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Opinión

5 de Noviembre de 2010

Cabezas de pelota

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Por ALEXI GAETE

No me gusta el fútbol. Aunque en realidad nada de esto se trata, finalmemente, de fútbol. Viendo las noticias me entero que no fuiste reelecto como presidente del fútbol chileno. Cosa que, según el sentido común (que suele ser el menos común de los sentidos) no deja de extrañar, considerando el enorme avance que, gracias a tu gestión, ha tenido esta actividad en los últimos años.
Pero eso no bastó. Tampoco bastó que seas un hombre reconocidamente intachable, pulcro, decente y probo que erradicó el compadrazgo y tanto chanchullo raro al que nos tenían acostumbrados las autoridades futboleras antecesoras a ti. Tampoco bastó el enorme éxito y prestigio sin precedentes conseguido por la Selección en su reciente desempeño internacional.
Tu peor error y a la vez más grande acierto fue no ser el típico hueón sonriente y amigo de todos. Te faltó harto palmoteo de espalda a los presidentes de los clubes y sobre todo a Piñera. Te faltó nunca quedar mal con nadie, decir sólo cosas lindas para dejar contentos a los mismos que ahora detentan el poder. Preferiste hacer las cosas bien, sin amiguismos ni lobby alguno que le restara libertad e independencia a tu gestión. Tu mayor equivocación y tu mayor virtud fue creer (o suponer) que todos actúan bajo la misma rectitud y sentido del honor que tú. Que la palabra empeñada es lo más valioso que un ser humano puede tener a su favor. Pero lamenteblemente mi querido Harold, somos varios los que, en muy diversas circunstancias, nos hemos terminado dando cuenta finalmente que eso no es así.
En general, el hueonaje no valora la sinceridad. Definitivamente prefieren las mentiras lindas a la (a veces) cruel verdad. Pero no importa mi estimado, a veces los cerdos no se dan cuenta cuando se les regalan perlas, o simplemente ésas perlas no estaban en el lugar indicado. Pero como toda regla tiene su excepción, eventualmente suele pasar que la gallá, sumergida en su lisérgico ahueonamiento masivo, aún sorprende y da atisbos de lucidez. Sólo asómate hoy por Plaza Italia o fíjate en la cantidad de hinchas que se han desabonado del CDF como medida de protesta en tiempo record.
Dicen por ahi que lo bueno nunca está destinado a durar, y eso vaya que lo sabía Bielsa, que, ante tanta mierda, prefirió irse sin antes soltarnos varias verdades que aunque suenen incómodas, tienen una carga brutal de honestidad y valentía.
Como pasa siempre en la vida real, la plutocracia en la que vivimos piensa y hace por nosotros.
Harold, lo tuyo fue una feliz excepción, un paréntesis a una larga tradición de mediocridad.
Los malos vuelven a ganar.

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