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24 de Abril de 2012“El paraíso de la resaca”: médico gringo creó sistema para quitarte la caña en 45 minutos
Tomar en exceso trae una consecuencia inevitable: la sensación de malestar que se padece al despertar. El anestesista estadounidense Jason Burke ha tomado nota de esta aflicción y busca erradicarla para, en el proceso, engordar su billetera. De allí que haya creado un cóctel de vitaminas, aminoácidos y otros medicamentos que prometen ganarle la pulseada […]
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Tomar en exceso trae una consecuencia inevitable: la sensación de malestar que se padece al despertar. El anestesista estadounidense Jason Burke ha tomado nota de esta aflicción y busca erradicarla para, en el proceso, engordar su billetera. De allí que haya creado un cóctel de vitaminas, aminoácidos y otros medicamentos que prometen ganarle la pulseada a la resaca. Lo extraño, sin embargo, es cómo ha elegido comercializar su idea: a través de un enorme autobús que, bajo el nombre Hangover Heaven, se pasea por las calles de Las Vegas ofreciendo liquidar el dolor de cabeza “en sólo 45 minutos”.
Autoproclamado “único especialista del país en resacas”, el Dr. Burke dice haber elegido la ciudad de la timba por su clima seco que, según ha explicado, empeora los efectos de la curda. Y aunque admite un mínimo riesgo de reacción alérgica, asegura que el tratamiento —administrado por vía intravenosa y llamado IV Fluids— no sólo es seguro; también es eficaz. “Genera alivio al 95 por ciento de los pacientes en 20 minutos y cura completamente el malestar en 45”, explica el hombre.
¿Cuánto pide por la solución mágica? Pues, el remedio es acorde a la molestia y oscila entre los 90 y 200 dólares, según el estado de la persona. Si quiere conservar su privacidad y pide que se le aplique la mezcla en su habitación de hotel, el monto asciende a 500. Porque, ni lento ni perezoso, Jason sabe por dónde pasearse: sus principales paradas son en grandes casinos y hospedajes como el Hard Rock, el Paris, el Bellagio. Para desorientados, ofrece también un localizador que, vía online, avisa en qué punto del recorrido está minuto a minuto.
“Los turistas beben desde el mediodía hasta la madrugada y no quieren pasarse los días echados en su hotel. Prefieren ir de compras o dar un paseo en helicóptero”, explica el empresario. Y hay que darle la razón: volar mareado no parece una opción inteligente.