Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

29 de Agosto de 2016

Alejandro Goic, actor: “Me emputece que la gente diga que los políticos son una mierda”

Goic anda en otra. Su máxima preocupación actual son las cosas sencillas, los pequeños cambios que puede hacer en la vida cotidiana. No botar colillas de cigarrillos en la calle, ni que se despilfarren cientos de vasos plásticos en los catering de las películas. Alejandro Goic (59) -que protagoniza la taquillera serie del momento “Bala Loca” de CHV y que está en el cine con “Aquí no ha pasado nada”, inspirada en el caso de Martín Larraín, y “Jesús” de Fernando Guzzoni- está buscando una vida más conectada a la naturaleza y a la comunidad sin perder el interés de lo que pasa en la calle con las marchas contra la AFP y la CEP: “Podría ganar Optimus Prime. Y Optimus Prime es Trump. Ahí estaríamos en problemas”, lanza.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

Alejandro-Goic-foto1-alejandro-olivares

¿Marchaste el domingo contra las AFP?

-Sí. Ha habido una cosa maravillosa, producto de la tecnología, que hace que la gente se autoconvoque, a través de las redes sociales.Y que confluyan, sobre todo en el caso de las AFP, que son un escándalo y tienen un origen bastardo, porque no es mejorar la jubilación de los trabajadores, sino que tener capital fresco en el sistema financiero.

¿Impones en alguna AFP?

-No. En general, los actores trabajamos con boletas.

¿Has pensando en tu jubilación?
-No, fíjate. Ahora de viejo, tengo que tomar alguna medida, como ahorrar. Y no esperar que la comunidad se inspire políticamente y cambie este sistema inhumano.

¿Eres partidario de un sistema de reparto, mixto..?

-Toda conversación debe partir sobre la base de cómo resolvemos que todos los trabajadores tengan una jubilación decente y digna al final de sus días. Soy partidario del mejor sistema que resuelva eso. Porque este sistema ya no da. Por algo regresó José Piñera. Cuando dice que viene en una especie de cruzada para salvar el sistema, lo que me está diciendo es que el sistema no sirve. Su presencia corrobora ese hecho.

Pero para él, funciona bien el modelo.
-Probablemente, para un sector de la población es perfecto. Porque funcionan en un mundo de castas, que no ven las pellejerías, los esfuerzos tremendos, el cansancio horroroso, la humillación cotidiana de millones de trabajadores, que al terminar de trabajar 35 años, reciben 150 lucas. Es triste. Son una mierda los defensores de este sistema. Tienen que revisarse el alma. ¿Qué valores le transmiten a sus hijos? ¿actúan de la misma manera en sus familias?, ¿cómo tratan a sus empleados? Honestamente, no entiendo. Estoy confundido…Yo estoy pensando en otra hueá. Para mí, uno de los más inteligentes y hábiles políticos de finales del siglo XX y principios del XXI, es el subcomandante Marcos.

¿Por qué?

-Cuando le preguntaron sobre la importancia de los movimientos de masa incipientes de ese entonces, como podrían ser los de Chile actualmente, respondió que tenían relevancia, pero más relevancia tenía otra cosa: lo que estaba en él, en SU conducta personal, de cómo vivía SU vida, las maneras de relacionarse -no desde el poder- sino desde las pequeñas relaciones que estableces con tu pareja, hijos, amigos, compañeros de trabajo, las personas en la calle. Cómo convives. Cómo te relacionas con la naturaleza, cómo es tu capacidad de reciclar, cuáles son tus hábitos… Es decir, solo van a tener sentido estos movimientos populares, espontáneos y hermosos, siempre y cuando sea una concurrencia de individuos que están haciendo el esfuerzo de vivir de otra manera que no sea capitalista. De volver a vivir en comunidad.

¿Te imaginas una vida así?
-Te lo voy a poner de otra manera: un amigo decía que uno no puede tener sexo con cuatro mil millones de mujeres que hay en el mundo, pero debe intentarlo. Creo lo mismo con este proyecto político, ja, ja, ja. Puta, qué difícil es armar una comunidad hermosa, que prescinda del poder y del dinero, y que tenga gran respeto por el otro y al mismo tiempo por sí mismo. Está difícil. Pero hay que intentarlo.

