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Poder

1 de Junio de 2016

Carolina Goic, senadora y Presidenta de la DC: “Si el proceso constituyente no funciona, todos fallamos”

Como dicen en Magallanes, la senadora ha sido impulsada por un “viento de cola”. Primero, y luego de la sorpresiva renuncia de Jorge Pizarro en medio de la Junta Nacional del partido, fue nombrada presidenta de la DC. Días después, le correspondió dar el discurso en el funeral de Patricio Aylwin, donde pidió perdón por las actuaciones de los políticos y abogó para que “nunca más la política sea degradada”. En menos de un mes, estos dos hitos la catapultaron a un lugar impensado para ella y seguramente para sus pares. En la lógica de la vieja guardia, Carolina Goic (43) hace ruido. Muchos camaradas viejos dicen que “no la ubican” -una manera elegante de constatar que no es del club- algo que en tiempos de desconfianza hacia los políticos más que restar, suma. En medio de tanto descrédito, Goic da la pelea por la nueva política y de paso se la juega por el proceso constituyente.

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GOIC1

-Hace unos días te hicieron un “Hombrazo”, ¿qué es eso?
Las mujeres del partido me hicieron un “Mujerazo” y cuando los hombres supieron, armaron una comida, llegaron como 300 hombres. Las mujeres nos encontramos más, expresamos más el cariño, los hombres en cambio están más en la máquina partidista, y preguntan “¿esto para qué es, vamos a juntar votos?”. La comida fue para juntarnos, darnos un espacio de conversación. Y fue bueno. Siento que hay entusiasmo, ganas de recuperar el espíritu.
-A raíz de los cuestionamientos a Carolina Tohá por el tema del financiamiento del PPD por parte de SQM, hay una carta de apoyo que está circulando. ¿La firmaste?
– No, pero sí le he expresado a ella, que me parece lamentable cómo se ha utilizado esto para dañar su imagen y su gestión a raíz de una situación donde el partido debe responder y clarificar. Son temas que hay que investigar, pero desde el día uno en esto ha habido la intensión de sacar ventaja.

-¿La Nueva Mayoría debería apoyar la candidatura de Carolina Tohá en Santiago?
-Me parece valioso que ella diga que hay que hacer primarias, esperaría la misma actitud de otros alcaldes que tienen cuestionamientos más claros que lo de Carolina Tohá.

-¿Cuáles?
-Punta Arenas (Emilio Boccazzi), La Pintana (Jaime Pavez), que se han negado a hacer primarias.

-¿Qué te pareció el discurso de la Presidenta del 21 de mayo?
-Vi una Presidenta con mucha convicción, trazando ruta, con prudencia y más que esperar anuncios, se consolidan las reformas que estamos trabajando.
No sé si esto tiene que ver con la entrevista, pero después del discurso de la Presidenta, hay una cosa que me impresionó mucho y fueron las agresiones a ella como mujer en los tuiter y los mensajes. Las agresiones no solo son los golpes físicos sino cómo construimos una cultura donde, en el caso de las mujeres, pareciera tan simple descalificar. El llamado es a construir nuestro país desde las prácticas cotidianas. Agresiones así incentivan la violencia contra la mujer.

-El 21 hubo hechos de violencia en las calles.
-Es que son dos imágenes que no coinciden, por un lado la Presidenta, que llama a cuidar y construir un país, incluso en el contexto de una nueva Constitución, y por otro, los hechos de violencia que todos rechazamos y que cobraron la vida de un trabajador y aquí hay que hacerse cargo. Nos ganamos el derecho a marchar libremente, pero tiene que ser a rostro descubierto.

-¿Crees que, tal como dijo la Presidenta, Carabineros se inhibió después del caso de Rodrigo Avilés?
Tenemos que respaldar a Carabineros, siempre dentro del marco de la ley y el respeto, pero hay una sensación de impunidad y para eso Carabineros tiene que poder actuar.

