Habla Héctor Llaitul: líder histórico de la CAM

Héctor Llaitul Carrillanca (48), líder emblemático de la Coordinadora Arauco Malleco CAM, cumplirá un año en libertad condicional en mayo, tras su condena por diferentes delitos, entre ellos, el ataque a la caravana del fiscal Mario Elgueta en 2008, en Tirúa. En entrevista con el diario Austral de Temuco, abordó en detalle su participación en el foro “Política, derechos ancestrales y derecho indígena actual”, en Concepción, contó en qué está actualmente y cómo la organización espera proyectarse hacia el futuro.

Al término del foro, se le consultó si sigue siendo el líder de la CAM y midiendo sus palabras, respondió: “Yo soy una expresión política de la organización, por lo tanto, mi vocería es eminentemente política” y, de paso, aclaró que no abordaría la contingencia.

Sobre su condena, que en total serían 15 años, afirma que él y los otros procesados nunca tuvieron un proceso judicial justo: “A nosotros nos condenaron por ser miembros de al CAM, por ser referencia dentro de la organización”, dice en relación a la aplicación de la Ley Antiterrorista y la utilización de testigos reservados, práctica que fue condenada por organismos internacionales.

También habló sobre el beneficio de libertad condicional que recibió el 30 de abril pasado: “La libertad es un derecho, un anhelo de todo preso, por lo tanto lo asumimos con mucha felicidad y mucha fuerza, sobre todo para dar continuidad a lo que nosotros estamos planteando, que es nuestra propuesta política, que es también mi búsqueda personal por nuestra identidad, la resignificación del mundo mapuche. La continuidad de todo lo que hemos pretendido, el retorno a las comunidades, como lo que está pasando conmigo”.

Sobre su presente, Llaitul comentó que volvió a la comunidad en Tirúa, que su rutina se divide entre la agricultura y posicionar el proyecto político de la CAM.
“Volví a Puerto Choque (Tirúa), a la comunidad de donde nos sacaron procesalmente, donde obtuve esta condena tan alta, en un juicio tan emblemático por la lucha de las comunidades por recuperar sus tierras, en especial en contra de las forestales. Esto generó un hito político importante. Por ende, asumí volver a esa comunidad para dar continuidad, no solamente a mi proceso personal de reinserción, sino que para dar continuidad a los aspectos que siempre hemos planteado, lo que implica el control territorial, el retorno a la comunidad y las luchas desde y con las comunidades”.

“Yo participo, principalmente, en lo que se refiere al control territorial en sus aspectos más productivos o económicos, que son limpieza de espacios para hacer huertos, chacras, guillatunes, palines y otros. Contribuir con la militancia, comunitariamente en esas labores”, cuenta.

Además, se refirió al futuro de la Coordinadora y cómo esperan proyectarse abriendo sus puertas para dar a conocer sus objetivos políticos. “Es una nueva apuesta de la CAM. Ciertamente, a la CAM se le conoció mucho por estar en los procesos de restitución territorial y política, que implican actos de resistencia o los actos de resistencia en sí generaban la presencia de la CAM mediáticamente, pero poco se le conocía a la CAM sobre su proyecto político. Ahora estamos abordando ese desafío y empezamos conmigo, pero hay otra gente que lo va a empezar a desarrollar. No seré el único, prontamente lo harán otros mapuches que serán rostros visibles de la organización”, aseguró.

“La diferencia ahora está en que el componente de la Coordinadora es más ideológico, por la liberación nacional, por la autonomía revolucionaria del movimiento mapuche, con mayores fundamentos y planteamientos, eso nos obliga a ser parte de ciertos debates, como el que se hizo acá y visibilizar más la lucha mapuche”.

Consultado sobre la disposición de la CAM de sentarse a conversar con el Estado, respondió: “Lo veo difícil, a nosotros se nos tiene que reconocer como fuerza política”.

“Las autoridades deben pronunciarse, pero siempre vamos a poner (primero) el piso de la necesidad de una reconfiguración territorial y los aspectos autonómicos necesarios para conversar. Para eso falta mucho”, advirtió.

Según Llaitul, “el Estado no nos valida, lo que valida es la supresión de nuestras expresiones”. Pide que al menos se manifieste con la prórroga del decreto 701 de fomento forestal, el que calificó como una “bofetada” al movimiento mapuche. “Es una realidad que no tiene otra salida, pero si el Estado prorroga este decreto, es prácticamente una declaración de guerra en materia de territorialidad”, concluyó.