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Opinión

1 de Noviembre de 2016

Beatriz Sánchez torea a su amigo Alejandro Guillier: “Tiene que tomar ciertas definiciones antes de darle el voto”

Beatriz Sánchez nos recibió después de su programa en radio La Clave para analizar los resultados de las elecciones municipales y el desastre de la Nueva Mayoría. Una de las voces más influyentes del periodismo actual defiende la necesidad de cambios profundos al sistema, responsabiliza al oficialismo de la desmovilización de la ciudadanía y acusa que casi no tienen diferencias políticas con Chile Vamos. Además conversamos con ella de la hipocresía de la clase dirigente, los discursos que instalan los grandes medios de comunicación y de violencia de género. Y de la posibilidad de votar por su amigo y mentor radial, Alejandro Guillier.

Macarena García Lorca
Macarena García Lorca
Por

beatriz

¿Fuiste a votar?
Fui a votar, me cambiaron el local de votación pero en mi comuna, Ñuñoa. Antes me tocaba en el Manuel Salas, pero ya no es más local de votación.

¿Y por quién votaste? ¿Helia, Zarhi u otro?
En alcaldes voté nulo.

La opción mayoritaria fue la abstención. ¿A qué crees que se debe?
Son varias cosas. En una mirada más de corto plazo, creo que hay una desconfianza enorme en las instituciones, los partidos políticos y el Ejecutivo. Eso inmediatamente genera una desafección de no participar en la institucionalidad. Además todo el lío con el padrón no ayudó nada e instaló la idea de que a mucha gente la habían cambiado.

¿Y en la mirada a más largo plazo?
Este es un fenómeno que viene de hace mucho tiempo, que tiene que ver con una desactivación política de la ciudadanía, que es fruto de todo lo que hizo la Concertación cuando volvimos a la democracia. El discurso que venía de la dictadura es que los partidos políticos eran sospechosos, que era mejor ser apolítico, tener una vida individual y no una colectiva. Eso se impuso en dictadura y fue profundizado en democracia. No hay ninguna idea de lo colectivo, de lo que se puede lograr si te juntas con más gente para votar por el bien común o una mirada país. La Concertación y la Nueva Mayoría son responsable de la desmovilización de la ciudadanía, desactivaron la fuerza social. Y eso lógicamente tiene que ver con estos niveles de abstención. Se instaló que eran un pocos los que entendían el país y que ellos tomaban las decisiones. Por eso la gente se siente alejada.

Claro y no hay mucha motivación.
Con el binominal y con la fórmula que eligió la Concertación de instalarse en este modelo, la verdad es que… ¿el voto sirve? Mi pregunta de fondo es si cambia realmente la situación dependiendo de tu voto. Creo que el voto sirve repoco.

¿Te refieres a que la Nueva Mayoría y Chile Vamos son la misma cosa y da igual cuál coalición gobierne?
Exactamente, son muy similares. A lo mejor en el discurso puedes ver cosas distintas. Alguien que tiene una activación política por su ideología va a votar de una u otra manera, pero si vamos para atrás, ¿qué diferencia hay entre el gobierno de Lagos, el primero de Bachelet y el de Piñera? La verdad es que no hay mucha diferencia. Entonces de qué vale el voto. Da la sensación que el país está instalado de una manera y no cambia, independiente de tu voto.

¿Y eres partidaria del voto voluntario?
Creo cuando cuando hay voto voluntario por lo menos la mitad de la gente no va ir a votar nunca. Pero, sí, siempre he sido partidaria del voto voluntario. Hay una decisión política en no votar, es una manifestación política. Para mí existe una responsabilidad en la participación ciudadana, pero para mi gusto no se tiene que imponer ni obligar. Además cuando había voto obligatorio tampoco votaba el 90%, porque había millones que no se inscribían, por lo tanto, no miremos el voto obligatorio como si fuera a asegurar que todos votarán.

Pero ahora pareciera que la gente quiere participar, pero no está ni ahí con votar.
Porque creo que no se recogen las demandas ciudadanas. Un ejemplo súper puntual y reciente es el movimiento No más AFP. Yo fui a marchar, millones marchamos, pero eso no se ve reflejado en el discurso político. Uno ve que no se toma en serio lo que dice la ciudadanía, los que te representan no hacen eco de esa demanda. Además creo que se ha instalado en Chile otra forma de hacer política, que todavía la élite política no la decodifica, como los movimientos sociales o de nichos particulares, los ecologistas, los animalistas, en fin. Ahí se hace harta política. En los partidos, no se hace política, no conversan sobre el país, son maquinitas de elecciones. Por eso en la DC que hay gente que piensa A y otra que piensa Z y están en un mismo partido. Ahora la política se hace en otras instancias, pero al estar lejanos a la institucionalidad, son movimientos que no tienen orgánica, es difícil que se articulen o levanten candidatos.