Pero es difícil porque estamos sumidos en el individualismo.

-Sobre todo el chileno que es muy brutal. Es como mi machismo formado, esculpido como un diamante, en el Instituto Nacional. Un colegio de hombres que sigue, además, clavando la bandera de su machismo brutal. Me ha costado un culo, una vida, poder atenuar esa formación machista tan tremenda que está en el ADN de mi generación. Pero vuelvo a decirte: se pueden hacer cambios. Pero uno a veces predica con la pichula en la mano.

En esa admiración que tienes hacia el Subcomandante Marcos, ¿has hecho algo en tu vida siguiendo sus lineamientos?

-Ojo, pero no soy devoto de nadie. No tengo santones. Nunca los tuve, ni siquiera en la izquierda. Ni San Lenin, ni San Marx, ni San Fidel, ni San Puta. Pero he seguido poco sus lineamientos. Estoy en la etapa del sentimiento de culpa.

¿De qué sientes culpa?
-De pequeñas cosas, como tirar al piso una colilla de cigarro o un papel. El partido comunista italiano era muy especial. Fueron los primeros en el mundo que asumieron el tema ecológico. Su primera medida fue prohibir fumar en su sede, porque no podían estar discutiendo sobre los problemas de contaminación echando humo. Es interesante esa señal. Como humanidad estamos acelerando el proceso de muerte. Y, fíjate, que al mismo tiempo, tú y yo, estamos fumando.

De algo hay que morirse…
-Sí, pero es angustiante. Siempre pienso, cómo es posible que no tomemos medidas para parar la devastación de nuestro hábitat. Pero, al mismo tiempo, tengo estos hábitos suicidas, porque con este cigarrillo estoy matándome a mí mismo.

¿Has pensado en dejar de fumar?

-Sí, pero por razones filosóficas más que por salud. Pero no lo dejo. Es una contradicción brutal. Y mi voluntad es pobre, porque es una adicción horrorosa que llevo hace más de 40 años. Pero lo que quiero plantearte, volviendo a esta reflexión del subcomandante Marcos, es que hay que asumir los cambios que queremos en todo ámbito. No puedo ir a una marcha por el medio ambiente y después pescar mi auto e irme botando mierda. Estoy preocupado de esas pequeñas cosas, sin dejar de preocuparme de las grandes cosas. Lo que pasa es que están íntimamente relacionadas. Mi preocupación central es cambiar profundamente mis pequeños hábitos. Por ejemplo, me angustia -y nunca tomo medidas- que en los catering de los rodajes pongan cientos de vasos plásticos para tomar cafecito. La gente toma un café y bota el vaso. Después se le ocurre tomar otro y saca otro vaso…Al final del día, se llenan tres o cuatro bolsas gigantes con esa mierda. Y se podría solucionar de manera fácil: con que cada uno llevara su taza.

¿Desde cuándo te preocupan esas pequeñas cosas?
-Desde siempre. No tan explícitamente como hoy, que me lo planteo cotidianamente. Y veo esfuerzos en la gente que me emocionan. Mi hermana Carmen, por ejemplo. Ella es implacable en el reciclaje de todo, casi hasta la molestia. Ve un ají en la raja y dice, no: esa hueá va pa allá. Es enfermante, pero es hermoso a la vez.

Hay que ser demasiado disciplinado para reciclar.
-Sí, pero vuelvo al tema central: solo van a tener potencia estas manifestaciones ciudadanas si dejamos de vernos el culito. A mí me llama la atención que el 83% de la gente, incluso la que estaba en la marcha, quiera que la plata vaya al fondo individual y no al solidario. Es decir, podríamos estar ante la presencia de una serie de individuos conectados en función de su culo personal y no del interés colectivo. Aquí hay un rol muy relevante en los liderazgos que deberían estar pensando más allá. Por eso me habría gustado que el proceso planteado por la presidenta Bachelet, de participación ciudadana se ideara sobre la base de replantear cómo nos religamos. Se ha perdido también un profundo sentido de nación, que no me inquieta para nada, pero había una oportunidad. ¿Sabes cuál es el gran problema de este sistema impuesto con una bayoneta en el culo? Que tú podrías haber pensado: bueno, sacrificaremos una o dos generaciones, pero efectivamente vamos a crear una sociedad moderna y desarrollada. Pero se perdió esa oportunidad. El neoliberalismo es una estafa.