-Votaste a favor del control preventivo de identificación.
-Sí.

-¿Qué opinas que el PS quiera ir al Tribunal Constitucional por el tema del control preventivo de detención?
-Inexplicable. Este es un proyecto que tiene la firma de la Presidenta, es una agenda prioritaria de gobierno, con una larga discusión legislativa y en el que se hicieron modificaciones para respetar las garantías constitucionales, entonces a uno le llama la atención que un partido oficialista utilice un mecanismo que hemos criticado en la derecha.

-¿Una deslealtad?
-Hay que tener un mínimo de disciplina, además no tiene justificación.

“SOY UN CATALIZADOR”

-Le pregunté algunos políticos viejos de la DC por ti y muchos dijeron que no te conocían, pero es innegable que eres una figura con una fuerza inusitada. ¿Te han hecho ver eso?
Lo he sentido, pero en positivo. Cuando fui candidata a diputada la primera vez, no me costó tener el cupo, pero fue porque pensaban, “bueno que vaya, si total no va a salir”. Hoy en cambio es, “qué bueno que estás en la presidencia”.

-El funeral de Patricio Aylwin, ¿marca un hito?
Sin duda. Veníamos de una época muy pesimista, un callejón sin salida, con todos los cuestionamientos, el uso de recursos en campaña, la gente molesta… Y desde nosotros, la desesperanza, los palos de ciego, la falta de sintonía. Pensar que la gente se va a olvidar es un error, esto requiere un cambio significativo, algo que al mundo político le ha costado. La gente quiere y necesita creer en la política y en nosotros y nos están dando la oportunidad.

-No sé si la gente quiere creer en estos líderes la verdad.
-Quiere líderes en los que pueda creer. Están enojados con los políticos, pero no con la política. La lógica tradicional se resiste, se mantiene en la misma forma, pero la gente quiere otra cosa.

-Hablas de una tensión entre lo nuevo y lo viejo, ¿cómo has sentido esa tensión en la DC?
-Hay una tensión, pero también una constante. La constante es cuando la gente valora a don Patricio, un líder sencillo, con 68 años de matrimonio, que siempre fue honesto… Esto no se trata de la revolución, sino más bien de volver a las reales prioridades de la política. Yo soy asistente social y eso ha marcado mi forma de hacer política. Sacar leyes y trabajar en Valparaíso, para alguien como yo que no es abogado, ha sido un tremendo aprendizaje, pero para mí es fundamental estar en mi región, conversar, estar conectados. Es muy fácil encerrarse en cuatro paredes y hacer política abstracta.

-En un entorno machista y tradicional, ¿cómo estás dando esa pelea por la nueva forma de hacer política? Lo nuevo implica que alguien tiene que perder poder.
Revitalizar el partido es una oportunidad que me entusiasma. Y hasta ahora, solo he sentido respaldo con mis gestos.

-¿No te asustó estar a la cabeza de la DC?
-Para nada. Cuando se presentan desafíos así hay que usar todas las herramientas para hacer las cosas bien y con harta humildad para convocar. Además de aquí a diciembre tengo tareas bien concretas: las elecciones, implementar la nueva ley de partidos, el financiamiento transparente. Asumí un compromiso explícito: hacer una DC transparente, que no son puras palabras, no vamos a llevar a candidatos cuestionados.

-¿Cómo se hace para ser el partido más transparente?
-Firmamos un convenio con el Consejo de Transparencia porque queremos que nuestros candidatos suban la información de su patrimonio, los ingresos, los gastos de campaña y también sus propuestas programáticas. Además, no vamos a respaldar candidatos que tengan faltas graves a la ética, a la probidad y formalizados.

-El criterio no será solo legal entonces.
-Hay que ser cautos y no enjuiciar cuando alguien aparece nombrado, pero hasta ahora, la lógica de los partidos ha sido, “bueno, si tiene votos que sea candidato”. Eso ya no puede ser.

