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Opinión

22 de Agosto de 2018

“Vivimos una gran época para ser ñoños”

El sociólogo Felipe García lleva años estudiando el Universo Marvel y cómo ha instalado —y monetizado— un mundo de héroes que, a diferencia del Superman y Batman de DC, tienen más dudas que certezas. Y a los millennials que los consumen esos les encanta.

Juan Carlos Ramírez Figueroa
Juan Carlos Ramírez Figueroa
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Por J.C. Ramírez Figueroa

Desde los diez años que el sociólogo Felipe García Soriano está obsesionado con el comic, los superhéroes y los juegos de rol. Eso no debería sorprendernos. Lo interesante es que ha sido capaz de llevarlo a la Academia, específicamente en la U. de Chile a través de trabajos como “El hombre escondido en el súper hombre: representaciones de la masculinidad en las películas de superhéroes” (2017).

García dice que se puso a investigar el tema gracias a las Princesas Disney. “Durante mi segundo año de universidad, con unas compañeras nos pusimos a investigar la temática de la violencia de genero dentro de esas películas. De pronto, el mundo del cine y la televisión se volvió un espacio de investigación que no solo parecía atractivo meterse, sino con gigantescos efectos a nivel social dada la difusión que tiene y lo metido que está en la sociedad los cuentos épicos y de hadas”.

El tema en verdad no puede ser más contingente considerando la penetración cultural y los millones de dólares que mueve la Marvel gracias a franquicias como “Ant Man”, “The“Avengers”, “Capitán America”, “Iron Man” o “Thor”. Un triunfo sobre su archirival DC, dueña de Supermán, Batman y Spiderman que recién logró remontar con Wonder Woman.
“El principal factor que explica eso es Disney. Esta empresa sabe vender y vender mucho. Leyeron al mercado y lo amoldaron mucho antes que Warner. Las películas del Universo DC, especialmente las de Snyder son como mucho para fans del género y los comics, siendo poco disfrutables para la audiencia general y a un nivel de importancia similar, la crítica especializada. En cambi su rival vende películas que el publico general puede consumir sin tener un doctorado en comics, con harta comedia, pero al mismo tiempo, incentiva en ver sus demás películas”, explica.

Dice que es interesante cómo todas se inspiran en los comics que son unidades narrativas que se contienen en si mismas y no como la clásica saga, pero que al mismo tiempo cuentan una historia mayor. “Vemos como esto ha comenzado a replicarse en otras, previamente sagas, Star Wars y Harry Potter. DC se subió tarde a la ola, no la remonto, y se cayo en grande. Ojo, que no estoy haciendo un juicio de valor de las películas, que yo se que tienen sus seguidores, pero esta industria funciona mientras tenga taquilla alta y buena crítica, cosa que DC apenas está logrando. Por último, decir que desde finales de los 80’ y 90’ hay una “caída de los grandes discursos” y un nuevo auge de discursos sobre la represión en la sociedad. No es raro por tanto que la película que, según lo que he investigado, marca el comienzo de esta nueva era la película de X-men, el año 2000”.

Wonder Woman fue un hito el año pasado. ¿El género y sus distinciones han evolucionado también en los relatos superheroicos? 

Mira, hay una fuerza que es aún más poderosa que Thanos, con el guantalete y todas las gemas del infinito. El gran y poderoso mercado. La sociedad avanza y se complejiza, se comienzan a poner en duda convenciones sociales para generar nuevos acuerdos. Ahí el mercado tiene dos opciones, adaptarse o tratar de conservar su manera de hacer las cosas. Disney se adaptó, Warner no. Aquí es importante dejar claro que las motivaciones detrás de esto son las ganancias, no necesariamente sumarse a luchas políticas o revindicar sujetos oprimidos. Ahora, eso ha logrado un aumento en la calidad de las peliculas, se diseñan por años y buscan contentar a la mayor cantidad de públicos posibles. Considero irrelevante el ataque que se les hace a algunas películas como Wonder Woman, Black Panther o las nuevas Star Wars por considerarlas “políticamente correctas”. Como si las películas no quisieran hacer eso. El objetivo es enganchar a la mayor cantidad de gente posible, y para eso tienes que respetar a la mayor cantidad de públicos. Finalmente, lo que hacen criticas así es ponerle freno a una industria creativa que va en crecimiento y que esta incluyendo nuevos relatos. Me sorprende que alguien se considere fan de algo, y al mismo tiempo quiera excluir a otros de esa pasión.

En menor medida han surgido superhéroes gay, latino, afroamericanos…

En mi opinión, la inclusión de nuevos ñoños a la industria, y con esto me refiero a ñoñas, ñoños no blancos (y ojo que ahí cabemos los chilenos), ñoños homosexuales o con otras identidades de género, permite masificar estos gustos que tenemos. Dejemos ese egoísmo y fundamentalismo tan presente en algunos grupos, y abramos la posibilidad de aumentar lo ñoño de la sociedad.

Me gusta que uses el concepto “mundo ñoño”. En los 90 se hablaba de la revancha de los nerds, luego ya se daba por hecho que ser distinto, freak, ñoño constituía incluso un mercado de consumo. ¿Cómo describirías la situación de Chile?