LA CEP

Alejandro-Goic-foto2-alejandro-olivares

Sé qué no le compras nada a la encuesta CEP. Pero qué te parece que después de todo lo que se ha sabido de Piñera, tenga posibilidades de salir reelecto…
-Es un hueón poderoso, con las espaldas para hacerlo, fue el presidente de la República, una vergüenza para la república, pero lo eligió un pueblo democráticamente. Ahora, yo no saco conclusiones sobre eso. Tú comprenderás que alguien que tiene 14%… Primero pongo en duda el rigor y la metodología que usan las encuestas. Son instrumentos políticos, para partir. Pero analicémosla. El 62% dice que no tiene candidato… O sea, es una victoria pírrica tener el 14%. Es ridículo. Ahora, los partidos están viviendo enclaustrados en una especie de autarquía, de castas. Por lo tanto, son esos los instrumentos con los cuales juegan y toman sus decisiones. Una cosa completamente demencial. Acuérdate lo que va a pasar: sacarán cuentas alegres con las elecciones municipales.

En la CEP, apareció con posibilidades el candidato Optimus Prime….

-Eso da cuenta de la desconfianza y del cansancio de la gente. Están jugando con fuego. Porque podría ganar Optimus Prime. Y Optimus Prime es Trump. No vaya a ser cosa que gane Optimus Prime. Ahí estaríamos en un problema.

¿Qué te parece el poco apoyo a Bachelet?

-El golpe de gracia del punto de vista de la adhesión ciudadana fue Dávalos. Es obvio. El desprestigio fue enorme.

El otro que fue a la baja es MEO.
-La gente no es tan hueona. Ya está en el suelo. MEO no tiene derecho moral a seguir en la política. Te voy a decir algo severo: no me sorprende que en 200 años la burguesía y oligarquía chilena se haya dedicado a robar, pero que alguien use la figura de su padre asesinado por la dictadura, para pedirle plata a uno de los símbolos más relevantes vivos de la dictadura, el heredero literal, tiene que irse para su casa.

¿Piensas votar o te da lo mismo?
-Hay que votar, por la puta madre. Costó un culo la democracia, muchas vidas, Y amigos personales. Es un gran privilegio. Minúsculo, lo que querai, no resuelve todo, pero hay un deber de votar. Tu libertad de expresión, tu libertad política, tu libertad de hacer la marcha de las AFP, costó un culo pos culiao. Y lo único que se te pide es que te levantís un día cada cuatro años. Te informís un poco y vayai a poner un papel culiao en una caja. No es mucho el trueque.

Hay una generación que no está ni ahí con votar, que cree que todo es más de lo mismo…

-Pero, puta, descubrieron América los hueones. Me emputece que la gente diga que los políticos son una mierda, porque aquí hay una responsabilidad ciudadana, también. Porque los escogiste voh, poh, conchetumadre. ¿O entraron por la ventana los hueones? Entonces, infórmate mejor, reflexiona…Chucha, tenemos todavía una constitución reculiá que armó la derecha a sangre y fuego, y qué quieres. Porque tenís dos posibilidades: o lo hacís como lo hizo Pinochet y la derecha. O sea, matamos hueones, desaparecemos hueones, abrimos campos de concentración, y cambiamos de manera radical la Constitución. El otro, es este camino cabrón, difícil, de ir sacando a retazos. Pero para esos es imprescindible la participación. Entonces, yo le pedí a esos hueones, puros y sinceros, que ven con tanta claridad la mierda en que estamos consumidos, que la vean con claridad. Y tomen las decisiones adecuadas para cambiarlo efectivamente. Porque, hueón, gritar y ser un francotirador desde afuera no cuesta ni un puto culo. Es un juego de ajedrez. Perdona mi lenguaje lacerante, pero estoy hasta las huevas.

¿Participaste en los encuentros ciudadanos por la Constitución?