¿Qué te pareció lo más destacable de las elecciones?
Me parece súper interesante lo que pasó en Valparaíso, por varias cosas, mas allá de Jorge Sharp, lo más es interesante es cómo fue el trabajo previo. Se juntaron ciudadanos de élite, algunos intelectuales, que quisieron repensar Valparaíso, dijeron cuál es la gracia de pensar entre cuatro paredes, tenemos que dar el salto y aspirar al municipio, tomemos el poder. Lo que hicieron fue lanzar puentes con la ciudadanía, los dirigentes de base, los movimientos sociales y los reunieron a todos. Luego se dio una orgánica política en que se vincularon con los autónomos o RD.

¿Cómo viste la pataleta de la DC tras las elecciones? Se habla mucho de si se podrá proyectar la NM.
O sea yo creo que la crisis que estamos viviendo es lo mínimo, con la debacle de las elecciones, esto lo he tuiteado y he dicho cuarenta veces, esa misma noche deberían haber presentado la renuncia todos los presidentes de partido de la NM y desde La Moneda tendría que haber renunciado un ministro, me imagino que el de Interior.

Te pareció tibia Bachelet.
No solamente tibia, es como no hacerse cargo de nada. No es por un fetiche de la renuncia, sino porque tienen que dar señales, símbolos de que hay responsables, y que entienden lo que la ciudadanía expresó. Hoy están en una pelea menor de lealtades y cosas muy pequeñas, discusiones a puertas cerradas. De qué estamos hablando, tiene que ser de cara al país, una discusión abierta, franca y con renuncias.

¿Por qué crees que la derecha fue tan superior?
La gente que habitualmente votaba NM o que lo hizo muchas veces, esta vez los castigó. Le cobró la cuenta por la tibieza de las reformas, por los líos de las platas políticas, -creo que SQM a Carolina Tohá le pegó de todas maneras-, por malas gestiones, y por decisiones de llevar candidatos que no correspondían. En cambio la derecha, si analizas las cifras, la verdad es que la derecha no subió mucho su votación en relación a las elecciones anteriores.

Y eso que el 2012 a la derecha le fue pésimo.
Lo que pasa es con esos mismos votos ahora salieron. Por ejemplo, el caso de Evelyn Matthei es paradigmático. Labbé sacó los mismos votos, cuando perdió con Josefa Errazuriz, que ahora sacó Matthei, la diferencia es que Josefa se desplomó en votación. Los votos globales de la derecha no son muy distintos a las otras elecciones. El núcleo duro de derecha siguió votando derecha. El núcleo duro de la NM no votó a la NM. Por eso es necesario la renuncia de los presidentes de partidos, si la derecha se hubiera disparado en votación, es otra lectura. Aquí la responsabilidad está en la NM y el Ejecutivo.

CAMBIAR PARA QUE NADA CAMBIE

¿Piensas que la derrota de la Nueva Mayoría es un castigo de los votantes por como se hicieron las reformas?
Efectivamente hubo mucho ripio con las reformas, se instaló una idea de hacer una reforma para ciertas cosas y terminan transformándose en reformas para otras cosas. Eso no ayuda a apoyarlas, en eso tiene culpa la NM, pero también el status quo, la élite gobernante que busca que no haya cambios, sobre todos los que digitan el país, que son más bien los grandes grupos económicos. Se instaló que el país estaba mal o iba en mal camino por las reformas planificadas.

¿Y qué opinas de eso?
Creo que es todo al revés, había una buena idea de reformas, pero con esta presión que ejercen los grandes grupos y la élite, no solo porque pueden haber problemas en el empleo, sino porque estos gallos ponen las lucas para que funcione el sistema político, entonces va instalándose esta idea de “No, vamos más lentos, no hagamos tantos cambios y mantengámosnos en este empate permanente” que ha sido la historia de la Concertación.