Para empezar a hablar de mundo ñoño, creo que, parándonos en el presente, debemos observar hacia 40 años en el pasado y mirar una época que actualmente vive envuelta en cierto romanticismo a nivel cultural de forma mundial. Yo no viví esa época, y tengo claro que es un periodo oscuro para nuestro país. Esto es un punto clave, ya que vivimos en una nostalgia prestada a través de series como “Stranger Things”. El verdadero y primer boom cultural ñoño de nuestro país lo posicionaría en los 90’ ya que con el regreso de la democracia se da el fenómeno de una política a puertas abiertas a nivel internacional y comienza a llegar mucha importación extranjera. Comienzan a llegar comics, VHS, el cine recibe películas, hay las primeras  apariciones de juegos de rol en el país y todo eso continua hasta los 2000, requiriendo la construcción de comunidades para compartir esos gustos, incluso los videojuegos -recordemos los tarreos-, pero aparece algo mucho más interesante para las nuevas generaciones. Los computadores, las consolas, posteriormente los smartphones y las tablets. Y claro, teníamos una o dos películas de superhéroes por año. 2008, se estrena Iron Man y es éxito de taquilla. Anuncian Capitan America, Hulk y Thor. De repente, ya era 2012 y teníamos Avengers en la pantalla grande. La era del cine de Superheroes se había consolidado. Llegan los remakes, reboots y spin offs de multiples clásicos del cine y la televisión. Actualmente estamos esperando una nueva película de Jurassic Park, se estrenó otra temporada de Star Trek, tenemos Star Wars cada año. Pero no solo eso, Netflix nos hace cambiar la forma de ver televisión, y de repente te dabas cuenta de que muchos de tus compañeros, ya sea de trabajo o universidad, estaban viendo la misma serie que tú. Y resultaba que tu abuela y tu sobrino chico también.  Desde hace unos pocos años, ha habido un aumento en la compra de juegos de mesa, y de forma mucha más humilde, y menos cuantificable ha habido un regreso a los juegos de rol, Dungeons & Dragons estreno su 5°edición el 2014, y durante los últimos años Mundo de Tinieblas ha lanzado sus ediciones 20 aniversario. A la vez ha proliferado el juego indie. Yo mismo soy uno de los coordinadores de la comunidad Escueladerol.cl, donde todos los sábados hace más de un año, se reúnen 40 adultos aproximadamente (todos con trabajos, estudios o familia) a aprender y jugar rol Vivimos claramente en una gran época para ser ñoño o ñoña.

Masculinidades: Entre Patriarcas y Aprendices

El investigador ha identificado 5 representaciones generales y transversales en el cine de superhéroes. Advierte que comics son un fenómeno distinto a las películas, ya que por una parte son mucho más heterogéneos y por otra, tienen un impacto social reducido, por lo que no es tan relevante investigarlos.

—Patriarca. “Es el personaje que se mueve en torno a sus recursos y su capacidad de administrarlos, con una ética más bien difusa. Son en su mayoría individualistas, fríos y racionales. Curiosamente, en el universo Marvel, la gran mayoría de los villanos corresponde a esta característica, pero también tenemos un par de superhéroes que caen acá, como serian Tony Stark o Stephen Strange. En el campo DC, encontramos al epitome de esta categoría en Lex Luthor”

—El Antiheroe. “Aquel personaje cuya motivación es hacer lo que el considera como “el bien”, pero cuyos métodos son puestos en duda y considerados delictivos por la sociedad. Estos personajes son proclives al enfrentamiento físico y temperamentales. Acá el ejemplo que me gusta dar lo saco de X-men con dos caras de la moneda: Wolverine y Magneto. En ambos casos, tienen un concepto de bien y agotaran todos sus recursos para lograr su meta, aunque esto incluya matar, un código que muchos de los héroes más tradicionales no rompen.

—El Mercenario. “Está motivado por una ganancia o fin individual. Al igual que los anteriores, su principal método es la violencia física. Suelen ser la contraparte de los Antiheroes, enfrentados usualmente, pero eso no quita que nos encontremos un par de personajes que podrían ser clasificados dentro del gran general de los “buenos de la película”. Un par de ejemplos son Rick Flag y Deadpool, ambos tienen fines nobles, relacionados a salvar a la mujer que aman, pero a fin de cuentas lo hacen por un beneficio propio o muy cercano. Villanos mercenarios tenemos muchos ejemplos, pero más bien secundarios”.

—El Caballero. “Representa los valores tradicionales, principalmente patrióticos o políticos y esos son su motivación. En muchas películas, estos personajes toman roles secundarios junto a protagonistas más conflictuados, por lo que se posicionan en la figura del maestro o compañero. Excepciones a esto son Capitán América y Superman pero que aún así, en sus trayectorias cinematográficas los hemos visto pasar ser personajes más oscuros”.

—El Aprendiz. “Es, como su nombre lo indica, el que aprende ya sea de forma autodidacta o de otro héroe. Spiderman es el ejemplo más claro de esta figura, ya sea en sus encarnaciones anteriores, donde aprendía solo o en las actuales, con el rol de Iron Man como maestro”.

“El primer punto que denotar es que estas categorías intentan no ser propia de héroes y villanos, aunque en la práctica, no hemos detectado ningún villano o secuaz que se agrupe con las categorías de Caballero y Aprendiz”, explica García. “Y que el problema que nos quedamos en Superhéroes que se quedan en los campos tradicionalmente asignados al hombre: La economía, la fuerza física y la razón. No tenemos personajes conectados con sus emociones, sin que esto sea de una forma dramática. Para poner un ejemplo del tipo de personaje que no aparece en este tipo de películas, me referiré a Newt Scamander. El representa a un hombre movido por la empatía hacia los demás, donde su meta no es la destrucción del monstruo sino el comprenderlo. Cuando el obscurus es destruido, no es una victoria, sino una derrota porque no se pudo ayudar a este enemigo”.

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