-Sí. Alenté la participación. Hablé con todos. No voy a decir con quiénes. Y me salían con que era de la Concertación, pero qué importa, hueón. Qué importa que sea del diablo, conchetumadre, si hay una oportunidad política para hacerlo. Si lo hizo Satanás, me importa una raja. Pero no fueron capaces de ver y perdieron esa oportunidad histórica. El error político fue de los más críticos, como los que organizan la AC, o mi amigo Boric o mi amigo Jackson. ¿Por qué chucha no participaron? Porque yo te voy a decir una cosa: si hubieran alentado masivamente, como lo hicimos para el 88, habrían participado dos o tres millones de hueones y la huevá habría sido VIN-CU-LAN-TE. Pero no tuvieron la visión. Y los argumentos eran los mismos argumentos precarios y huevones de que el plebiscito era una huevá armada por la derecha, sí, conchetumadre, si sabemos. Aquí no hay ningún idiota. Pero es una oportunidad política, desperdiciada por los sectores progresistas y profundamente democráticos. También creo que el gobierno no alentó en la envergadura que debería haber hecho. No se jugó por la participación masiva.

Fuiste dirigente del PS. ¿Cuál es tu relación actual con el partido?
-No soy militante ni estoy activo hace un kilo de años, pero soy como del inventario. Un amor por su historia, por mis amigos que quedaron en el camino por el Chicho.

¿Cómo ves el partido ahora?

-Me provoca una profunda tristeza. La contradicción esencial como partido es que si yo les planteo a los dirigentes del PS que tengo cien mil jóvenes que quieren entrar ahora al partido, me van a decir que no. Esa es la paradoja de la existencia del PS, que explica su condición de casta. Lo más triste es que se los comió el poder. En el momento que el PS aceptó a ser parte de la corte de los poderes fácticos chilenos, se acabó su condición de representante de los trabajadores, de los explotados, de los humillados. Y así es percibido por la gente. El PS debe volver a confiar en los ciudadanos y a relacionarse profundamente con ellos, porque no es una mutual ni un club. Su sentido tiene que ver con los liderazgos que ejercen. Y que no ejercieron en el proceso constituyente ni en el tema de la gratuidad ni para las AFP…Sus aliados deberían ser los estudiantes, los trabajadores.

Yo creo que Osvaldo Andrade va a una marcha y lo sacan a patadas.
-Sí, y uno tiene que pagar esos costos. Una de las huevás que pasa en la política chilena es que nadie paga cuentas. Primero, el juicio es moral y no esperando a la justicia. Y cuando es un juicio moral, los propios compañeros de los partidos, que no estén implicados, deberían ser implacables. Y no lo han sido. O sea, que a Novoa le hagan un ágape, después que es condenado en la justicia por punga, no me hueí. Es increíble. Más allá que sea la UDI o no. Tú sabes el apoyo que tienen los partidos.

Es casi nulo.

-Entre 0 y 3%. ¡Cero! Eso es un objeto de preocupación para sentarse y hacer un congreso extraordinario, y ponerse a conversar sobre el tema. Es como que el gerente de ventas de Coca Cola se reuniera con el dueño y le dijera “mire, hace seis meses que no vendemos ni una botella de Coca Cola” Y le respondiera: “Ya, ok, pasemos al punto dos”. Insólito. Y esa huevá hacen los partidos.

¿Qué figura del mundo político rescatas?
-Los cabros son potentes. Pero tienen que afinar las capacidades políticas, como esta oportunidad perdida de los cabildos, por ejemplo. El movimiento estudiantil en vez de pedir “fin al lucro”, que es fin al capitalismo como reivindicación, y que los ha desgastado, porque no se va a conseguir en el corto plazo, deberían empezar por lograr pequeñas cosas. Y hay oportunidad política. Llamé sin conocerlos a algunos dirigentes estudiantiles, de patudo nomás, y les dije: Pidan el 25% de los fondos reservados del cobre, ¡ahora!. Eso es políticamente posible, dado el despilfarro de todo punto de vista. Tienen que afinar, ver el cuadro político, porque lo que queremos es resolverlo. No puede ser una petición abstracta: “Quiero fin al lucro”. ¿Eso qué tiene que ver con la vida de las personas? La gente quiere que haya una educación pública de alta calidad, con toda la tecnología moderna, con magníficos profesores. Eso es, no es el fin al lucro.

