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17 de Marzo de 2024

Cómo la consigna para ponerle fin a las AFP salió del debate público: retiros del 10%, triunfo del Rechazo y cambio de discurso del Gobierno

Desde que comenzaron las masivas manifestaciones en contra del sistema de pensiones en 2016, que fueron lideradas por la coordinadora No+AFP, la postura de terminar con las administradoras ha pasado de ser prioridad, a casi ser olvidada. El presidente Boric, que llegó a La Moneda con la promesa de terminar con ellas, hoy ha puesto el foco del debate de la reforma previsional en mejorar las pensiones, más que en generar modificaciones grandes a la industria. "Hemos puesto la prioridad en mejorar las pensiones de los chilenos. Para eso es que se han ido cediendo muchos aspectos, entre esos significa que el término de las AFP ha quedado postergado”, afirma el diputado Tomás Hirsch. “Sin duda que se ha desplazado de la opinión pública, lo que no significa que pueda volver", señala el director de Criteria, Cristián Valdivieso, quien de todas formas sostiene que la percepción de la ciudadanía en torno a las AFP ha cambiado con los años.

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En julio de 2016, las calles del gran Santiago presenciaron la primera de las masivas manifestaciones en contra del sistema de pensiones. Esta instancia fue convocada por la coordinadora No+ AFP, que para ese entonces recién comenzaba a ganar fuerza a nivel nacional.

El movimiento surgido en 2013 cifró en 600 mil las personas que acudieron al centro de la capital para expresarse en contra de las instituciones financieras creadas durante la dictadura cívico-militar, bajo las órdenes del entonces ministro del Trabajo, José Piñera. Carabineros precisó que fueron 80 mil los asistentes. De todas formas, marcó un precedente de movilizaciones ciudadanas que exigían el fin de las administradoras de pensiones, y con ello la creación de un nuevo modelo previsional.

El propio presidente Gabriel Boric, en su calidad de diputado, participó de algunas de estas convocatorias. “Hoy estuvimos junto a la coordinadora No+AFP, afuera del Congreso Nacional, recibiendo el proyecto de ley elaborado después de meses de trabajo para tener un verdadero sistema de seguridad social y terminar con el negociado de las pensiones miserables en nuestro país”, redactó para sus redes sociales, el diputado Boric en marzo de 2019. Junto a esto, una fotografía en la que el otrora parlamentario vestía el distintivo pañuelo amarillo con las siglas de la coordinadora.

El presidente Gabriel Boric como diputado, en una convocatoria de No+AFP en 2019.

El hoy mandatario llegó a La Moneda con un discurso que puso foco en esta materia. “Vamos a terminar con las AFP y crear un sistema social para todos y todas”, aseguró en uno de sus encuentros de campaña. Pero hoy, en medio de la tramitación de la reforma previsional, su objetivo se ve lejano, lo que ha generado molestias en organizaciones.

“El gobierno prometió acabar con la AFP. Prometió llegar a una Pensión Garantizada Universal de doscientos cincuenta mil pesos. Ninguno de estos objetivos los cumplió”, acusa Luis Mesina, líder de No+AFP.

“Llevamos años discutiendo el cambio del modelo y hoy se pretende hacer crecer aún más el negocio de las AFP, fortaleciendo la capitalización individual, haciendo imposible un cambio que mejore las pensiones ahora. Mientras exista la capitalización individual, las AFP van a seguir siendo un negocio”, agrega el presidente de la CUT, David Acuña. 

En el Congreso reconocen que el Ejecutivo ha ido dejando de lado -condicionado por la coyuntura política- la posibilidad de ser esta la administración que cumpla con ponerle punto final a la existencia de las AFP. 

La mirada del oficialismo es que esto responde a la imposibilidad de lograr acuerdos con la derecha por una reforma que incluya el término de las aseguradoras privadas. Especialistas y representantes de oposición añaden que es la propia ciudadanía la que ha desplazado de sus prioridades esta demanda. 

El director de la encuesta Criteria, Cristián Valdivieso, dice que “sin duda que se ha desplazado de la opinión pública, lo que no significa que pueda volver. Pero hoy en día hay una política que está muy lejana de las situaciones centrales de las personas y de la idea de que a través de eso se va a mejorar el sistema de pensiones”.

El auge del movimiento No+AFP

Las molestias contra el sistema no eran nuevas. No nacieron en 2016, con las masivas manifestaciones. Pero el slogan No+AFP, y su característico color amarillo que vistió a la causa, fueron el toque que le dieron potencia al movimiento. 