La famosa tesis de la gradualidad.
Exactamente, al final son los profecías autocumplidas. Repiten mil veces hicimos mal las reformas y las críticas no vienen de afuera, vienen de adentro de la NM, entonces en la gente se instala: “Ah, están mal las reformas”. La idea de las reformas estaban súper bien orientadas, el problema fue como decantaron.

La oposición repite mucho que el diagnóstico estaba mal hecho, que las capas medias quieren más acceso y no cambiar el modelo.
No, yo creo que el diagnóstico está archihecho y es absolutamente fidedigno. Lo que pasa es que te tienes que atrever a cambiar el modelo y esa es la gran dicotomía de la Nueva Mayoría, que dentro de la coalición hay algunos que creen en cambiar el modelo y muchos otros que no creen. Hubo poca convicción de la NM, suscribieron a unos cambios que no estaban convencidos.

Eso sobre todo en la DC.
Pero no solamente, creo que es bastante transversal. Hay un grupo en la DC muy poderoso, pero también en el PS y el PPD hay dudas respecto a la velocidad o que tanto pones en jaque el actual modelo. Si hay un buen diagnóstico, es que el modelo hoy día no está respondiendo a los chilenos, sino solamente a un grupito de chilenos que se queda con todos los recursos, con todos los beneficios del crecimiento, con los mejores empleos. La lectura está súper bien hecha, creo que es bastante coincidente con lo que pensamos los ciudadanos.

¿Pero entonces por qué no se concretan los cambios?
Porque no hay convencimiento, porque nunca hubo, básicamente porque los partidos son maquinas de elecciones, como les servía Bachelet porque tenía un adhesión muy grande y lo principal es salir electos, todos suscribieron el programa. Pero ahora hay gente como los hermanos Walker que dicen: “es que nunca vimos el programa en profundidad”, o sea, por favor, las líneas del programa estaban claritas.

Claro.
Después cada uno saca las conclusiones para su propio beneficio: “La gente rechaza las reformas, porque eso dicen en las encuestas. Ah, entonces la gente no quiere reformas”. Pero si uno va al detalle, hay un grupo que efectivamente no las quiere, pero hay otro grupo que quiere más reformas y más profundas. El rechazo es porque son tibias y también porque hay gente que definitivamente no quiere cambios.

PRENSA FACHA

También están los problemas comunicacionales.
Hubo una mala presentación, esto tiene que ver no solo con algo comunicacional, sino con las palabras que eliges y la formulación de los proyectos. Las reformas fueron perdiendo sentido para la ciudadanía, por la manera de discutirlas en el Congreso y la manera de avanzar pero, en el fondo, un poquito. Muchas de las reformas no era avanzar hacia lo que se quería, sino quedar en el medio, cambiar para no cambiar, o cambiar para cambiar un poquito.

¿Qué papel crees que han jugado los grande medios de comunicación en instalar esta visión de que todo está tan mal y que la gente no quiere las reformas?
Juegan un un rol fundamental, no solamente porque no hay alternativa para informarse, hay medios que son conglomerados tan grandes, -que además pertenecen a grupos económicos que tienen intereses particulares en lo que se está discutiendo, eso no hay que perderlo nunca de vista-, lo que hacen los medios grandes es instalar agenda. Eso es súper fuerte y duro, quizás no se aprecia con claridad.

O es más evidente para los periodistas y comunicadores.
Claro, porque cuánta gente lee en realidad El Mercurio o La Segunda, puede que no sea tanta, pero instalan en el titular el tema y todos los otros medios los recogen. Todos los políticos hablan del titular, de la gran declaración de tal gremio empresarial, evidentemente los medios grandes que pertenecen a estos grupos, o sea, Luksic es dueño de Canal 13 y de varios radios; el grupo Copesa de dos diarios y de una serie de radios; el grupo El Mercurio obedece solamente a una clase, la empresarial. Ellos instalan agenda e instalan la agenda que les conviene. Eso, por supuesto, torpedea el proceso y por eso incluso se pone en cuestión si estuvo mal hecho el diagnóstico.

Claro, es un discurso que instalaron ellos.
Exacto, pero por favor, si el diagnóstico es obvio, pero con esa presión constante la NM fue cediendo e insisto, no solamente por la presión, sino por las lucas involucradas, son los mismos grupos los que financian sus campañas.