¿El movimiento estudiantil está siendo miope?
-Completamente miopes. Están navegando en el mundo de Platón. Están olvidando la vida cotidiana de las personas. ¿Van a esperar el fin del lucro para que la gente se pueda educar con propiedad y tenga acceso a la educación? Puta, vamos a esperar años, por la conchetumare. La vida es corta y la gente quiere los beneficios ahora. El viejo movimiento obrero y social tenía una mutual que resolvía sus problemas actuales, de hambre, de salud, de educación. No estaban esperando la gran revolución que iba a cambiar la sociedad completa, holística y que todos los hueones íbamos a ser felices. Nunca perdieron ese norte, pero sí estaban abocados en tratar de vivir mejor ahora. Ideal sería la combinación entre no perder esos grandes ideales, a los cuales aspiro como humanidad, y los problemas que tiene la gente que quiere una pensión digna hoy día, una educación gratuita y de calidad hoy día, no cuando hagamos la gran puta revolución. Esa combinación es posible. Creo que les falta esa pata a nuestros líderes jóvenes, hermosos, puros, como Boric y Jackson, como Benito Baranda que debiera involucrarse en la política.

MARTIN LARRAÍN

Se estrenó la película inspirada en Martín Larraín. ¿Qué reflexiones has podido hacer sobre ese caso?
-Nada, nada nuevo bajo el sol, la vieja sociedad de clases, los infames privilegios…Hay que ser un poquito cara de raja culpar a otros de que el tren se descarriló cuando hasta hace un minuto yo era el conductor, ¿no es cierto?

En la serie “Bala Loca” de CHV, haces de un periodista que busca desenmascarar a muchos de los poderes que rigen el país y que tuvo un paso por farándula. A propósito, ¿qué te parece la farándula?

-Se arma una pequeña discusión sobre el ámbito de la vida privada. Y si no es mi voluntad de abrirla, ¿tiene alguien derecho a abrirla sabiendo que no quiero? Ahora, creo, que hay mucha responsabilidad en quienes son objeto de estudio por los opinólogos. A muchos de mis amigos, que aparecen en farándula, les digo: pero, hueón, voh te exponís a esa mierda. Si vai a esos programas, si dai entrevistas donde hablen de tu familia y relaciones de pareja, estás abriendo una puerta por donde los hueones van a entrar con viento fresco. Lógico. No te quejís.

Pero tú has contado cosas privadas…

-Sí. Algunas cosas que creo tienen alguna relevancia política o social. Pero la relación con mi mujer, no. Una vez conté mi período fuerte de alcoholismo y drogas. Me pareció importante hablarlo, porque es un tema político grave. O sea, 200 mil cabros chicos arriba de la pelota con la angustia en la pasta base, es un problema político. No es problema para los psicólogos. El tema de la delincuencia está íntimamente relacionado con eso, que tiene que ver con oportunidades reales para los cabros. “Tengo un ascenso rápido”, me dijo una vez un cabro en la cárcel. “Ahora que te rehabilitaste, puedes encontrar una pega”, le dije y me respondió, “Para qué, pa que me paguen 150 lucas, no poh. Pa ellos soy un negro culiao, no saben ni mi nombre, me tienen pa la patá y el combo, no existo. Y 150 lucas me las hago en diez minutos, poh, loco”. Y qué le digo a ese niño: sigue el camino de la rectitud y domésticate socialmente, no. Qué le decís, por la puta madre. No tengo una respuesta. Por eso te digo: los hueones no están cachando. Están preocupados de mayor represión en vez de resolver los problemas. Si alguien no se pegó el alcachofazo que la delincuencia tiene que ver con problemas sociales, laborales, culturales, de entorno, de vivienda, no me hueí. Pero que sea la plata lo único con lo que mido valóricamente a las personas…. O sea, vamos a poner más pacos, voy a pegar más palos, eso es imbécil. Tú le pegai a un choro y lo único que hacís es que adecue su capacidad de fuego a la tuya. Porque no tienen otra opción.

Notas relacionadas