En 2012, la Unión Clasista de Trabajadores intervino el Paseo Ahumada con una protesta que reclamaba “NO + AFP. Ni privada, ni estatal”. Por cuatro años, hasta la consolidación de la coordinadora liderada por Mesina, siguieron las convocatorias. Con diversas tipografías y colores, se fue moldeando la marca hasta llegar a amarillo con letras negras que hasta hoy se mantiene.

Y así, lograron aumentar su presencia en el debate público, a tal punto de sostener reuniones con autoridades de turno. El mismo 2016, Luis Mesina logró reunirse con la entonces presidenta Michelle Bachelet. Tras ese encuentro advirtió “que los dueños de las AFP empiecen a preparar sus maletas, porque los vamos a echar del país”.

El peak, quizás, del movimiento llegó en 2019, donde el enojo de la ciudadanía por diversas causas llevaron al estallido social. Ese mismo año, previo al 18 de octubre, las AFP se mantuvieron en el último lugar de las instituciones en las encuestas. Entre 1 y 4 puntos de confianza marcaban las aseguradoras en la encuesta Cadem. 

Manifestación contra las AFP en diciembre de 2012. Foto: AgenciaUno

“El fin de las AFP y la mejora de las pensiones, fue una de las demandas causantes del descontento social y que llevó al estallido. Estas demandas siguen pendientes”, postula David Acuña.

Pero tras una serie de eventos, en los que se contabilizan dos propuestas de nueva Constitución rechazadas, tres retiros del 10%, y la consolidación del movimiento “Con mi plata No”, la consigna ha ido perdiendo territorio.

“En general, la ciudadanía ha ido descreyendo de los slogans y las consignas. Lo que en algún minuto fueron consignas que resumían muy bien cierta rabia de las personas, y también una suerte de esperanza de que a propósito de que las consignas se materializara en algo concreto iba a mejorar la calidad de vida a la gente, se ha ido diluyendo en el tiempo”, menciona Valdivieso.

Los retiros del 10%: “Luego de los retiros de la AFP, los ciudadanos se dieron cuenta que su plata estaba ahí”

En julio de 2020, tras una corta tramitación, la Cámara Baja despachó el proyecto de reforma constitucional que permitió el primer retiro del 10% de los fondos previsionales. 

Más allá de transformarse en un hito político, y fuera de la intensa disputa política que desató, y de las consecuencias en la economía nacional, este hecho también comenzó a cambiar la percepción de la ciudadanía sobre los fondos de pensiones.

“Existía un mito también en una parte de la población que los fondos de la AFP que exportaban los trabajadores no eran de ellos. Bueno, eso se terminó”, sostiene el director de Activa Research, Ramón Cavieres. Cristián Valdivieso complementa esto y afirma que la situación cambió con los retiros “donde la gente constató que la plata estaba en sus fondos previsionales. Y que las AFP las tenían y que las hacían rendir. Durante mucho tiempo estaba en el imaginario de la gente que la plata era de las AFP y no era de las personas. Claro que la plata era de las personas, y que estaban rindiendo”.

“La gente se dio cuenta que ese mito de que las AFP se robaban la plata, con los retiros quedó demostrado que la plata estaba. Esos mitos se fueron cayendo a pedazos durante la tramitación del proyecto. La realidad chocó con el discurso”, dice el diputado de Renovación Nacional e integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara, Frank Sauerbaum.

Su símil de la UDI, Henry Leal, añade que “luego de los retiros de la AFP, los ciudadanos se dieron cuenta que su plata estaba ahí, que estaba en una cuenta que existía, que no era de la AFP. La gente decía que las AFP usaban la plata para sus negocios, pero se dieron cuenta que la plata estaba en su cuenta y que era suya”.

De todas formas, el fin de las AFP continuó siendo una consigna presente. En los resultados eleccionarios que siguieron, los candidatos que defendían esta obtuvieron buenos resultados, sobre todo en la Convención. 

El fracaso constitucional, el revuelo de la propiedad de los fondos

Con más de 60 mil firmas, “Con mi plata No” fue la Iniciativa Popular de Norma más respaldada por la ciudadanía durante la Convención Constitucional. La propuesta reclamaba que la Carta Magna debía garantizar que los fondos sean propiedad de las personas, y a su vez sean heredables. 

Esta iniciativa fue rechazada por la Comisión de Derechos Fundamentales del primer órgano redactor. “Con esto se abre la puerta de la estatización de tus cotizaciones”, rezaba una publicación de Con mi plata No en redes sociales. A partir de ahí comenzó a consolidarse una postura, que tenía que ver con la idea de respaldar la cotización individual, y rechazar cualquier idea que apunte a un sistema de reparto.