La NM y la Concertación nunca han querido levantar un medio grande que pueda contrarrestar al duopolio, que es de oposición. Muchos analistas han dicho que no se puede llevar adelante un proceso transformador, si no tienes un respaldo mediático potente…
Eso obedece a la misma lógica de desactivación social y política. Hay varias declaraciones de personeros de la NM que dijeron que no era importante tener medios de comunicaciones, que no era prioritario financiar, mantener o entrar a los medios, se los dejó de lado. Se menospreció algo fundamental, que es tener diversidad de medios, ni siquiera medios de gobierno, sino diversidad de miradas en los medios de comunicación. Es bien impactante en Chile que los medios más importante tienen una sola mirada.

Una mirada facha…ja, ja, ja.
Hicimos un congreso para los 60 años del Colegio de Periodistas, trajeron expertos internacionales, hablamos de diversidad de medios y de un concepto global que es muy importante: el acceso a la información, que para mi gusto es más importante que la libertad de expresión. El acceso a la información es un derecho humano básico. Chile tiene un problema tremendo de acceso a la información, porque está definido por muy pocas personas cuál es la información que se privilegia y difunde. Los especialistas decían que cuando hay una concentración de medios tan grande como en Chile, el Estado tiene que tener una labor principal en garantizar que haya acceso y diversidad de medios.

A través del avisaje estatal, por ejemplo.
Exacto, apostando a entregar beneficios tributarios, respaldar los medios no por un año, por varios años, para que puedan entrar a a competir. Es imposible pensar en un diario que pueda entrar al circuito, nadie lo podría hacer, es muy difícil. Hoy día no hay un rol del Estado en eso.

LA CARRERA POR LA MONEDA

Has sido crítica de las opciones que representan Lagos o Piñera, porque son más de lo mismo. ¿Qué te parece la opción de Guillier?
Me cuesta hablar de Alejandro, porque es mi amigo, lo quiero mucho, trabajamos juntos por muchos años en distintos medios. Siempre lo he considerado como un mentor, mi primera dupla radial fue con él. Me armé un poco a su alero, esto de poner opinión, de reírse un poco de uno mismo, de entender que una no se las sabe todas y lo que ofrece es abrir discusión. Me cuesta hablar de él, porque está muy teñido de mis afectos.

¿Pero crees que podría ser presidente? ¿Votarías por él?
Él tiene algo fundamental para mí que es una muy buena persona, pero va a depender de lo que haga y ofrezca. Ahí me distancio como ciudadana, si efectivamente inicia una carrera presidencial, Alejandro va a tener que tomar decisiones, y algunas que son bien claras: respecto si comparte el diagnóstico original de la NM, si cree en un proyecto como la NM, si cree que hay que buscar alianzas con gente que está fuera de la NM. Tiene varias cosas por definir, dependiendo de eso, veré si es una persona para respaldar o no. Por cariño, por supuesto, que me gustaría respaldarlo, pero primero tiene que tomar ciertas definiciones antes de darle el voto.

Cómo ves la irrupción de Lagos, acompañando en la derrota a Carolina Tohá y sacando a Máximo Pacheco del gabinete.
A mí no me gusta Lagos. Voté por Lagos en la elección pasada, voté varias veces NM, pero hace harto tiempo que no voto por ellos. En la ultima elección, voté por MEO.

¿En la segunda vuelta no votaste por Bachelet?
No, voté nulo, lo mismo con Frei. Le cobró muchas cuentas a la Concertación. Y Lagos refleja exactamente esas cuentas. Si bien valoro lo que hicieron para recuperar la democracia, valoro lo que hicieron para darle estabilidad al país después de la dictadura y creo que con la democracia efectivamente llegó la alegría, también hubo un salto desde la pobreza extrema a una pobreza… que quedó para siempre. La cuenta que le cobro a la Concertación es que se instaló en un sistema que creo que tenía que haber cambiado. Para mi Lagos es un paradigma de eso, el siendo socialista, siendo un gallo peleador, en un momento se acomodó al sistema, en vez de ponerle un freno, creo que lo profundizó, pensando que era lo mejor para Chile.

Se compraron el modelo económico neoliberal.
Totalmente, pero totalmente, le cobró esa cuenta todo el rato a la Concertación, porque si bien entiendo que el 92 no podías hacer cambios fundamentales, en el año 2002 creo que sí los podías hacer.

