Yo no quiero que mi sanguche de pernil sea degradado a príncipe

Por Pedro Venegas Ibieta

Yo no quiero que mi sanguche de pernil sea degradado a príncipe
Ni que al choripán le dejen de decir alteza
Tampoco quiero que el sanguche de potito desaparezca de los estadios
Me duele el alma cuando imagino a un Colocolino engullendo
Salmón, rúcula y queso philadelphia
¿Y qué es eso?
Eso es nada más y nada menos que El Piñera
El Barros Luco, El Barros Jarpa, son anacronismos
El liberal moderno tiene su propio sanguche,
Que lega a la nación bicentenaria,
Para que lo adopte y lo consuma profusamente

Yo no sé quién fue, pero fue
El Piñera es un hito
Define un antes y un después para la cocina chilena
He aquí la preparación, difundida por la vocería:
Sobre pan integral, salpicado con semillas de linaza,
Se montan los ingredientes, que son poquitos,
O sea es un sanguche austero
Primero el salmón, luego la rúcula y el queso philadelphia
El Piñera es un verdadero aporte a la identidad del ser nacional,
concepto tan vilipendiado por los gobiernos anteriores,
Ya que se elabora utilizando, sólo, ingredientes 100% chilenos
¿Haber (hay niños escuchando), chilenos?
¿Los salmones, chilenos?
Antes había en los ríos y lagos de Chile una variedad de trucha salmonidea,
pero ahora está más extinta que viva.
Los salmones empleados en la receta corresponden
a la crianza de una variedad nórdica que contaminan y depredan las aguas del sur chileno
Eso ¿ve, poeta? Usted mismo lo dice: sur chileno
¿Ve que son chilenos los salmones?
La rúcula
Lechuga ordinaria y más amarga que el natre, ¿chilena?
La romaza es chilena y rica
El queso del Piñera, ¿chileno?
Cierto, pues, como su nombre lo indica el queso “Philadelphia”, es chileno

Yo no quiero que lo decreten sanguche nacional
Ni quiero que lo conviertan en rey sanguche
Yo no quiero que mi sanguche de pernil sea degradado a príncipe
Yo quiero mi jamón palta aunque venga del extranjero.