“Lo que ha cambiado es que las personas están más conscientes de que la plata que tienen en sus cuentas individuales son propias. Y que requieren poder elegir su  administrador”, postula Bernardo Fontaine, exconvencional y vocero de Con mi plata No, que fue uno de los principales responsables en poner en el debate público esta demanda.

Foto: AgenciaUno

Ramón Cavieres aborda el tema desde otra perspectiva, y menciona que “la ciudadanía es muy crítica de las AFP. Asocia directamente que las malas pensiones son producto de mal funcionamiento de la AFP. Sin embargo, se genera una inconsistencia, una disociación, porque de alguna manera también valora la capitalización individual”.

Más allá de si las AFP son buenas o malas, el foco comenzó a posicionarse en si el sistema debe ser público, privado o mixto. En ese sentido, diversas encuestas comenzaron a revelar que las preferencias de la ciudadanía estaban por la libertad de elegir entre un sistema estatal o una AFP. 

Sobre esto, Luis Mesina menciona que “el éxito más importante ha sido instalar el slogan Con mi plata no. Han instalado en la ciudadanía, la idea de que cualquier reforma en materia de pensiones que apunta la dirección de un sistema de seguro social, de un sistema público de pensiones, implica la expropiación. Lo que es un debate falso”.

El director de Activa Research, Cristián Valdivieso, agrega que la Convención Constitucional también provocó que la gente mantuviera distancia con la posibilidad de terminar con un sistema de un día para otro. “También ha pasado que todas aquellas cosas que signifiquen no más esto, o terminemos con esto otro, también han perdido valor desde el punto de vista de la subjetividad social, porque se empiezan a entender o a colindar con la idea de la refundación de algo. Y esa idea de la refundación quedó muy mal aspectada y muy mal valorada después del primer proceso constitucional”, señala.

Tomás Hirsch, diputado de Acción Humanista que integra la comisión de Trabajo de la Cámara, reconoce que con el tiempo ha quedado aplazada la discusión. “Hemos puesto hoy día la prioridad en mejorar las pensiones de los chilenos. Para eso es que se han ido cediendo muchos aspectos, muchos puntos. Entre esos también es lo que significa el término de la AFP que ha quedado postergado”, dice el parlamentario.

El cambio del oficialismo

“Terminaremos con el sistema de las AFP, reemplazando el DL3500 por un nuevo sistema de seguridad social que asegure una pensión mínima de $250.000 para todas y todos los mayores de 65 años, incluyendo a las y los 2,2 millones de actuales jubilados. También vamos a mejorar sustancialmente todas las pensiones, con especial énfasis en las mujeres y las pensiones más bajas, respetando siempre el dinero ahorrado por las personas”. 

Primera movilización masiva de No+AFP en 2016. Foto: AgenciaUno.

Eso proponía el programa de Gobierno de Apruebo Dignidad con el que Gabriel Boric llegó a ocupar el sillón presidencial. En noviembre de 2022, cuando el mandatario presentó su reforma volvió a reiterar “las AFP se terminan con esta reforma”. Sin embargo, a poco más de un año de eso y tras un extenso debate, el Gobierno ha tenido que cambiar su relato. 

En el oficialismo y en organizaciones sociales existen diversas miradas al respecto. El diputado Hirsch señala que “efectivamente hoy no está en la discusión pública el tema de terminar con las AFP. Lo cual no significa que el tema está zanjado. Para mí, en lo personal, sigue siendo una aspiración”. A eso mismo, agrega que el Ejecutivo ha cambiado de postura precisamente para buscar acuerdos.

Luis Mesina afirma que “el legado de este gobierno va a ser que se consolidó el negocio privado de los derechos sociales.”

En oposición, en tanto, reconocen también que La Moneda ha tenido un cambio de discurso.

“Cuando el presidente comenzó a administrar el Estado y hacerse responsable de las políticas públicas, se dieron cuenta que el fin de las AFP no solucionaba el problema de fondo. Hoy al Gobierno le interesa mejorar las pensiones actuales. Para eso no tienen que terminar con las AFP y lo saben”, afirma el diputado Sauerbaum. 

Bernardo Fontaine agrega que “aquí hubo un slogan falso que atribuía las bajas pensiones al sistema de capitalización individual y a la AFP. Pero el propio mensaje del Presidente, al presentar su reforma, reconoce que muchas personas son bajas por las lagunas previsionales, por los sueldos bajos. Y porque muchos cotizan por menos que sus sueldos, y no responsabiliza de las bajas pensiones ni a la capitalización individual ni a la AFP”.

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