Música
28 de Diciembre de 2022«Me veías a las 7 AM hasta el culo de borracho»: Las confesiones de Miguel Bosé
En la instancia, el artista entregó algunas confesiones íntimas, habló de política, sus libertadores, su presente y su juventud.
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El cantante español, Miguel Bosé, otorgó una entrevista al diario El Mundo, con el fin de hablar del estreno de su libro “Historia secreta de mis mejores canciones”.
En la instancia, el artista entregó algunas confesiones íntimas, habló de política, sus libertadores, su presente y su juventud.
Respecto a su negacionismo sobre el Covid-19, el intérprete de “Amiga”, sostuvo que “hoy en día hay muchas menos libertades, especialmente desde que arrancó la pandemia y esta de mierda del Covid. La tendencia de los gobiernos es quitarnos cada vez más libertades y tener más control social sobre nosotros en todos los frentes, cosa a la que no debemos acceder jamás”.
El tema derivó en hablar de política, por lo que Bosé apuntó que “mi izquierda no existe ya…Hay una izquierda más populista y otra izquierda, que es la predominante en todo el mundo, que ha abrazado el capitalismo. Entonces, se ha creado un híbrido de izquierda capitalista que es la base de la Agenda 2030 y no tiene nada que ver con la Internacional ni con la izquierda histórica que sí planteaba una ideología y una conducta social con unas actuaciones muy precisas (…); esta izquierda de ahora es tremendamente reaccionaria, totalitaria y caciquista”.
Sobre su adolescencia, detalló que “yo captaba la atención del 100 por cien de las chicas. El 100 por cien, entonces ellos me detestaban, me atacaban, decían cosas tremendas, regañaban a sus novias si se les ocurría hablar de mí o compararles conmigo”.
Agregó que “hasta que un buen día, esa especie darwiniana evoluciona y uno de ellos despierta y tiene una idea: ‘Mira, como regalo de cumpleaños de mi chica, voy a llevarla a un concierto de Miguel Bosé’. La llevó y descubrió que esa noche mojaba”.
Respecto a los años 80 y 90, Bosé recordó que “tú podías salir y hacer lo que te diera la gana porque no pasaba nada. Veías a Bosé en el Voltereta, por ejemplo, a las siete de la mañana hasta el culo de borracho, que se caía por las esquinas, pero se lo contabas a un amigo y te decía: ‘Ya, bueno, ¿no lo estarías tú?’. Porque no había pruebas y, como no había pruebas, podías hacer de todo”.