¿Y qué te parece el discurso de la derecha?
Me gustaría que fueran más sinceros. Me acuerdo cuando el Tribunal Constitucional le puso un pero a la reforma laboral, ellos salieron y dijeron: “Estamos contentos por los trabajadores, estamos defendiendo a los trabajadores de Chile”.

Decían que defendían la libertad de los trabajadores.
Incluso le pregunté al diputado Melero, por favor, dígame, dónde, pero dónde están defendiendo a los trabajadores de Chile, de verdad. ¡No digan eso, es falso! Lo que hicieron fue defender a los que ellos creen que manejan mucho mejor el tema del trabajo, que es el empresario, el patronal, el empleador, no dicen las cosas claras, tal como la izquierda, que se avergüenza de ser izquierda.

¿En radicalizar sus posturas?
Por ejemplo, algo que dijo Fernando Atria súper acertado, cuando sale el movimiento No más AFP, uno espera que la izquierda, por lo que significa la ideología de izquierda, diga sí, estamos por un sistema de reparto, analicémoslo. Pero nadie se atreve a darle un sí al sistema de reparto. Lo mismo con el Transantiago, si eres de izquierda, yo creo que el Estado tiene que manejar el transporte en la capital, pero se avergüenzan de decir eso. Pasa lo mismo en derecha, tienen un discurso que no dicen lo que realmente piensan. Hay vergüenza de reconocer quienes son.

¿No será que tratan de moderarse para no asustar al electorado y dicen las cosas a medias?
No sé, pero si uno ve las encuestas, -que obvio tienen que ver con quién las hace y cómo-, cuando salen los políticos mas admirados, Boric está en primer lugar. Si alguien tiene un discurso duro es él, Boric tiene un discurso de izquierda bien duro y lo dice sin tapujos, tiene un discurso que penetra y está bien apreciado por la ciudadanía. Agradezco la honestidad y la coherencia, aplaudo eso. Veo poca coherencia en la forma de comunicar las cosas de los políticos.

Se trata a la gente como si fueran tontos.
Se subestima a la ciudadanía. Cuando Horts Paulmann dijo que el mall es la nueva plaza y lo dijo de verdad, no como una ironía, cómo lo recibe la gente, no lo analiza, porque cuánto tiempo tienen las familias en Chile para eso. Si ganas 350 lucas, unos sueldos de hambre. Si estás todo el día trabajando para ganar lo máximo para poder mantener a los cabros lo mejor posible. Estás en una bicicleta permanente, endeudado en todas la casas comerciales, en qué momento lo analizas. Tú puedes incluso decir, en este trabajo me tratan mal, me voy. Nadie puede hacer eso, estás encadenado al sistema, no porque sean tontos, sino porque no tienen tiempo, ni experimentaron un espíritu más critico para sentarse y debatir qué es lo importante y que quiero para la sociedad. Hay demasiado disciplinamiento social.

Qué significa que la derecha siga ganando en comunas como San Bernardo, Puente Alto o Maipú. ¿A qué responde eso, será que ya no hay conciencia de clase o qué?
A la total desconexión, a la despolitización de las personas, que se exacerba esto de la política como algo terrible, cuando la política es todo. Y con una base educacional que sigue reproduciendo una forma de enseñanza que no fomenta la visión critica de los cabros, no hay educación cívica. La educación en Chile responde al Simce, lenguaje, matemática. No hay espíritu crítico, ni creativo, no se incentiva a pensar. Estoy convencida que deberíamos tener filosofía desde prekinder hasta el último año de la universidad y que fuera obligatorio, porque qué te pasa después: entras a trabajar, entras en una vorágine y te convencen que mientras más cosas tengas, más feliz eres. Todo eso influye en que puede venir alguien de derecha y ganar en Puente Alto, con un sistema muy asistencialista, porque el municipio te entrega becas, te suple con una caja de alimentos, te ayuda a pagar la cuenta. Te relacionas con la autoridad a partir del asistencialismo y eso genera un respaldo en votos.

NI UNA MENOS Y LA BENDITA MATERNIDAD

¿Qué te pareció el movimiento Ni una Menos? Hace mucho no se veía una marcha así por temas de género.
Me parece súper bueno instalarlo, me gusta mucho que las mujeres, y los hombres también, se sientan convocados. Lo que no quiero es que se pierda la lectura de fondo. Cuando se habla de ni una menos, haces referencia a algo puntual, que es la expresión mas brutal de la violencia, cuando una mujer termina muerta, con lesiones graves o mutilada. No quiero que se pierda de foco la violencia cotidiana que vivimos las mujeres todos los días.

