relato, a partir del 2004 su vida se desarrollaba completamente en Estado Unidos y principalmente en Miami, donde creó una empresa. Viajaba a Chile para asistir a directorios y aprovechaba de tomar contacto con diversas personas del mundo empresarial y líderes de opinión para entender mejor el ambiente político y social en el país. Agregó que intentaba participar de encuentros importantes como Enade, Icare y otros foros relevantes.

LAS CONTRADICCIONES CON MARTELLI

GIORGIO-MARTELLI

Frente a la consulta de los fiscales sobre su relación con Giorgio Martelli, Rosenblut dijo que lo había conocido en 2005 a través de Guillermo del Valle, uno de los amigos más cercanos de Martelli y quien ha estado apoyándolo desde que se supo de la existencia de Asesorías y Negocios.

Rosenblut dijo que Martelli se había integrado a la campaña de Bachelet en el 2005 y dada su experiencia como Director Ejecutivo de la Asociación Chilena de Municipalidades, asumió como Administrador Electoral de la campaña presidencial, responsable del control de los ingresos y gastos electorales y de dar cumplimiento a las obligaciones que la ley les asigna, detalló Rosenblut.

Agregó que Martelli se había desempeñado de forma correcta y adquirió tal nivel de expertise que incluso en el año 2008 escribió un libro, precisamente sobre el tema de la gestión, administración y financiamiento en campañas.

Consultado por los fiscales por su relación con el geógrafo en la última campaña presidencial, Rosenblut contó que en algunos de sus viajes en el 2012 se reunió con Martelli para obtener una mirada política del país, debido a su visión más específica por su trabajo en las municipalidades.

Según su relato, se tomaron un café, que no duró más de 30 minutos, oportunidad en que Martelli le habló sobre su trabajo en el proyecto de una alternativa de gobierno para la oposición de ese entonces. Martelli le pidió si podía intentar averiguar la disponibilidad de algunas personas que habían ayudado en el pasado a apoyar nuevamente este proceso político. Rosenblut no menciona que ese proyecto político del que le había hablado Martelli era la candidatura de Michelle Bachelet, que aún no se hacía oficial.

Respecto a su gestiones para conseguir financiamiento para Martelli y su empresa Asesorías y Negocios, Rosenblut le explicó a los fiscales que había tenido una reunión con Patricio Contesse, exgerente general de SQM, a quien conocía por sus obligaciones profesionales y le consultó si la empresa controlada en ese tiempo por el ex yerno de Pinochet Julio Ponce, estaría disponible. Como la reacción de Contesse fue positiva, Rosenblut dijo que se lo había informado a Martelli telefónicamente y le había dicho cuál era la empresa. Además, negó que haya presentado a Martelli con Contesse y dijo que desconocía la forma y la oportunidad en que el geógrafo se había contactado con el exgerente general de SQM.

Otras de las contradicciones entre Rosenblut y Martelli es sobre los montos de dineros que SQM aportó.

Según la declaración de Martelli, fue Rosenblut quien los decidió junto a Contesse. Sin embargo, el expresidente de Enersis lo negó y dijo que no le había indicado sumas de dineros a Martelli.

Según la versión de Rosenblut, su rol se limitó a consultar si estaban disponibles en SQM para apoyar el futuro proyecto político de Bachelet. Y agregó que era Martelli y no él quien tenía la experiencia y conocimientos necesarios para decidir cómo materializar y llevar adelante cualquier apoyo. En ese punto, Rosenblut ahondó más las diferencias con el recaudador ex PPD y le explicó a los fiscales que no conocía la compañía SQM Salar y que tampoco sabía de la existencia de Asesorías y Negocios y negó el rol que según Martelli tuvo en la constitución de AyN.

Rosenblut dijo también que no era efectiva la reunión que Martelli relató en su declaración y en la que participaron Rodrigo Peñailillo, el abogado experto en derecho minero Cristián Quinzio y él, donde se discutió el ordenamiento jurídico de la cuestionada sociedad. Sobre esto, Rosenblut dijo que esa afirmación era falsa y explicó que a Quinzio lo había conocido brevemente en un evento, pero que no lo había vuelto a ver. Además negó haberle hecho pagos a Martelli.

EL HOMBRE DE LOS CONTACTOS

Abrazo Peñailillo Bachelet A1

Rosenblut explicó su relación con el ex ministro Rodrigo Peñailillo.

Lo conoció en el 2005 en la primera campaña de Bachelet. Dijo que no recordaba el rol, pero que sabía que era una persona cercana a la candidata. Ya en el gobierno, con Peñailillo como jefe de gabinete, tuvo oportunidad de interactuar con él por razones que catalogó como protocolares, propias de su cargo en Chilectra. Una de ellas fue la gestión para que Bachelet recibiera a un equipo de fútbol de La Legua, que había ganado un campeonato organizado por al compañía. Los jugadores habían viajado a España a jugar contra un equipo del Real Madrid y Rosenblut quería que la mandataria los recibiera en La Moneda.

Pero las redes de Rosenblut no son sólo políticas. Respecto de su rol como puente entre empresarios y la Concertación, contó que en uno de sus viajes a Chile en el 2012 había participado en una reunión con ejecutivos del grupo Copec, empresa que pertenece a la familia Angelini. Fue ahí donde se acercó a uno de los hombres fuertes de ese grupo, el abogado José Tomás Guzmán, a quien Rosenblut conoce y aprecia, según dijo. Fue en ese contexto donde le consultó si las empresas del grupo Angelini estaban disponibles para apoyar el proyecto de la futura Nueva Mayoría. Al igual que en SQM, la respuesta fue positiva y se lo informó a Martelli.

Cabe señalar que Asesorías y Negocios recibió aportes de Copec, Celulosa Arauco y Cruz del Sur, antes de ser vendida al grupo Security.

Tal como en el caso de SQM, la versión de Martelli apunta a que fue Rosenblut quien pactó los montos para AyN junto a José Tomás Guzmán.

Sobre los detalles de las reuniones con Contesse y Guzmán, Rosenblut dijo que al primero le explicó que había una idea de que hubiese un proyecto alternativo. Le comentó que un gobierno de centro izquierda podía ser más ordenado y asegurar mayor crecimiento y luego conversaron sobre la realidad que vivían en ese tiempo países como Perú, Colombia y Ecuador. La cita fue en la oficina de Contesse y no hubo nadie más presente.

En el caso del grupo Angelini, la reunión con Guzmán fue en los mismos términos que la de Contesse, después de un almuerzo. Rosenblut dijo que no había recibido ningún beneficio por estas gestiones.

El ex presidente de Enersis respondió que no sabía sobre la existencia de facturas y boletas falsas, que es lo que investiga la fiscalía en el caso de Martelli y de otros profesionales que boletearon a AyN. Respecto al conocimiento que habría tenido Bachelet sobre sus gestiones con estos grupos empresariales en el 2012, Rosenblut dijo que ella no estaba al tanto y relató que en el 2005 había organizado cuatro o cinco cenas para que algunos empresarios conocieran a Bachelet y entendieran de su propia voz que lo que ella representaba era bueno para Chile. Visitó al menos ocho empresas ajustándose a la legislación en temas de financiamiento. Pero dijo que no recordaba cuáles.

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