-Tienes un perfil que no es encasillable, nadie sabe bien tu lote dentro del partido, tienes autonomía, vienes de una región extrema.. una potencial amenaza para los de siempre.
-Hace tanta falta romper esa lógica central, romper la burbuja, eso es lo que nos pide la gente.

-¿No te da susto amenazar a esta lógica?
-No, porque sólo tengo cosas que ganar. Nada que perder. Siempre he actuado desde lo que siento que tengo que hacer. Sin ningún cálculo. No soy de esa gente que mide su paso en la política. Cuando digo lo que digo es porque tengo la convicción de que era lo que había que decir y le hablé a don Patricio desde lo que él significó para nuestro partido y lo que él nos pedía, y lo que para mí como presidenta de partido me toca asumir. La responsabilidad, desde esa lógica, me permite vivir tranquila.

-La política está asociada a la soberbia, no a la humildad…
-Hoy día yo soy un catalizador, el ingrediente que hace que se produzca la reacción química, la energía, que seamos capaces de recuperar algo que la DC tiene. No es que yo genere la confianza, la esperanza, sino que permito que esto despierte y dejemos de estar inmovilizados. Hoy día ese es mi esfuerzo en el partido y estoy feliz de poder hacerlo.

-¿Te preguntas a veces si vas a sobrevivir en este mundo?
-No soy una heroína, pero todo el tiempo que llevo en la política he podido hacer un aporte sin tener que transar lo que creo. Y me ha tocado enfrentar cosas difíciles, pero siempre con mucha franqueza, respondiendo a mis electores. Cuando me enfermé de cáncer no lo oculté y mucha gente me dijo que iba a ser difícil volver después de un año fuera, enfrentar la elección, pero aquí estoy.

-En la enfermedad hay debilidad, ahora estás en una situación de poder.
-Es bien importante no creerse el cuento del poder. Hoy tengo herramientas, pero hay que saber usarlas.

PERDER PODER

-Hace un tiempo dijiste que no le tenías temor a la Asamblea Constituyente, ¿quieres que ese sea el mecanismo para una nueva Constitución?
-La discusión de los mecanismos es algo que se tiene que dar, pero antes tenemos que cumplir etapas. Hoy día es la participación, hay que cuidar ese momento y aprovecharlo. Cuando escucho a la gente de Chile Vamos diciendo que se restan, digo, qué están hablando. La discusión de nuestra Constitución es algo que nos une y donde nadie sobra. ¿Cómo va a ser ilegítimo que se junte un grupo de vecinos a conversar sobre el país que queremos? Que alguien lo tache de ilegítimo es como vivir en Marte, es no entender nada. Pero a la vez, veo que esto es consistente con las lógicas de la derecha, el temor a la participación, ceder poder.

-La Nueva Mayoría tampoco ha sido muy entusiasta con el proceso constituyente…
-Tenemos que movilizarnos, estamos distraídos en otras cosas y estamos dejando de aportar. En el partido hicimos un encuentro local y hace unos días llené la ficha con mi mamá y fue una experiencia súper linda, porque se dio una discusión de cuáles eran los valores a priorizar como país. Eso es muy lindo desde el punto de vista cívico, de conectarnos, que es lo que puedes generar en los encuentros.

-¿En la DC hay entusiasmo?
-Estoy convencida de que tenemos que estar. Hemos hecho un proceso de formación, capacitamos a 600 chicos y chicas militantes, elaboramos material en mapudungún, estamos aportando.

-¿Por qué crees que no ha pasado mucho con los líderes de la Nueva Mayoría?
Porque esto rompe la lógica y en general hay un cierto temor a la participación más abierta.

