Diálogo en Aysén concluye con acuerdo en un tema de los once demandados

“Hemos llegado a un acuerdo satisfactorio para las partes”, dijo anoche el ministro de Salud, Jaime Mañalich, al término del encuentro con dirigentes de la región de Aysén. Cerrando así un punto de los once que tiene el petitorio de los movimientos sociales de la zona.

Sin embargo, en la comunidad aseguran que las movilizaciones se mantienen, toda vez que no se avanzó más allá en temas de transporte y conectividad y demandan la presencia en la zona del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, pues tras una primera ronda de negociaciones, la sensación en la zona fue que los ministros de Salud y Transporte llegaron con un paquete armado y los brazos atados para negociar.

Aunque en algún momento la continuidad de la mesa quedó en veremos, el debate se mantuvo y cerró finalmente con el acuerdo en Salud, anunciado inicialmente como un mero “compromiso”.

Fueron más de seis horas de un tenso encuentro enmarcado en el día de mayores protestas desde que se activó el conflicto el lunes pasado. La luz se cortó, hubo pequeños descansos y, el debate se calentó cuando se abordó la posibilidad de negociar un subsidio a los combustibles y al costo del transporte, donde explican que se encontraron con un ministro de manos atadas que, como el propio Pedro Pablo Errázuriz reconoció en la madrugada, debía consultar el tema con Santiago.

En una pausea del encuentro, Mañalich declaró a la prensa que la protesta era prácticamente algo del pasado. “Los temas de salud, en mi opinión, están bien resueltos”, afirmó. Según él, su cartera acordó la contratación de especialistas médicos a partir de abril próximo, y como gran cosa anunció que se reiniciará la reconstrucción del Hospital de Aysén en noviembre, algo que estaba en esa larga lista del histriónico anuncio de “cuuumpliiidooo”.

Según el ex director de la Clínica Las Condes, la inversión total en este ámbito ascendería a 50.000 millones de pesos.

Pero sus palabras contratan con las declaraciones de dos senadores de la zona. Antonio Horvath, aseguró que pese al avance la movilización se mantiene ya que no hay plazos ni procedimientos sobre la rebaja del combustible.

En la misma vereda se paró el senador Patricio Walker, quien señaló que la parte más tensa de la negociación fue la relativa al precio de los combustibles, que en la región pueden costar hasta 500 pesos más que en Santiago.

Antes de la reunión de anoche, los sectores sociales de Aysén valoraron la llegada de estos dos ministros, pero consideraban -tal como lo expresaron en el encuentro- que no son exactamente los que ellos necesitan. El dirigente pesquero de Melinka, Marcos Silva, explica que “el ministro que realmente puede ayudar a resolver los problemas de los pescadores artesanales es el de economía porque es el que regula el sector pesquero, el cual se vería muy perjudicado con la nueva ley que se pretende aprobar”.

En su misma línea, la alcaldesa de Puerto Aysén, Marisol Martínez (PS), señala que los Ministros que están solicitando los ayseninos son los de Hacienda y Energía ya que son los únicos que pueden mover la billetera.

Otros, en cambio, piden que se aparezca el ministro de Energía para ver cómo resolver los altos costos de la calefacción. En la zona, el principal combustible utilizado para temperar el ambiente es la leña. Una familia promedio consume 1 metro de leña semanal. Considerando que el metro de leña cuesta 20 mil pesos, se pueden llegar a gastar hasta 80 mil pesos mensuales en calefacción. El dirigente sindical Joel Chodil concluye que “por eso es tan importante que venga el ministro de Energía. No solo por el valor de la bencina, sino porque toda la energía en Aysén es más costosa que en el resto del país”.

La batalla de Coyhaique

La tarde del lunes, la región vivió el día más violento de lo que va de la movilización, espcialmente en Coyhaique, donde un grupo de manifestantes se tomó una bencinera y se enfrentó con los pacos.

Según consignó la radio Bio Bío, alrededor de un centenar de manifestantes se enfrentaron en la jornada de hoy contra un piquete de siete carabineros que custodiaban la bomba de bencina.

Los manifestantes arrojaron botellas y elementos contundentes contra los pacos que se encontraban en un servicentro Copec, lo que generó un violento enfrentamiento, lacrimógenas y perdigones de por medio.

La alcaldesa de Puerto Aysén dice repudiar estos actos de represión y asegura que la municipalidad no tiene nada que ver en cualquier uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, como la que le costó la visión de un ojo a Teófilo Haro el viernes pasado. Martínez aclara que el Municipio apoya las protestas ciudadanas y plantea que los excesos pueden tener su origen en la llegada de Fuerzas Especiales que enviadas desde otros sectores. La alcaldesa socialista dice que el nuevo contingente policial “ha traído implementos desconocidos para acá como el uso de bombas lacrimógenas o balines de acero”.

Por su parte, el diputado por la región de Aysén y amiguito del gobierno para aprobar el presupuesto, Rene Alinco sostiene que “estas protestas son una expresión legitima del pueblo, por lo que no me molestan”. A juicio de Alinco, lo único realmente condenable es la represión efectuada por las fuerzas de orden. El diputado plantea que el gobierno está militarizando la zona, enviando aviones de la FACH con fuerzas especiales y hasta personal del ejército. Alinco incluso encuentra un espacio para darse la razón a sí mismo: “Esto le da la razón a mi teoría, que señalé hace meses atrás, de que el señor Hinzpeter pretende transformar a nuestro país en un estado policíaco y militarizado”.

Así, con el gobierno celebrando un acuerdo que los habitantes de la zona desconocen, el senador Horvath declaró a 24 Horas que tras conversar con los sectores movilizados, el resumen de la jornada es muy similar al de ayer por la mañana: las protestas continuan.