¿En qué ves reflejada esa violencia contra nosotras?
En una educación sexista, con una predefinición de lo que se espera de ti y de mí. De ti se espera que seas madre, que seas acogedora, dulce, que ocupes un atuendo determinado. La sociedad chilena, esta sociedad patriarcal, tiene una mujer que la pone en un cuadro y no te puedes mover mucho de ese margen. Es muy violento vivir de esa manera. Es muy violento tener pega extra porque los hijos están absolutamente a cargo de la mujer; es muy violento que te paguen menos por el trabajo que haces; que se espere de ti un liderazgo masculino para que puedas mandar; es violento que se espere de ti que siempre te conviertas en madre; que tu personalidad sea como de una madre, que siempre seas la cuidadora, la que acoge. Todavía y reniego de eso totalmente, en Chile la mejor mujer es la abnegada que sacrifica todo por sus hijos y eso es considerado bueno. Creo que es terrible que te pongan ese estigma, por qué vas a sacrificarte y anularte por tu hijo. No, para que tus hijos sean sanos tienes que ser una mujer sana y realizada. Ese molde que todo los días nos está apretando es violento. La violencia en Chile las mujeres la vivimos todos los días y creo que no hay conciencia de eso.

¿En qué momentos de tu vida cotidiana te sientes violentada?
Creo profundamente en el aborto libre y creo que es una decisión de la mujer. Expresarlo, como lo he dicho en todas partes, genera una violencia muy fuerte, por lo que se espera de mí, es que uno nunca rechace un hijo. No se entiende que una mujer pueda ponerse primero que un hijo. Siempre me pasa en redes sociales.

¿Cuando lo has planteado recibes muchos ataques?
Sí, es muy dura la evaluación que hay. El trasfondo es que no es solo la decisión que tomas sobre tu propio cuerpo, se instala esto de lo desagradecida de la mujer que no toma “esta bendición de la maternidad para siempre”. Siempre hay grupos anti aborto, pero el Estado no está para esas cosas, el Estado está para velar por el tema sanitario y de derechos, no para la discusión de la concepción valórica de la vida. Hay una colisión de derechos, pero Naciones Unidas ya optó: el derecho fundamental es de la mujer, más que del feto que podría convertiste en una persona.

Con la relación entre el gobierno y la DC, está bien difícil sacar adelante el proyecto de despenalización.
Conversaba con el vicepresidente de la DC, y por declaraciones entre líneas de Carolina Goic, proponen impulsar los proyectos donde hay más acuerdo, y dejar los otros de lado. Bueno, lo obvio es dejar de lado el aborto. Hay una intención de desactivar ese proyecto, lo digo con el dolor de mi corazón. Aparte que creo que es un proyecto insuficiente, son tres casuales muy específicas…

¿Qué te parece vivir en un país en que ni siquiera una mujer violada puede abortar?
Estamos en las cavernas. De verdad, es cavernario que no te permitan abortar en estas tres circunstancias tan específicas. Es un insulto para todas las mujeres cuando ponen objeciones a la causal de violación y que sea la que les genera más dudas. Esto se debe a una sobre representación de los conservadores en la élite, porque si vas a todas las encuestas, a todas, un 70% está de acuerdo con las tres casuales.

¿En qué otros aspectos de tu vida sientes esa violencia?
En Chile no se espera que las mujeres opinen y opinen en forma dura, eso lo he sentido cuando hacía la editorial en ADN, se cuestionó que fuera una mujer. Lo veo permanentemente en redes, la opinión dura, hay alguna gente que le gusta, pero todavía es como: “oohhh, es una mujer que dijo esto” y se genera algo que si uno de mis colegas hombres dijera exactamente mismo, pasaría piola, como lo digo yo, que soy mujer, genera otra cosa. Eso me impacta mucho. Si analizas lo que más opinan entre los periodistas y comunicadores, son los hombres, llevan ese liderazgo.

Tal como Guillier, ¿te interesaría más adelante seguir una carrera política?
No, siento que hago política todos los días, creo que soy un actor político, no, bueno, eso suena muy rimbombante, más bien un peón político. Me siento parte de la política a mucho orgullo. Pero iniciar una carrera política, no está en mi proyección, para nada. Ahora estoy en el mejor de los mundos, que es ayudar a generar debate.

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