-¿Cuál es el temor?
-Perder poder, porque significa democratizar las decisiones, y cuando las tomas entre cuatro paredes tienes mayor control, pero hay una lectura equivocada, porque ese control ya no está. Si no generas canales de participación y escuchas esto se desborda y la gente se expresa de otras maneras. En Punta Arenas, a propósito de la falta de oncólogos infantiles, se juntaron 500 firmas y se pudo convocar a la ministra de Salud a una audiencia pública. Al principio había mucho temor a una funa, pero nos sentamos en un gimnasio y cada uno pudo hablar, se dio un proceso sano. ¿Cuál es la primera reacción desde la lógica tradicional? Que es una amenaza, más que verlo como oportunidad, que nos permite buscar soluciones donde todos podemos participar.

-¿Cuándo el mundo político va a entender que tiene que perder poder? Porque eso ya pasó.
-Por eso te digo, tener control entre comillas, porque ya no lo tienen. Te sumas o pierdes y quedas fuera, y probablemente eso se refleje en votaciones. La gente tiene que darse cuenta del poder que tiene. No participar también es expresión. Ojalá seamos capaces de incentivar la participación, eso nos ayuda al crecimiento de la democracia.

-Hay un ninguneo al proceso constituyente, Carlos Peña por ejemplo, dice que esta es una puesta en escena para participar, pero que todos sabemos que los que van a decidir es una elite, la astucia constitucional la llama.
-Eso tiene que ver con menospreciar la capacidad de la gente. Estoy convencida que estamos en una etapa distinta de espacios de representación y de liderazgo. Es absurdo descalificar un proceso como este, por sacar cuentas menores y pasarle la cuenta a la presidenta, solo para decir que no funcionó. Si el proceso constituyente no funciona, no es la presidenta la que falla, sino que todos fallamos y desaprovechamos la oportunidad.

-¿Cuáles son los aspectos fundamentales que quieres que se reflejen en la nueva Constitución?
-Un país más solidario, menos individualista. En nuestro encuentro constituyente salió el bien común, la dignidad, la democracia, la descentralización… Una Constitución donde prime el espíritu colectivo. El mejor reflejo es lo que ha sucedido con la reforma laboral y el fallo del Tribunal Constitucional, que sostiene que los derechos colectivos se pueden ejercer individualmente, ¡es ilógico! Yo espero una Constitución que rompa la lógica centralista. Hay un tema que no resiste, lo que ha sucedido en Chiloé o en Magallanes, es expresión de territorios postergados.

-Un dirigente en Chiloé decía que lo que sucedió en la isla es parte de una conversación constitucional…
-Claro que sí, la industria salmonera es también una discusión para nuestro modelo constitucional. Yo espero que el modelo de desarrollo que tenemos, cambie. En Magallanes hemos trabajado mucho el tema de la conservación, la importancia del turismo. La industria del salmón genera empleo, pero cuando hay una crisis, provocada por la misma industria, las responsabilidades las paga el Estado. Es pan para hoy y hambre para mañana. Tenemos que pensar en un modelo de desarrollo que sea más sustentable. En Magallanes me encantaría que congeláramos la entrega de concesiones acuícolas, tengo un compromiso con el crecimiento, pero hay alternativas que permiten generar actividad al largo plazo. Eso requiere internalizar los costos ambientales de la actividad productiva.

-¿Estás chata de que se te acerque la gente con el tema de la candidatura presidencial?
-Ser candidata no está en mi proyecto ni en mi planificación, agradezco el cariño. Les digo gracias, pero no. No soy candidata, siento que hoy día mi responsabilidad es aportar al partido, catalizar la energía.

-Es inevitable hacer este paralelo con la figura de Michelle Bachelet, en el sentido que de alguna manera ella llega a ser presidenta inicialmente sin buscarlo.
En esto no hay que creerse los cuentos ni los cantos de sirena. Soy una mujer con los pies muy puestos en la tierra, me compré zapatos con taco cuadrado, mis prioridades están en hacer un aporte al partido. Amo mi región y tengo una responsabilidad con Magallanes, esa bandera está en mi corazón.

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